Capítulo 4: Planes que se desbaratan.

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Lucía

El resto de la mañana pasa sin percances, excepto por una que otra mirada dirigida a mi persona. Maldito demonio insufrible y prepotente, y yo que quería ser invisible en este lugar. Espero que mi plan no fracase.

Salgo de la clase de matemáticas más aburrida de la historia y me dirijo a la cafetería para tomar el almuerzo.

Cuando ya tengo la bandeja en las manos busco un lugar lo bastante solitario para sentarme. En una de las mesas del fondo están sentados Aiden y su séquito, continúo mi escaneo y localizo, unas cuantas mesas más a la derecha, a la chica que me ayudó está mañana, me siento junto a ella y cuando nota mi presencia se queda asombrada.

-Hola, mi nombre es Lucía White, como ya debes haberte dado cuenta soy nueva y te reitero las gracias por lo de esta mañana- le digo mostrando mi mejor sonrisa.

-Tú en serio no quieres que te vean conmigo, no te lo recomiendo- dice muy bajito.

- ¿Eres una asesina serial o algo así?-

- No, pero hay ciertas personas que prefieren que tenga una vida sola y miserable, así que suelen hacer que los incautos que se convierten en mis amigos terminen mal parados-

-Bueno aún no me conoces pero con el tiempo descubrirás que no reacciono muy bien ante las amenazas y mucho menos ante los abusones, así que déjate de tonterías y dime tu nombre- la animo.

- Estás avisada, luego no me culpes. Mi nombre es Selene Nicols, odio las pelis de terror y amo las de fantasía- dice muy seria.

Una enorme carcajada sale de mi boca y todos voltean a verme, yo agacho la cabeza y le hablo bajito.

-Esa es la presentación más rara que he visto en mi vida, me caes bien, creo que tú y yo seremos buenas amigas-

Selene parece bastante feliz a pesar de sus reticencias iniciales, así que comienza a contarme cosas de la escuela y los estudiantes.

-¿Y qué me dices del panteón de los dioses griegos de ahí atrás?- pregunto señalando con la cabeza de forma disimulada al grupito del demonio.

Ella duda un poco pero al final habla.

-La chica del cabello rojo es Vivian Romanov, su padre es un magnate del petróleo en Rusia, pero llevan años viviendo aquí. El chico del cabello negro es Lucas Harris- se revuelve un poco en el asiento- su padre es un famoso arquitecto de New York y su madre es la directora del insti. Le siguen los gemelos Renaldy, Gía y Gabriel, su madre es la diseñadora más top que tiene la Costa Este y su padre es un expiloto de fórmula 1 con una empresa de material deportivo que vale millones. Por último Aiden Lancaster, el rey de este lugar, su padre es Edward Lancaster, el hombre más poderoso de esta ciudad y el que más influencias tiene en los diferentes sectores de la economía y la política del país. Nunca, jamás, te atravieses en sus caminos, sobre todo en el de Aiden, odia la gente que lo contradice o le replica-

Hago una mueca extraña y estoy a punto de contestarle cuando me doy cuenta de que el moreno que se llama Lucas viene directo hacia nosotros con mirada de odio puro y duro.

- Lárgate de esta mesa y deja al ratón asustadizo solo- dice mirándome fijamente.

-¿O si no qué?- le digo prepotente.
Todos a mi alrededor comienzan a cuchichear, el chico se acerca como una fiera y cuando va a agarrarme del brazo, escucho la voz del demonio desde el fondo de la cafetería.

- Déjala en paz Lucas, la pequeña Poppy es mía-

Ok, ahora sí mi versión loca acaba de poseerme, me levanto como un tornado, aparto al egocéntrico de Harris y voy directo hasta la mesa de Aiden.

-Perdón, pero creo que no escuché bien ¿ Quién carajos te dijo que soy un objeto para pertenecerle a alguien, y mucho menos a ti, imbécil?-

Se levanta de la mesa con fuego en la mirada y se me acerca.

-No juegues conmigo niñita, nadie me desafía, siempre obtengo lo que quiero-

-¿ Y qué si te desafío?-

Atrapa mi cintura, pega su cara a mi oído y susurra.

-Entonces, cosas como estas pueden pasar- y luego em... ¿muerde el lóbulo de mi oreja?

Me acaba de hacer algo sexualmente notameble delante de todo el maldito colegio y lo peor de todo es que mi cuerpo traidor tiene unas cosquillas deliciosas que suben y bajan como locas por todas partes.

Recupero la cordura cuando se está separando de mi y sin siquiera pensarlo hago que mi rodilla impacte en su entrepierna.

El demonio se dobla hacia delante haciendo gestos de dolor, sus amigos corren a ayudarlo y la pelirroja me mira como si pudiese pulverizarme con los ojos.

- No jodas conmigo porque no soy de las que se dejan ¿Me entiendes?- le digo petulante.

Se incorpora un poco y me mira con odio.
-Esto no se va a quedar así, mocosa-

-Te estaré esperando sentada Lancaster- y con eso me doy la vuelta.

Las emociones pasan veloces en la cara del resto de estudiantes: odio, miedo, pena, admiración. Observo a Selene y está mueve su cabeza de un lado a otro muy conmocionada mientras me mira incrédula.

Ya en la parada del autobús y con la adrenalina abandonando mi cuerpo me doy cuenta de lo que he hecho y Santa Mierda, ese imbécil va a querer acabar conmigo y lo peor de todo es que incluso vivo en su casa.

No sé cómo voy a sobrevivir pero de lo que si tengo absoluta seguridad es de que mi plan de pasar desapercibida en el Saint Mattews se ha ido a la mierda.

Holaaa, espero les guste💚📚😊

Unos memes del cap:


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¿Y qué si te desafío?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora