Capítulo 9

643 41 7
                                    

Suspiro cansada tras terminar de escribir la última frase del segundo capítulo de nuestro libro. Me está costando bastante escribirlo, pero ver cómo poco a poco la historia va cogiendo forma lo recompensa.

Mis ojos se posan sobre el chico rubio que está sentado en la mesa de en frente dibujando en su tablet. Y sonrío porque me parece demasiado adorable cuando está tan concentrado en lo suyo.

De pronto levanta sus ojos de la pantalla y los posa sobre los míos pillándome así mirándole. Me sonríe tímidamente y yo a él con mis mejillas sonrojadas.

—¿Qué pasa?

—Nada, que he terminado de escribir el segundo capítulo y ahora ya no sé qué hacer —se ríe.

—Termino con esto y voy a leerlo si quieres.

—Ah no, tranquilo, sigue con lo tuyo —nos sonreímos y se vuelve a centrar en sus dibujos.

Miro mi móvil para pasar un poco el rato, y veo que Anaju subió ayer una foto con Hugo a sus historias.

—Oye, ¿qué tal ayer con Anaju?

—Bien, estuvo guay —dice sin más.

—¿Y ya está? ¿No me vas a contar nada más?

—No sé —me dice encogiéndose de hombros —. ¿Qué más quieres que te cuente? —suspiro.

—Hugo, soy tu amiga, me puedes contar... —se ríe.

—Vaale... Pues quedamos para tomar algo juntos en un bar, estuvimos allí charlando un buen rato y luego, la acompañé hasta su casa. Cuando ya íbamos a despedirnos, nos besamos. Me invitó a subir a su piso y ya te puedes imaginar el resto.

No tengo motivos para estar dolida con él por ello. Es libre y puede hacer lo que le dé la gana, a parte de que yo estoy prometida con Eric. Pero aún así, siento un leve pinchazo en el pecho al saber que se ha acostado con una de mis mejores amigas. Y tengo miedo porque no quiero que lo que hasta ahora creía que era solo una simple atracción, se convierta en algo más, que haya sentimientos de por medio, porque lo complicaría todo aún más.

—Me alegro —finjo una sonrisa —. Jo, ¿por qué Anaju no me ha contado nada? —le pregunto ya que ella siempre me suele contar sus líos y me parece muy raro que esta vez no lo haya hecho.

—Pues porque no significó nada más que un polvo de una noche para los dos, Eva —le miro confusa.

—Ah... ¿Entonces no os gustáis?

—No. A ver, Anaju es una chica increíble. Pero no tendría algo más que un lío o una amistad con ella.

—Joder, Hugo. Pues no sabes lo que te pierdes... —aunque no me hiciese mucha gracia la idea, les apoyaría si decidieran empezar una relación. Al final, son mis amigos y quiero que sean felices.

Suelta una carcajada.

—¿Y qué voy a hacer yo si no me gusta? No puedo forzar algo que sé que no va a pasar —niego riendo.

—¿Pero ya has hablado de esto con ella, no?

—Sí, y ella piensa lo mismo que yo vamos... Así que hemos quedado en ser solo amigos y ya está.

Todo no es casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora