No he podido dormir apenas nada después de lo mucho que la cagué anoche. Me siento la peor persona del mundo. Jamás pensé que sería yo la que le fuese infiel a mi novio cuando siempre ha sido algo que he criticado. Pero simplemente pasó.
Una sonrisa aparece en mis labios al recordar los besos con Hugo, sus manos acariciando mi cuerpo y el momento en el que me confesó que le gustaba. ¿Pero qué coño me pasa? ¡Joder! La borro al instante y ahogo un grito en la almohada frustrada.
Mi teléfono me avisa de un nuevo mensaje. Es Hugo, que me pregunta si podríamos hablar. Lo dejo sin contestar, no me siento preparada para enfrentarme a él y aclarar las cosas entre nosotros. ¿Cómo voy a hacerlo si estoy hecha un puto lío? Lo único que tengo claro es que no quiero perderle.
Llamo a las chicas por videollamada, necesito desahogarme con alguien, no puedo cargar con todo esto yo sola. Ambas aparecen en la pantalla de mi móvil con una sonrisa pero al fijarse en mis ojos rojos tras pasarme la noche llorando, las eliminan.
—Evi, ¿qué ha pasado? —me pregunta Sam con preocupación.
Me escuchan atentamente mientras les cuento entre sollozos lo que pasó anoche entre Hugo y yo, y cómo me siento por haber engañado a mi novio.
—¿Soy una persona horrible, verdad?
—No digas eso, Evi, pequeña. No lo eres para nada, ¿vale? Solo te dejaste llevar por lo que sentías y ya está —me dice Anaju intentando tranquilizarme.
—Es que yo no quiero hacerle daño a nadie...
—Lo sabemos, mi amor, tranquila —me tranquiliza también Sam —. ¿Te arrepientes de besar a Hugo?
—¿Soy aún más mala persona si digo que no? —resoplo —. No sé, yo... Sentí muchísimas cosas. Cosas que jamás había sentido, ni siquiera con Eric —sonríen como dos tontas —. ¡Chicas! —les regaño.
—Perdón pero es que sois tan monos juntos... —niego sonriendo tímidamente —. Mira tía, tu novio es un gilipollas. Así que déjale y quédate con Hugo.
—¡Sam! —vuelvo a regañarle.
—¿Qué? Tengo toda la razón. ¿O me vas a decir que con Eric eres feliz, eh, amiga? Siempre estáis mal, pasa de ti todo el rato... Mereces muchísimo más, Evi. Alguien que te valore y te quiera de verdad.
Suspiro pasándome las manos por la cara. En realidad sé que tiene razón, pero duele aceptarlo.
—Pero son cuatro años juntos, chicas. Y le quiero.
—Claro que le quieres. Al fin y al cabo, has pasado cuatro años de tu vida a su lado... ¿Pero sigues enamorada? Porque eso es algo muy diferente.
—No lo sé... Estoy súper confundida. Pensaba que este viaje me iba a ayudar a aclararme, a saber qué hacer... Pero por desgracia no lo ha hecho, porque la he cagado y ahora todo es aún más complicado.
—Tranquila, ¿vale? Habla con Hugo. No le evites, Eva. Que el pobre también se sentirá fatal. Y mañana cuando vuelvas, si te sientes preparada, ya hablarás con Eric de todo —me aconseja Anaju.
—Vale, gracias, lo intentaré. Ojalá estuvieseis aquí conmigo, chicas. Os echo de menos —me sonríen.
—Aw, y nosotras a ti. Ojalá estar allí contigo para darte un abrazo súper fuerte y visitar Barcelona juntas —sonrío triste —. Pero tienes a un rubio que también es muy buena compañía. Así que no te rayes tanto y disfruta de tu último día allí, ¡guapa!