1-A la próxima que aras [✅]

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Era un día como cualquier otro, solo que hoy era día de lluvia, menos mal que ya llevaba semanas esperando que lloviera. Estoy con un dilema de qué ponerme hoy para el insti como era el último año, tenía que ser todo perfecto. Me decidí por unos tejanos rotos y un top que tenía detrás de toda la ropa. Cuando bajé me encontré con mi padre me miró y luego se río.

—¿De qué te ríes? — pregunté al ver que seguía haciendo el desayuno.

—Te crees normal que un día de lluvia te pongas un top de tirantes. Para que, pillar un resfriado y luego quejarte de que te encuentras mal. Sube a cambiarte—. Me dijo con un tono serio pero alegre.

—Pero papá, que luego va a parar de llover, y me asaré como un pollo alas—. Dije quejándome.

—Luego si te encuentras mal no te quejes—. Me dijo como siempre.

—Vale, me cambio, pero me parece injusto que siempre ganes tú —dije con sarcasmo —la próxima te ganaré yo—. Dije con una sonrisa.

—Que te lo crees tú—. Me dijo él con la misma sonrisa —Va ves a cambiarte que llegaras tarde como siempre—.

—Yo nunca llego tarde—. Digo sabiendo que tiene razón.

Él solo pone los ojos en blanco y sigue haciendo el desayuno. Mientras yo subo a cambiarme el top por un jersey de manga larga de mi serie favorita. Cuando bajo él ya se ha ido, pero me ha dejado una nota la misma de siempre "ya llegas tarde más te vale correr" eso me saca una sonrisa porque sabe que no voy a hacerlo porque me mataré con lo torpe que soy me resbalaré y caeré al suelo.

Llego al cole y lo primero que veo es un chico de mi edad, alto cabello oscuro, paso por su lado, pero se me caen los libro, tendría que haber dado la vuelta, pienso mientras los recojo.

—Ten más cuidado la próxima vez o si no... —me dice amenazando.

—¿O si no a la próxima vez que aras? No me das miedo con tus amenazas de niño pequeño—. Digo yo aun recogiendo mis libros.

Cuando estoy a punto de levantar la cabeza algo frío impacta en ella dejándome mojada la levanto y veo al chico con una botella de agua en la mano, me levantó de un salto y le cojo la botella antes de que se dé cuenta de lo que estoy a punto de hacer le tiró el resto del agua una risa se me escapa veo que me mira fijamente con los ojos en mi cara luego lo cojo del hombro y lo obligó a estar en la misma altura que yo.

—Gracias por alegrarme el día chaval—. Le digo entre risas, gira la cabeza para verme y me quedo fija en sus ojos verdes oscuros.

—Gracias a ti por dejarme sin agua—. Cuando me doy cuenta de lo que está diciendo me entra un sentimiento de culpa.

—¿Te puedo comprar una si quieres? —le digo, él no dice nada, así que lo arrastró hasta la cafetería.

Cuando él se da cuenta de que lo he cogido por la mano hace una tos que yo finjo no escuchar.

—¿Agua fría o natural? —le pregunto para qué el pase de mí.

Cuando llego al mostrador le digo que un agua fría él no dice nada, cuando ya estamos saliendo.

—Con la broma me ha salido cara—. Él se ríe de lo tacaña que soy —No te rías de mi miseria.

—Lo are cuando me dé la gana y por tu culpa, llego tarde a mi clase— miro el reloj que tengo en el móvil las 8:30, llego 30 minutos tarde, pegó un salto y el continuo— ya veo que tú también ahora me toca matemáticas y a ti.

—Lo mismo, a qué curso vas porque nunca te había visto—. Digo yo. —Yo voy al último.

—Al último igual que tú. Pero soy nuevo—. Me dice él.

Entramos a clases juntos y todos se nos quedan mirando.

—Ella como siempre llegando tarde. ¿Y cómo es que vienes empapada, no te has llevado paraguas? —dice el profesor mirándome, luego desvía la vista al chico que tengo a mi lado— a tú debes de ser Matías, lo mismo que le he dicho a Ella porque vienes empapado. ¿No te has llevado un paraguas? —desvía la vista a nuestras manos y ve que tenemos cada uno un paraguas, pero se calla y no dice nada.

Mientras voy pasando hasta mi sitio veo que la mitad de los chicos me miran y la otra mitad a mi mejor amiga y también veo que todas las chicas miran a Matías con deseo y a mí con envidia porque él me mira a mí.

—Tía ¿Y ese bombón donde estaba y porque estás mojada? —pregunta mi mejor amiga mientras rebusca por su mochila cuando saca la mano de la mochila y me pasa una toalla.

<<Esta chica parece bruja con lo que tiene ahí adentro>> pienso, pero no lo digo.

—Me lo he encontrado mientras entraba y me he chocado con él, puede que le haya desafiado y por eso estoy mojada— ella me dedicó una sonrisa y yo continuo— y yo le haya tirado por encima su agua y me haya tocado ir a comprarle otra botella porque me sentía mal.

Ella se queda con la boca abierta, pero reacciona rápido.

—Amiga como tú no hay nadie—. Me dice con una sonrisa oigo risas detrás de mí cuando me giro veo a Matías con Marcos a su lado riéndose. —¿Algún problema, chicos? —les pregunta mi amiga.

—Si unos cuantos—. Dice Marcos entre risas.

—Si el problema es tu amiga que me ha tirado mi agua encima—. Continúa Matías entre risas también.

—Chicos fuera de clase iros a recepción— nos dice el profesor a nosotros 4.

Cuando salimos comienzo a quejarme de que es culpa de ellos por hablar alto y ellos no dicen nada, solo se ríen. Luego entró al baño y le digo a mi amiga que me espere, cuando entramos me cambio el jersey por el top de esta mañana me pongo una chaqueta que ella me da y me seco el pelo por encima, luego cuando estamos saliendo los vemos esperándonos afuera.

—¿Qué hacéis aquí? No tenéis que ir al despacho del director—. Les dice mi amiga mientras vamos para allá.

—Os estábamos esperando para ir los cuatro—. Le responde Marcos

Luego no sé cómo mi amiga y Marcos están delante y yo estoy detrás al lado de Matías.

—Lo siento —digo en un susurro —por el agua.

—Te perdono canija —me dice él con aires de grandeza.

—Jódete —le digo cabreada.

—Vale, cuando quieras—. En ese momento ya he perdido la paciencia y le doy un puñetazo en la barriga y mi amiga le da otro a Marcos.

Nos vamos las dos juntas andando cuando noto unos brazos cogiéndome de la cintura y llevándome hacia arriba, miro a mi lado y veo que a mi amiga le pasa lo mismo y veo quien la lleva es Marcos y a mi Matías.

Nos vamos las dos juntas andando cuando noto unos brazos cogiéndome de la cintura y llevándome hacia arriba, miro a mi lado y veo que a mi amiga le pasa lo mismo y veo quien la lleva es Marcos y a mi Matías

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Reina del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora