Una chica de 16 años que le gusta ayudar a la gente, con lo que mejor se le da es ayudar con el amor, es como cupido en humano. Se le ha coronado como la reina del amor. Pero nunca se ha enamorado, hasta este año que a conocido al chico nuevo que ti...
Ya han pasado dos meses desde que me dijeron que mamá había sido asesinada y ya nos han dado las notas del segundo trimestre. Hoy ya es fiesta, esta noche hemos ido a casa de los Jiménez y con la tía Esmeralda para que no celebrasen navidad solos. —Papá, venga que Ella y yo somos responsables—. Dice Linda sacando de mis pensamientos, papá niega con la cabeza— Papá no hay camas suficientes. —Papá mira esto— empiezo a decir y todos me miran de repente— si no nos dejas pasará esto, tú tendrás que irte al sofá y sabemos que no puedes porque tienes la espalda mal—. En eso él piensa y asiente. Vamos a dejar las mochilas cada uno en una habitación... Yo duermo con Matías, Mérida con la tía Esmeralda, Linda con Spencer y papá con Bobby. —¿Matías te puedo hacer una pregunta? —él me mira con curiosidad. —Ahora cuál es tu pregunta— dice con una sonrisa. —Cómo supiste que tendría miedo el día que vino el investigador—. Al decir eso, él me mira con preocupación— Cómo lo supiste. En inhalar aire y después traga saliva <<no me gusta esto>> pienso y no estoy tan equivocada. —Bueno, primero, antes de nada me tendrás que explicar lo de tú— no acaba porque no sabe cómo decirlo— tú... madre. —Vale, pero prométeme que me lo dirás— él hace un gesto con las manos de promesa. Yo le explico él me escucha atentamente, cuando acabo me arrepiento de haberle dicho por qué me preocupa que se lo cuente a alguien. <<Mierda, Ella concéntrate que no se lo dirá a nadie>> —Bueno, como te dijo el inspector mató a 5 mujeres, pues, una de las 4 era mi madre, conmigo se presentó en casa y me lo explicó, el hombre mató a las 5 el mismo día para así no sospechara nadie— al decir eso sigue metiendo las cosas en la maleta. Me siento en la cama, Matías al ver mi reacción se sienta a mi lado. —Ella, cuando necesites mi ayuda, siempre estaré para ti— dice eso y me saca una sonrisa— nunca lo olvides. —Lo sé—. Le digo con una sonrisa. Saber que sé que puedo contar con la gente, pero tengo miedo de que se lo digan a la gente y me haga sentirme mal, por eso no me gusta llorar delante de la gente, soy desconfiada, solo cuento con dos personas, mi hermana y mi padre más mi hermana que mi padre... —A cenar—. Dice mi padre desde abajo. Bajamos todos a cenar en la cena Matías y yo hacemos como si nada, pero no podemos evitar mirarnos fijamente como si fuésemos un misterio que aún no está descubierto. —¿Ella, como te han ido a ti las notas? —dice mi tía sacándome de mis pensamientos— A Linda le han ido bien y a ti. —Bien, todo aprobado con excelentes—. Linda me mira con una sonrisa de "enhorabuena"— ¿Y vosotros? —le pregunto a Matías, Spencer y Mérida. —A mi bien todos aprobados— me responde Mérida con emoción. —Me alegro—. Le dedico una sonrisa y luego dirijo mi mirada hacia Matías. —Todas aprobadas igual que tú—. Dice él sin apartar la mirada del plato. —¿Y tú? —digo dirigiendo mi mirada de Matías a Spencer. —Aprobadas todas menos química, con un 4,8—. Dice eso con rabia— El profesor no entiendo que tenía que ir al hospital y por eso tarde un poco más en la entrega. En eso, papá se lo queda mirando con preocupación. —Porque tuviste que ir al hospital—. Mientras dice esa palabra recuerdo que a papá no le explicamos lo de Mérida. —Porque nuestro padre me pegó—. Dice Mérida señalando a sus hermanos— Pero ya estoy bien. Papa le impacta, pero después mira a la vitrina que hay al lado del armario, ve una foto que yo también llego a reconocer. —Esa es...— intento decir, pero no puedo, me esfuerzo a pronunciar las palabras con normalidad— mama. —Si es ella—. Dice mi padre en eso capta la atención de todos en la mesa— Victoria y Olivia era muy amigas Linda y Spencer no sé si os acordáis que dábamos todos, la última vez que quedamos fue el día que nació Mérida, tú y Matías os encantaba jugar con los juguetes de Spencer— cuando explica eso me sale una sonrisa inundada de tristeza— el día que murieron Olivia y Victoria íbamos a quedar, pero no pudimos por eso llame para invitarlos al funeral de vuestra madre y me cogió el teléfono vuestro padre y me explicó que vuestra madre también había muerto y así perdimos el contacto, hasta el día que lo vi pagándote cuando te fuiste lo reconocí y hablamos un poco y ya está. Acabamos la cena en silencio, cada uno pensando en lo que acababa de explicar mi padre.
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