<<Mierda>> pienso en mi mente
Bajo las escaleras corriendo, como siempre está mi padre, con una sonrisa de que a su hija nadie la ha cambiado.
—Llegarás tarde al cole, otra vez—. Dice pasándome un sándwich.
—Pero siempre con estilo.
—Tranqui papa, ya la llevo yo al cole—. Salta mi hermana al rescate, papá la mira extrañado— La universidad vuelvo la semana que viene, te lees los papeles que te envió avisando.
Me aguardó una sonrisa.
Yo cuando nací mamá se puso enferma y le costaba mucho hacer estar por Linda y por mí así que siempre fue Linda primero para que si algún día ella le pasaba algo Linda me pudiera ayudar, Linda cumplió su promesa a mamá, aunque yo siempre he preferido que mama me ayudara en todo, pero no me quejo Linda hace muy bien de madre se le daría bien, pero siempre he querido que mama me ayude a maquillarme o cuando me vino la regla que me diga que no pasa nada o cuando papá me dice que llego tarde ella diga tranquilo la llevo yo.
Bueno, pequeños detalles que no se podrán hacer realidad.
—Ella coge tu mochila que sacó el coche rápido— vamos a lo de siempre— en tres minutos abajo.
Corro hacia arriba cojo la mochila con facilidad y bajo corriendo le doy un beso a papá que está a punto de salir y me meto en el coche con Linda.
Llego tarde como siempre voy a la cafetería a comprar una agua fría porque con las prisas me ha entrado calor y se me ha olvidado el agua en la nevera, voy a clase, pero veo que hoy han cambiado los sitios y que Sophia se ha sentado con Marcos.
—Ella, el único sitio libre es el que está al lado de Matías, te molesta—. Dice el profesor al ver que miro mal a Sophia.
—No profesor, lo siento por llegar tarde—. Digo mientras me dirijo al sitio que queda libre al lado de Matías.
—Tan malo es sentarte conmigo—. Me susurra a la oreja, yo lo miro a los ojos— ¿Qué he hecho algo mal?
—No se puede ser que en todas las fiestas no me enviaste mensajes y que cuando te llamaba me decías no tengo ganas de hablar—. Digo un poco cabreada.
—Tenía problemas—. Me responde él con seriedad.
—Ya, pero podías haberme dicho que tenías problemas—. Digo yo levantando un poco la voz— Porque he estado todas las navidades pensando que había hecho algo que te había molestado.
—No has hecho nada malo—. Dice Matías mirándome con honestidad— Profesor, puedo ir a la enfermería que me estoy mareando.
—Claro—. Dice mirándole el profesor, luego desvía su mirada a mí— Robinson podrías acompañar a Jiménez a la enfermería.
—Claro profesor.
Salimos de clase con las miradas de todos sobre nosotros. Entonces, cuando cruzamos la puerta, Matías empieza a respirar más y más fuerte, apretándome la mano con fuerza, no sé si sabe que está haciendo fuerza o no, pero no digo nada, empieza a mirar al cuadro que hay delante de nosotras.
—Voy a por el profesor—. Le digo
Él a no decir nada, yo me acerco a la puerta de clase y la abro.
—Profesor podría salir un momento—. Le digo intentando parecer tranquila.
El profesor asiente y va a la puerta de salida. Cuando ya hemos salido ve como Matías está respirando y que está mirando al cuadro de delante de nosotros.
—¿Matías? —pregunta el profesor sin respuesta —¿Matías? —esta vez Matías busca una mano "la mía".
—Profesor, creo que tiene un ataque de ansiedad— intento decir con normalidad.
—Acompáñalo a fuera para que respire—. Dijo eso, yo, intente caminar con él, pero se me hacía muy pesado.
El profesor entra dentro de clase y llama a Marcos y a Sophia ellos dos salen.
Sophia ve a la cafetería a por una botella de agua, mientras que Marcos y Ella acompañan a Matías a fuera. —dice el profesor antes de volver a clases.
Hacemos todos caso. Marcos y yo acompañamos a Matías a fuera, mientras que Sophia va a por el agua al cabo de un minuto vuelve y me la pasa.
—¿Matías te encuentras mejor? —le preguntó ofreciéndole el agua.
—Sí.
Centro mi vista al móvil que he cogido por instinto, tengo un mensaje de un número que no tengo agregados.
"Ella vigila a Matías"
Cómo sabe mi nombre, en eso, abro la foto de perfil del número y veo que es una de Matías, Mérida y de Spencer.
"Spencer le ha dado un ataque de ansiedad a Matías"
"Osita, ya voy para allá. ¿En qué parte del instituto estáis?"
"En la de entrada"
Pasan unos cuantos minutos y Spencer vino con la respiración un poco agitada.
—¿Dónde está Matías?
—Matías está en el banco intentando controlar su respiración. Me puedes decir qué cojones ha pasado para que Matías este así.
—Papá ha salido de prisión al igual que Scarlett.
<<Qué cojones me acaba de decir>> pienso, pero no lo digo.
—Y han intentado entrar a casa, el día que tu familia y tú os fuisteis vino papa diciendo que si lo podíamos perdonar, que no quería que pasara esto y Scarlett detrás de él nos miraba como si nos quisiera matar. Matías le cerró la puerta antes de que pudiera entrar.
—¿Habéis llamado a la policía?
—No
—Pues hacerlo si vuelve a venir a casa y poner orden de alejamiento.
Spencer no dice nada, solo asiente vamos con Matías que al ver a Spencer se le vuelve a dificultar la respiración.
—Matías, lo siento.
—No pasa nada. Tú no lo sabías.
En eso Sophia y Marcos vuelven a clase para decirle al profesor que Matías y yo nos vamos y Spencer vuelve para el coche para irse, ya que le he dicho que iríamos solos.
—No tengo excusas de mis actos ni tampoco puedo volver al pasado para arreglar-los, pero si puedo hacer una cosa. Te puedo ayudar cuando tengas ataques de ansiedad porque esto no lo puedes sufrir, tú solo no te dejaré me niego...
Me calla con un beso.
—Tú tampoco vas a pasar por todo lo que tienes encima sola. Lo que tengamos los dos lo vamos a superar juntos y estaremos el uno para el otro no solo para mí, sino también para ti, para los dos vale.
—Te amo—. Finalizó con un beso
—Y yo a ti también—.
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Reina del amor
Teen FictionUna chica de 16 años que le gusta ayudar a la gente, con lo que mejor se le da es ayudar con el amor, es como cupido en humano. Se le ha coronado como la reina del amor. Pero nunca se ha enamorado, hasta este año que a conocido al chico nuevo que ti...