27-Epílogo [✅]

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10 años después

Me levanto para ir a la empresa, mi padre ya me la ha dado y ahora soy la encargada de todo esto, aunque es difícil llevar tanto cargo, creo que podre.

—¿Dónde vas?

—A trabajar.

—El doctor te dijo que no trabajaras tanto, que podría afectar al embarazo.

—Ya tenemos un hijo y yo creo que esta perfecto encima cuando estaba embarazada de él, hacia el doble.

—Vale, pero este es tu último mes y no sé cómo sigues con todo esto, y si te pones de parto en la oficina.

—No te preocupes y recuerda que mañana hemos hecho planes.

—¿Con quién?

—Con nuestros antiguos compañeros para desenterrar la caja del futuro.

—En serio. Joder sí que ha pasado tiempo.

—Papa. No digas palabrotas.

—Lo siento campeón.

—Mama. Cuando nacerá.

—No lo sé hijo, pero espero que pronto. Porque mañana vienen tus tías y tus tíos.

No dijo nada más, solo se calló y se fue. Nuestro hijo Oliver es pelinegro con ojos verdes oscuros, es como su padre, es muy protector con todos. Y dentro de poco nacerá Shelley.

Cojo la maleta del trabajo y le doy un beso a la frente a Oliver y un beso a Matías.

—Qué bonito el amor.

Se me escapa una sonrisa por el comentario de Oliver, Matías se gira para mirarlo mal.

—¿Lo llevas tú?

Asiente con la cabeza. Y salgo de casa cuando llego al trabajo me pongo a trabajar. Cuando llego me saludan y yo les devuelvo el saludo.

—Jefa, hay unos problemas con las cuentas, no cuadran.

—Cuantas veces hemos hablado de esto. No me llames jefa. Que parece como si nunca hubiésemos hablado Mía.

—Vale, Ella. ¿Cómo va él bebe?

—Bien. Gracias por preguntar y con el asunto de las cuentas dámelas que ya las miro.

Me pasa los papeles y en eso rompo aguas.

—Ella, has roto aguas. Tenemos que ir al médico ya.

—Vale, toma las llaves de mi coche, conduces tú.

Ella las coge, mientras pasamos por delante de las oficinas en ese cojo el móvil para llamar a Matías.

—¿Qué pasa amor?

—Acabo de romper aguas. Ven al hospital con Oliver.

—¿Cómo?

—Que vayas al maldito hospital.

—Allí estaremos.

En el hospital me hacen pasar a la sala para ponerme la epidural, en eso llegan Matías, Oliver, Sophia y Marcos.

Matías pasa conmigo y la sala de parto y en unas horas sale nuestra hija. Al cabo de 15 minutos me la dan en brazos, es una niña pelirroja con ojos verdes claros. Es una versión pequeña de mí.

—¿Mami, puedo coger a Shelley?

—Claro.

Mientras Matías sienta a Oliver en mis piernas en la cama, yo le paso al bebe.

Reina del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora