11-De amores hay muchos, pero que duren hay pocos [✅]

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10 años atrás

—Ella despierta—. Me dice mi madre a la oreja— Va que tu padre y yo nos tenemos que ir y Linda te tiene que cuidar.

Me levanto de un golpe y veo qué mamá sonríe. Le doy un beso en la mejilla y salgo de mi habitación para ir a la de mi hermana de 14 años cuando llegó la veo que está aún en la cama. Me subo encima de la cama y empiezo a saltar hasta que ella no empieza a quejarse, no paro.

—Mamaaaaaa— dice Linda en forma de queja— Ella no para de saltar en la cama, dile que pare.

En eso nuestra madre se asoma por la puerta con una sonrisa baja de la cama con un salto y voy corriendo a por ella, me tiró encima de ella de un salto y ella empieza a tambalearse y está a punto de caerse, pero aparece papá por detrás.

—Ten cuidado, mama no se encuentra muy bien hoy—. Al decir eso, mi padre, mi cara de emoción se vuelve a una de culpabilidad.

—Lo siento mami—. Ella se agacha y me coge de la cara.

—No pasa nada cielo, tú no lo sabías—. En eso se me cae una lágrima que ella limpia en ese instante— No llores cielo.

La abrazo y en eso se levanta mi hermana.

—Ella quiere dar un paseo por el vecindario mientras papá y mamá están fuera—. Dice Linda acercándose a nosotras y uniéndose a nuestro abrazo.

—Siiiiii—. Digo yo con emoción.

Bajamos a desayunar todos juntos y luego papa y mama se van y Linda me lleva al parque que hay al lado de casa.

—Linda sabes que mañana es un día especial—. Le digo cuando estamos volviendo a casa para comer.

—¿En serio y qué pasa mañana? —dice ella con una sonrisa.

—Es mi cumpleaños—. Le digo con emoción.

—Bueno, pues, si es así, tendremos que planear el día para que sea divertido—. Dice Linda sacando las llaves de casa que tenía en el bolsillo.

—Vale—. Digo yo en el momento que abre la puerta de casa.

Cuando entramos subo corriendo las escaleras para coger un papel para organizar el día. Linda se va a la cocina para calentar los macarrones que nos han dejado preparados.

Bajo con el papel y el boli y veo que Linda está en llamada con su mejor amiga, me siento en la silla sin decir nada, cuando cuelga se gira a mí con una sonrisa en la cara.

—Me ha dicho Renee que mañana no tenemos ni colegio ni instituto­—. Dice Linda, yo la miro extrañada— Bueno que su madre le ha dicho que mañana y pasado hay fiesta.

Sonrió y ella se sienta conmigo. En eso la vuelven a llamar.

—Es un número desconocido—. Dice ella antes de contestar— ¿Quién es? —pregunta.

La sonrisa de su cara va desvaneciendo a una de preocupación. Yo dejo mis cubiertos en la mesa y me la miro extrañada.

—Pero los dos están bien—. Pregunta mi hermana, en eso mi cabeza empieza a dar vueltas— Si ya vamos—. Finaliza mi hermana.

—¿Qué pasa? —digo con preocupación, Linda no responde, solo coge una mochila, coge dos tapes y pone los macarrones de los platos en cada uno de ellos.

—Ella coge dos botellas de agua y dos servilletas rápido—. Dice mientras limpia los cubiertos con las servilletas, se asoma a los cajones y pilla el celo, yo obedezco su orden y voy a por el agua y por las servilletas—. Ves a mi habitación y coge mi cartera que está en la mochila del cole que están las tarjetas del bus—. Dice cuando ya le doy lo que me ha pedido, subo corriendo y se lo bajo, ella pilla las llaves de casa. Cuando ya estoy, salimos de casa a la parada de bus que tenemos al lado de casa.

Reina del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora