Siempre me ha enseñado a no tener miedo a nada, también a proteger a mi familia, pero lo que nunca he aprendido es cuando esas palabras fueron una rutina.
Me levanto de la cama y me pongo una falda de cuadros con un jersey blanco miro a mi alrededor y todo esta como antes cuando abro la puerta un hocico se asoma por la puerta pensando no le he puesto nombre pienso nombres y me sale "Bobby" bajo las escaleras con Bobby pisándome los talones cuando estoy abajo me hago un sanguis y un zumo me pongo los zapatos y salgo con mi mochila del cole con el perro a dar una vuelta antes de ir al instituto doy la vuelta a la manzana y lo dejo en casa. Cojo mis llaves de la moto y de casa cierro la puerta con llave y me voy al instituto cuando llego otra vez tarde me encuentro a Matías en las misma que cuando nos conocimos perdido por los pasillos corro y me choco con él se me caen los libros y esta vez el me ayuda.
—Buenos días guapa—. me dice dándome el libro de química— Como dormiste...
Una voz lo interrumpe con sequedad.
—A clase ya los dos—. nos dice el director.
Nos levantamos de un salto y corremos a clase los dos juntos. Ya se ha vuelto una rutina que los chicos miren con odio a Matías y las chicas a mí.
—Buenos otra vez llegáis tarde—. nos dice el profesor de matemáticas— Sé que no os gustan, pero no hace falta que lleguéis tarde a mis clases—. a todos se nos escapa una risa— Bueno ahora sentaros.
Me siento con Sophia y Matías con Marcos.
La clase empieza, pero de repente entra alguien que nunca había, se acerca al director y le susurra algo a la oreja al profesor, abre los ojos como platos, y luego dirige su mirada hacia mí.
—Ella puedes salir un momento— dice el profesor yo me levanto con cuidado pero con precaución, miro a Sophia que esta igual de asombrada que yo, luego dirijo mi mirada hacia Matías que está mirando fijamente al hombre que está al lado del director y por ultimo a Marcos que está mirándome a los ojos su mirada es sincera <<me está deseando suerte>> voy caminando por las filas y me paro delante del hombre, el me señala la puerta con la mano salgo de clase despacio y cuando estoy a punto de cruzar la puerta escucho como una silla se arrastra, cuando me giro veo a Matías ha cambiado de mirar al hombre con odio a mirarme a mí con preocupación.
—Jiménez, siéntate a tu sitio— le ordena el director, pero Matías pasa de él y va a mi lado— Jiménez siéntate otra vez a tu sitio o al despacho del director.
Matías me mira y me susurra algo a la oreja antes de sentarse a su sitio. Las palabras resuenan una y otra vez por mi cabeza hasta que choco con alguien levanto un poco la vista y veo a mi hermana.
—¿Qué pasa Linda? —le pregunto ella no me dice nada, yo me giro al hombre que tenemos delante— ¿Qué quieres?
El al final habla.
—Buenas tardes les venía a decir el caso de vuestra madre del accidente no fue un accidente.
Esas palabras me dejan impactadas por un momento.
—¿Como que no? —suelta mi hermana mientras yo estoy aún pensando— Y también porque lo decís ahora, han pasado ya 10 años y lo decís ahora—. cuando dice eso cambia su voz de sorpresa odio.
En eso reacciono y lo cojo de la camiseta.
—¿Quién la mato? —digo chillando con rabia y con tristeza— Quien la mataría era una buena persona—. en eso unas manos me separan de el— ¿Quién cojones la mato? —digo con odio.
—Tranquila Ella—. me dice Linda mientras me cojo por los hombros.
—No puedo tranquilizarme sin saber quién cojones la mato y está viva viviendo una vida que ella podría estar viviendo ahora mismo—. en eso la puerta de clase se abre y se asoma una cabeza, es Matías.
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Reina del amor
Teen FictionUna chica de 16 años que le gusta ayudar a la gente, con lo que mejor se le da es ayudar con el amor, es como cupido en humano. Se le ha coronado como la reina del amor. Pero nunca se ha enamorado, hasta este año que a conocido al chico nuevo que ti...