19-Aceptados. [✅]

11 2 0
                                    

Cojo la llamada de mi teléfono, veo que es un número desconocido, me aclaro la voz antes de contestar.

—¿Diga?

—Buenos días, señorita Ella ha sido contratada para ser camarera.

—Gracias y puedo hacerle una pregunta.

—Vale.

—Sophia, Marcos y Matías. ¿También están contratados?

—Bueno, eso no puedo decirlo, ya se lo preguntarás usted a ellos dentro de 10 minutos.

—Vale y gracias.

No dice nada, solo cuelga.

Como había dicho el hombre, dentro de diez minutos estaban haciendo una llamada grupal.

—¿Bueno os han contratado? —pregunto yo.

—Si—. Dice Sophia.

—Si—. Dice Marcos.

—Si—. Dice Matías.

—A mí también. Bueno, ya tenemos trabajo los cuatro, ahora solo falta la universidad que en teoría nos lo dirán dentro de unas cuantas semanas.

Todos no dicen nada, pero creo que están asintiendo. Luego colgamos todos y yo bajo corriendo las escaleras para contarle la noticia a mi padre y a Linda.

Ellos están orgullosos de mí, aunque papá tiene miedo de que me pase como le paso a mama. Cuando se enteró de esto le impacto más que a Linda y a mí porque cuando llegue lo vi llorando y Linda intentando consolarlo al verme me hizo una señal para que uniera al abrazo.

Linda, en cambio, se alegró desde el primer momento y me dijo que estaba muy orgullosa de mí de que quisiera ganarme las cosas con mis esfuerzos.

Bueno fuimos de restaurante para celebrarlo, luego nos fuimos a casa y nos pusimos a ver la tele, cuando ya nos acabamos la película papá saco la consola del cajón y nos pusimos a jugar.

—Pero Linda corre que si no papá nos ganara.

—Voy lo más rápido que puedo.

—Toma he ganado—. Dijo nuestro padre saltando del sofá para bailar.

Le di con el cojín con suavidad. Hacía tiempo que no jugábamos, cada uno era bueno en algo, papá en las carreras, yo en las peleas y Linda en las armas y mama era buena en los coches.

Ahora me tocaba elegir a mí, cogí uno que era de cuatro, los grupos eran los siguientes...

Linda con papá y yo con mama, pero como ya no estaba jugaba sola en eso que pongo el CD se escucha el timbre. Abro la puerta y me fijo en la persona que tengo delante Esmeralda.

—Bueno, me han dicho que has conseguido trabajo y he venido a felicitarte.

Le doy un abrazo y le indico para que pase, ella al pasar ve a papá y a Linda con los mandos de la consola.

—Ibais a jugar sin mí. Que falta de respeto es esto.

Nos reímos todos y le doy el mando de mama, ella se sienta a mi lado y empezamos a jugar, veo que la tía Esmeralda se le da bien lo de los coches.

—Hemos ganado.

Nos chocamos los cinco, la tía y yo y miramos a papá y a Linda que empiezan a tener sueño, nos vamos todos a dormir.

Primer día de trabajo corro hacia la cocina, cojo un bol, pongo los cereales, me los como en cinco minutos, cojo mis zapatos, los pongo y voy directa a trabajar llego y ya están todos allí, entramos y empieza nuestro primer día trabajando.

Viene gente amable, aunque también gente muy borde. Hay grupos de gentes que viene muy elegante como la mesa de chicas que la está atendiendo Sophia, cuando me voy a dar la vuelta para recoger la mesa entran unas personas que me suena mucho su cara cuando desvío mi mirada a Matías veo que los mira con odio y la vuelvo a desviar, pero esta vez a Sophia que está asombrada cuando la desvío esta vez a Marcos veo que aprieta los puños y vuelvo a desviarla a los dos chicos y ya sé quien son "Steve y Daniel".

Recojo todo rápido y me acerco a ellos—con suerte puedo ser que no se acuerden de nosotros— qué equivocada estoy cuando me ven sonríen, yo desvío la mirada a Sophia y ella viene y se pone conmigo.

—Hola buenas—. Dice Sophia sonando totalmente educada.

—Hola una mesa para dos—. Responde Steve.

—Reserva—. Digo yo.

—Si a nombre de Steve.

Miro la lista y si hay una reserva a ese nombre. Los guio hasta su mesa y en eso se acerca Matías.

—¿Qué queréis de beber?

—Pero bueno que sorpresa estáis todos.

En eso pasa un camarero por nuestro lado, yo con la bandeja aun en las manos lo sigo y cuando ya estoy en cocina. Veo que él coge unos platos para servir.

—¿Una pregunta?

—¿Sí?

—Podrías atender la mesa 10 por favor porque paso una cosa y si quieres luego te lo explico.

—Vale. Sin problema, pero tú atiende la 16.

Asiento y en eso me da los platos y va a la mesa 10 donde Matías ya se ha ido, cuando voy a dejar los platos en la 16 veo que una chica no para de mirar al camarero.

Decido no decir nada, pero me da mucha curiosidad.

—¿Almejas al vapor?

—Yo—. Dice la chica.

—Ensalada cesar.

—Yo—. Dice la otra.

—Raviolis de carne.

—Yo—. Dice la última chica.

Voy para adentro y me veo a Sophia diciéndole algo a Matías, este se relaja.

—¿Qué pasa?

—Que tu novio quiere matar a esos dos—. Dice señalando la cámara.

—Tranquilo que ya se ocupa Max.

No dice nada, pero se le nota que aún está cabreado de verlos, coge el plato y se va a la mesa sin decir nada. Sophia y yo nos miramos y soltamos un suspiro.

El día ha pasado muy lento y encima Daniel y Steve han estado tres horas y cada vez que alguien les iba a decir algo ellos pedían algo.

Cuando era nuestro descanso le explique a Max lo de la discoteca y eso él se rio y cuando miraba a Matías él lo miraba con cara de psicópata.

Ya eran las 11:59 de la noche que faltaba un minuto para acabar de trabajar.

Cuando llegué a casa me metí a la cama y me dormí al monto. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Reina del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora