ALPHA PRIDE || ♡KiriBaku♡ || ♂Omegaverse♂

♡ 12 ♡

Se sintió repentinamente mareado, la habitación comenzó a distorsionar se a su alrededor, Izuku se escuchaba lejano y borroso, como una película en mal estado que era reproducida desde un proyector. 

—Es una chica muy joven, no voy a permitir que sus antecedentes se manchen de esta manera tan trivial— señaló Deku, sonando relajado, depositando un casto beso en los dedos de Bakugou —. Yo estaré bien, es natural que reaccione así, después de todo es un Alfa...

      El Alfa se apartó de él de forma súbita, levantándose de su asiento y retrocediendo como si el Omega tuviera alguna clase de virus altamente contagioso. El terror era visible en todo su rostro, expresivo y sin tapujos. Izuku quiso alcanzarlo pero Bakugou retrocedió tres pasos más, jadeando y pálido. 

       En su mente un sinfín de pensamientos lo atosigaban, haciendo eco; pululando culpa y recelo. ¿En verdad esa era la verdadera forma de todo?

— ¡No!— gritó, furioso —. ¡Ella tiene que pagar! ¡Las cosas no se pueden quedar como si nada hubiera pasado!

— ¡Pero nada pasó!— contraatacó Izuku.

— ¿Y si hubiera pasado? ¡La ley te protege a ti tanto como a ella!

— ¿Por qué insistes? Todo está bien, estoy bien. La única herida aquí fue ella y rechazó la asistencia de los paramédicos, ¡¿acaso no comprendes la situación?! ¡Es una niña!

— ¡Ridículo!¡Si actuó como adulto debe responsabilizarse como adulto! ¡Esa vez yo también era un niño y...!

      Ah...

       Entonces Bakugou lo comprendió. No era que odiara a la chica o que quisiera hacer justicia. No, era algo más profundo, que lo había estado persiguiendo y carcomiendo. Se había proyectado en ella y quería que fuera castigada para poder redimirse a si mismo... para pagar por sus crímenes impunes.

      Alzó la mirada para encontrarse con los consternados ojos verdes de Izuku.

—Kacchan...

—No digas nada... no lo menciones... no he dicho nada...— tartamudeó, ofuscado, apartándose, casi tirando de sus cabellos.

       Pero era tarde y sí lo había dicho.

—Eres diferente a ella— admitió el peliverde y por un momento Bakugou se sintió ofendido —. Yo te amo, profundamente. Jamás he tenido ojos para otros Alfas. Después de aquella primera vez, todo fue consentido, te lo he dicho una y otra vez: no haz hecho nada malo conmigo.

—Sí lo he hecho, tantas veces que ya lo haz normalizado...

     Izuku suspiró.

—Entiendo tu sentir, de verdad. Pero éste camino no me ha hecho infeliz ni culpable, te amo. Lamento que no sea lo mismo para ti y también lamento no poder comprender del todo la oscuridad que hay en tu corazón. Aún así quiero que me permitas estar a tu lado.

       El Alfa era incapaz de pronunciar palabra porque no sabía que debía de responder. Se giró, dándole la espalda, ocultando su avergonzado rostro y sus inminentes ganas de estallar en llanto. Su corazón se sentía pesado, las emociones de todo el día se juntaron y deseaban estallar; la culpa de haber dejado plantado a Deku y a sus padres, haberlo engañado cometiendo Tabú y disfrutarlo, volver a ver a ese Alfa que hacía su corazón agitarse, la agresión a Kaminari y a Kyouka, ver a Shouto destrozado y sentirse tan excitado e intoxicado por las feromonas de Kirishima... todo simplemente lo superaba. ¿Qué más podía pasar?

       Pensó que ya nada podía empeorar...

—Sin embargo, Kacchan, ella en verdad no tuvo la culpa de lo que hizo. Mi cuerpo reaccionó porque... porque ella es...