♡ 25 ♡

65 15 0
                                    

KATSUKI BAKUGOU

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

KATSUKI BAKUGOU.

Su celo estaba completamente fuera de control. Al principio pudo contenerlo, estaba dentro el margen de lo normal, pero cuando comenzó a pasar el tiempo sin tomar un supresor; el calor comenzó darle la sensación de que su cerebro se derretía dentro de su cráneo. Estaba tan fuera de sí que no podía formular un sólo pensamiento racional, estaba a merced de su instinto.

       Despertó sobre una camilla, con un dolor punzante en las muñecas y tobillos, estaba vistiendo una bata en color crema y en el dorso de su mano había una intravenosa suministrándole una solución salina. Se levantó, somnoliento y con el cuerpo pesado como el acero. Al sentarse, notó algo extraño en la pierna y apartando cuidadosamente las sábanas se percató del un dispositivo adherido a su piel, similar a las bombas de insulina. Lo tocó con suavidad. Supo de que se trataba pues tiempo atrás, poco tiempo después de su primer encuentro sexual con Izuku Midoriya, sus padres (por recomendación médica) le habían colocado una bomba de supresores. Era idéntica a que la estaba usando en ese momento. Dedujo que el personal médico no había podido controlarlo u obligarlo a tomar el medicamento, así como tampoco habría surtido efecto cuando se lo inyectaron, habrían optado por una solución más compleja pero sin margen de error.

       Aquel pequeño aparato le suministraba una pequeña dosis de supresores que le impedirían entrar en celo durante el periodo que durara el medicamento. Se utilizaba como último recurso pues podía provocar efectos secundarios a largo plazo. Esto podría afectar también sus feromonas, volviéndolas desagradables al olfato. Sin embargo, Bakugou ya lo había utilizado en una ocasión y no surtieron efectos secundarios pues sólo se administraron en un único ciclo; tal y como parecía ser en ese momento.

       Se sentó en la camilla, acomodando sus pensamientos en orden. Desde lo que había hecho por la mañana hasta que habló con el hijo menor de la familia Imasuji. Entonces, como si hubiera sido invocado, Hanta Sero entró a la habitación con semblante abatido. Sus ojos se cruzaron con los de Bakugou y su expresión se volvió completamente diferente.

— ¡Bakugou!— exclamó con los ojos vidriosos. Corrió por la habitacion y se abalanzó sobre él para abrazarlo —. Me alegra que hayas despertado tan rápido.

       El Alfa sintió el arrebato de regalarlo pero se contuvo. Le devolvió el abrazo y palmeó un par de veces su espalda.

— ¿Por qué tardaría en despertar? Sólo ha sido uno de mis celos más fuertes, nada fuera de lo que estoy acostumbrado— le dijo, tranquilizándolo, aunque en su voz podía denotarse un tono de regaño.

      Sero se separó de él limpiando sus lágrimas con la manga de su chaqueta. Acercó una silla plástica junto a la camilla y tomó asiento junto a su amigo.

—Fue una odisea traerte cargando. Eres más pesado de lo que pareces. Cuando llegamos, despertaste y te pusiste muy violento— explicó —. Golpeaste a un médico y casi atacaste a una enfermera.

ALPHA PRIDE || ♡KiriBaku♡ || ♂Omegaverse♂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora