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— ¿Cómo dices...?— preguntó Kirishima, genuinamente sorprendido.

—Cuando nuestros ojos se encontraron fue como si toda mi existencia cobrara sentido— le explicó, calmada, limpiando las lágrimas secas con el dobladillo sucio de su chaqueta cuidando de no tocar demasiado su herida amoratada —. Nada me importaba en ese momento, ni mi estatus, ni mi futuro, tampoco haber terminado con mi novia... fue como si todo mi universo se reacomodara para poner a esa persona en el centro y que todo girara a su alrededor. 

      Llevó sus dedos hasta la herida en su rostro y se contrajo un poco cuando la tocó.

—Yo ya lo había visto— admitió —. Ayer. Estamos lejos pero pude ver su rostro aunque nuestros ojos no se encontraron, me pareció realmente hermoso. Yo había terminado con mi novia hace unas semanas y había estado sumamente estresada porque me dijo que había encontrado a su pareja destinada y que no podía seguir conmigo. Teníamos cerca de diecisiete meses de relación y me cambió de pronto, aún cuando habíamos acordado vivir juntas en la universidad. Me sentía tan enojada que termine descargando esa ira con el tío Testu. Pero ahora, siento que la comprendo un poco.

       Ochako había nacido cuando Kirishima tenía dieciocho años, la tuvo con una mujer que era tres años mayor que él, sin embargo, ésta había fallecido poco después del nacimiento de la niña. Así, sin recursos, dinero u apoyo, ante la constante discriminación y con la constante presión de Enji Todoroki de alguna manera logró sacarla adelante por cuatro años hasta que huvo un incidente con cierto Alfa de una prestigiosa familia. Todo explotó y la policía fue involucrada. Fue citado en la corte y se puso en duda su capacidad para criar a una hija. Con todo el dolor de su corazón, pues era también dejar ir una parte de la mujer que amó tan profundamente, cedió la custodia a Itsuka, la hermana mayor de su difunta pareja. Si bien tenía derecho a visitas, eran breves y supervisadas por orden de la corte aunque Itsuka hacia excepciones. Luego para el décimo cumpleaños de la niña, él aceptó un trabajo en el extranjero y las visitas se acabaron, aunque no el contacto. Por esa razón había decidido volver de nuevo a la ciudad, para estar con ella, pero nada lo preparó para lo que estaba escuchando.

       Justo en ese momento, Kirishima estaba en blanco. No había experiencia paterna que te preparara para un escenario como ese, ni siquiera en la escuela te lo explicaban a profundidad, sólo lo trataban como un mito creado para que aspiraramos a una pareja perfecta.

—Vagaba por el parque, me sentía todavía culpable porque había intoxicado a mi prima Itsuki con mis feromonas. Y él estaba ahí, hablando con una chica. Por alguna razón me sentí emocionada y entonces me acerque con la intención de hablarle, sólo eso, pero tropecé y caí de bruces. Como un quemado cliché de drama romántico — continuó con un tono un poco más sombrío —. Él fue amable y me tendió una mano para levantarme, fue entonces cuando nos miramos a los ojos... y mis sentidos se nublaron por completo. Fue... la experiencia más aterradora que he tenido.

     El miedo se reflejó en sus grandes ojos castaños, casi parecía estremecerse ante el recuerdo. Su padre sólo podía escucharla con atención mientras conducía hacia su departamento.

—He tenido celos fuertes, muy dolorosos y persistentes, pero ese celo fue... diferente. Era violento, sofocante, todo se desbordaba. Mi cuerpo no me pertenecía y a lo lejos las personas gritaban. Entonces escuché su voz suplicándome que no lo hiciera. Él... él  estaba llorando, papá. Sin embargo, en sus ojos no había miedo ni odio sino una profunda comprensión y volví en mí por un breve minuto... tenía mis manos intentando desabrochar su pantalón— su voz se quebró y las lágrimas volvieron a brotar —. Aún ambos en celo y frenéticos, él fue amable... Y yo fui horrible, un completo monstruo... en mi mente perduraba el pensamiento, el deseo,  de hacerlo mío, de marcarlo. Entonces me golpeé, varias veces, hasta que el dolor pudo más que nuestras feromonas, la policía llegó casi de inmediato. Y a pesar de todo, aquí— tocó su pecho, ahogando el llanto —, algo me grita que vaya a buscarlo. Tengo miedo, papá. Este sentimiento y lo que puede provocar me aterra porque ni siquiera es real, es mero instinto.

ALPHA PRIDE || ♡KiriBaku♡ || ♂Omegaverse♂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora