ALPHA PRIDE || ♡KiriBaku♡ || ♂Omegaverse♂

♡ 27 ♡

— ¿Lo dices porque te acostaste con el padre de Ochako?

        Palideció. Toda la sangre bajó hasta sus pies donde pareció congelarse bajo su piel. Había un nudo, fuertemente apretado, dentro de su garganta y sus manos comenzaron a temblar con ligereza. Todo pensamiento comenzaba a desvanecerse de su mente, dejando un sinfín de preguntas que lo acorralaban en un torbellino de culpa y amargura. Incluso pasó por su mente aquel beso que Izuku se había dado con la chica Alfa y el furtivo pensamiento de que él lo había hecho por venganza lo asaltó. Pero no, el Omega no era así tan... frívolo.

— ¿Cómo lo s...?— no pudo y no quiso terminar la frase que haría realidad sus miedos.

        Elevó la mirada para encontrarse con la mirada amable del chico que había estado a su lado por más de veinte años. Sin embargo, no vio ese tierno afecto con el que lo miraba con anterioridad; ahora se sentía frío y una considerable distancia.

— ¿Cómo lo supe?— preguntó Izuku, dándole forma a la pregunta que Bakugou fue incapaz de completar —. No lo sabía. Bueno no al menos con quien había sido. Mi celo puede ser sofocante pero jamás me ha dejado desinhibido. 

—Ah...

       De pronto lo recordó; la noche hace más de una semana donde cometió Tabú con aquel que antes era un desconocido y como imploró que su aroma no fuera descubierto.

       Izuku no ablandó la mirada ni por un segundo y Bakugou, por alguna molesta razón, comenzó a sentirse intimidado. El chico no era un Omega Dominante, así que era imposible que fuera sometido por sus feromonas hostiles o siquiera verse un poco afectado, pero su presencia comenzó a volverse hostil. 

—Esa vez que tuve mi celo— comenzó a explicar, paciente —. Me di cuenta de las marcas en tu cuerpo cuando quedamos completamente desnudos. En ese momento intenté convencerme de que se trataba de marcas que yo te había dejado así que iba a dejarlo pasar...— hizo una pausa, tocando con suavidad sus dedos entre sí —. Pero entonces las olí; feromonas desconocidas. Estaban impregnadas por todo tu cuerpo. Era un aroma que no había olfateado nunca así que no pude sacar conjeturas pero sin duda sabía que habías dormido con alguien.

       Bakugou tragó grueso, desviando la mirada a sus apretados puños sobre su regazo.

—Eijiro Kirishima usó sus feromonas para mantenerme a raya cuando nos encontramos en la estación del tren— continuó —. Ahí supe a quien pertenecían las feromonas que marcaban tu cuerpo.

— ¿Qué...?

        Consternado, el Alfa elevó la mirada encontrándose con los ojos vidriosos de Izuku, también tenía la nariz roja y hacía un gran esfuerzo por contenerse.

—No eran sólo feromonas residuales, te había marcado completamente como si fueras un Omega— le dio una sonrisa irónica, permitiendo que las lágrimas resbalaran por sus pómulos —. Debo admitirlo... eso hirió mi orgullo...

         No había palabras para expresar todo el arrepentimiento que el rubio estaba experimentando en ese momento.

— ¿Por qué estamos juntos, Kacchan?— inquirió, con recelo —. ¡¿Por qué quieres estar conmigo?!

       Todo se escuchaba demasiado lejano. Las cosa había explotado sin darle margen de error o cavidad para reflexionar en frío las cosas. Ahí estaban, todos los sentimientos no expresados, los pensamientos no estructurados, una persistente sensación de incomodidad que ya no podía soportar más. Tabú, amor, afecto, matrimonio, lujuria y deseo, la muerte y la violencia. Todo se arremolinaba, todo se mezclaba. Se esforzaba de sobremanera por no decir nada que pudiera agrandar la situación pero todo volvió a sobrepasarlo.