Capítulo 5

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Cuando Aeri se despertó, Sasuke esperó a que se espabilase un poco de su sueño y le dio de comer y, mientras que ella jugaba, él comería. Mientras él comía, la pequeña se encontraba en su manta de juegos jugando con un pequeño móvil de peluches que esta tenía incorporado. Mientras jugaba reía sin parar y mentiría si dijese que aquel sonido no le transportaba al paraíso, le encantaba ver que su hija era feliz con tan poco.

Cuando terminó de comer, comenzó a jugar con ella y ha hacerle cosquillas en la barriguita, lo cual hacía que la pequeña aún riese mas y mas, en realidad le apenaba mucho que Hinata se estuviese perdiendo todo aquello. Agarró la bolsa que contenía las cosas del bebé y agarró a la pequeña para ir hacía el coche. Iba a ir a casa de sus padres, así también ellos podrían verla y pasar un poco de tiempo con ella. Sabía que Hinata también la llevaba, pero consideraba que ellos tenían también derecho de pasar algo más de tiempo con su nieta. Su madre casi no dejaba que nadie se acercara a la pequeña, porque siempre quería hacerlo todo ella, desde cambiarle el pañal y comer, hasta jugar con ella para entretenerla un poco. Según su madre lo hacía porque no quería que la pequeña se olvidase de su abuela, ahí era cuando se sentía aún más culpable porque si no la podían ver más era por culpa de él.

La niña era maravillosa mientras iba en el coche, ya que o se entretenía mirando por la ventana o lo hacía durmiendo. No había un gran camino desde su apartamento hacia casa de sus padres, pero por como estaban las calles de mojadas y porque llevaba a su hija en el coche, conducía con mas precaución, no es que cuando su hija no estaba en el coche no condujese con precaución, si no que cuando ella estaba lo hacía con mas porque lo que más le dolería era que le pasase algo a ella.

Ella era lo que él más quería en este mundo, no podía decir que más que a Hinata o menos, ya que eran sentires distintos, pero Hinata ni siquiera parecía haberse dado cuenta que desde que llegó a su vida, él parecía ser solo un poco más abierto, aunque solo fuese con las personas que le importaban.

Al llegar a la casa de sus padres, ni siquiera le dio tiempo a bajarse del coche cuando su madre ya había abierto la puerta trasera y, mientras sujetaba de forma estratégica el paraguas, sacaba a la pequeña del portabebés y la cargaba en brazos. Siempre que Aeri veía a su abuela se ponía muy contenta y la abrazaba mientras sonreía, eso, obviamente hacía que el corazón de su madre se ensanchase al igual que su ego porque según le decía a su padre "Mi nieta me quiere mas a mi que a tí". Aquello siempre hacía reír al mayor.

Al pasar le causó bastante gracia ver como su madre simplemente dejaba que su padre la saludase, pero no que cargase en brazos a Aeri, porque según ella "Ya está con su abuela favorita". Finalmente se quedó observando a sus padres jugar con Aeri y como la hacían reir. Su madre se fue con Aeri para prepararle y que se tomase su biberón de cereales como merienda porque ya era la hora, dejando así a padre e hijo solos.

-¿Cómo se encuentra Hinata? - Preguntó su padre mirándolo y en realidad lo estaba observando.

-Pues, tiene que ir con su padre a que le hagan unas pruebas y se va mañana y vuelve el miércoles - contestó el muchacho mientras que lo miraba de vuelta-.

-Bueno, al menos tendrá más pruebas y podrá saber cómo avanza todo- contestó el hombre-, pero te pregunté cómo está Hinata.

-Intenta estar bien, pero se que le afecta toda la situación que estamos viviendo en estos momentos, pero espero que pronto todo este bien - contestó a su padre mirando ahora al suelo-. Se fue por mi culpa e intento que todo esté bien.

-Sabe que te arrepientes de lo que pasó y ya verás que pronto estará todo bien - infundió un poco de ánimos a su hijo, ya que sabía que también lo necesitaba-.

Nuevas aventuras (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora