Capítulo 30

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Después de un mes y medio, la galería estaba lista y había quedado realmente hermosa. Había quedado justo como ella lo quería todo y eso la alegraba demasiado. Sasuke también se había quedado sorprendido por el cambio, porque no era lo mismo ver la idea que ella había plasmado en aquellas hojas de cómo quedaría la reforma, a ver cómo había quedado de verdad y era igual que a lo que ella había plasmado. La había estado ayudando a colocarlo todo, al igual que habían hecho Naruto y Shikamaru, Sakura e Ino también la habían ayudado así que después de hacerlo ella se había ido con las chicas a comprar la comida. Obvio los niños iban con ellas, por lo que Sakura se había tenido que llevar el coche de Naruto y luego este seguramente se iría con Sasuke a la casa de los Uchiha.

Ellos se habían quedado para terminar de colocar y Sasuke había preparado una sorpresa especial para su futura esposa, con la que apenas le quedaban un par de días para casarse. La galería se inauguraba esa noche y ella había invitado a sus amigos, a la familia y había dicho a sus profesores que podían ir y avisar a sus alumnos para que los que quisieran pudiesen ir. La idea de la galería era también dar la oportunidad a los estudiantes de darse a conocer a través de sus obras.

La sorpresa que le había preparado a su futura esposa consistía en que a la entrada en uno de los huecos, había puesto en cuadros los bocetos que había hecho de cómo quería la galería, desde los primeros hasta los últimos. No era que fuesen muy a cuento, pero consideraba que también era parte de su obra y que merecía estar ahí. No podía decir que no había sido difícil tomar los bocetos originales, pero no había sido imposible.





Las horas pasaron y la inauguración llegó. Todos los invitados estaban fuera esperando a que cortasen la cinta roja. Obviamente, ella entraría primero y vería la sorpresa que él le había preparado. Al cortar la cinta, todos aplaudieron y al entrar enseguida su vista se fue a aquello que no debería de estar ahí. En cuanto lo vió sabía quien había sido. Había sido ese hombre que, pese a ser tan hermético, en su corazón tenía un infinito amor dentro de él.

Mientras que los invitados entraban, ella los saludó como la buena anfitriona que era, esperando el momento en el que fuese a hablar con Sasuke para expresarle lo mucho que le había gustado ese pequeño detalle que había tenido con ella.

Cuando por fin pudo moverse por el local, buscó al que en dos días sería su marido y nada mas llegar tomó su mano. Él estaba hablando con Naruto y con Shikamaru, así que los dejó terminar de hablar y cuando se alejaron lo miró a los ojos.

-Veo que te gustó la sorpresa - la miraba con una pequeña sonrisa -.

-Me ha encantado, ha sido preciosa, nunca se me habría ocurrido - comentó con una sonrisa -. Menos mal que te acordaste tu.





El día de la boda llegó por fin. Ambos se encontraban demasiado nerviosos, pero habían hecho su rutina de la mañana de forma normal. Habían desayunado juntos y todo. Aquel día, Sasuke se iría a casa de sus padres a prepararse e Hinata iría a la casa que había sido de su padre. Allí prepararían a las niñas, las cuales irían como niñas de las flores. Todo estaba bien ensayado así que no habría problema.

Después de limpiar las cosas del desayuno fueron a vestirse, se pusieron ropa cómoda, porque poco les iba a durar puesta si tenían que empezar a prepararse, al menos ella.

-No me vayas a hacer esperar - comentó el muchacho con la puerta de su coche abierta, viendo como ella cerraba la puerta de atrás -.

La joven se vuelve hacia él con una sonrisa coqueta.

-¿No sabes que lo bueno siempre se hace esperar? - Pregunta mientras abre la puerta de su coche.

-No me vas a tener como un pasmarote en el altar, porque si lo haces me iré - ante esa advertencia se escuchó su pequeña risa coqueta -.

Nuevas aventuras (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora