21. Los preparativos finales, siempre camino a Nibelheim

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— ¿Mañana vamos a Nibelheim?

—Pensé que estarías más feliz por la noticia. —dice Sephiroth sorprendido por la forma tan poco emocionada de Cloud al reaccionar. El rubio arruga un poco la cara y se frota la nuca.

—Es que no... No estoy listo aún para llegar allá.

Sephiroth levanta de su asiento y va hasta él. Ambos doblando el cuello para poder mirarse a la cara. Cloud tan bajo de estatura y Sephiroth tan alto. El peliplata lo toma del rostro y aprieta un poco las mejillas delgadas. Cloud frunce más el gesto.

—Puedes quedarte si eso quieres.

Implícitamente, Cloud tiene claro cómo dice lo contrario. Prometió quedarse con él y ahora que harán este viaje, es cuánto más necesita su apoyo y compañía.

—Es que—Cloud hace a Sephiroth dejar el agarre tan fuerte en su rostro—. No me siento listo para enfrentar a mi mamá... A Tifa. No he logrado nada de lo que prometí que haría. por el contrario, yo solo-

—Te volviste la perra del gran general Sephiroth—Ironiza cínico y lleno de diversión al respecto—. La vida está llena de desencantos Cloud. Uno más, uno menos. Deberías considerar un logro en sí mismo seguir vivo, para empezar. Considerando poco o nada que puedes hacer y lo que ha sucedido contigo presente. —mofa Sephiroth apartándose. Cloud se muerde el labio inferior, pero no agrega nada al respecto.

Sephiroth regresa a sus asuntos. Dejar todo listo para irse mañana en iniciar la larguísima travesía hacia ese pueblo a mitad de la nada. Cloud estuvo tentado a irse y dejar a Sephiroth solo por un rato. Quizá meditar mejor lo que será ir a Nibelheim a encontrarse con sus conocidos.

—Espera ahí. Estoy a punto de terminar.

Cloud disimula la incomodidad. Se sienta en el sofá y mira alrededor. Primero a esa figura de estrella amarilla y luego a ese cuadro de la playa con una enorme luna permitiendo ver las siluetas de dos niños.

— ¿De dónde los sacaste? La estrella y la pintura. —Sephiroth detiene lo que hace y ve ambas cosas un instante.

—Ambas cosas las compré en las islas de las tortugas—baja La atención hacia los documentos en el escritorio para continuar—. El vendedor no dejaba de fastidiarme así que solo le tiré el dinero en la cara y tomé lo primero que alcancé.

—Oh. Ya... que raro, siempre piensas en la playa.

— ¿Uh?

—Nada.

Sephiroth dice continuamente lo mucho que le gustaría ir a la playa. Es un detalle del que ni siquiera Sephiroth se ha dado cuenta. Para Cloud es entre divertido y torpe de parte de Sephiroth. Tiene la esperanza de que puedan acabar rápido el asunto en Nibelheim e ir a Costa del Sol después. Sephiroth seguro lo disfrutaría. Tener un tiempo de vacaciones reales. Sin sonidos de ciudad, un cielo plomizo y ShinRa presente constantemente.

Cloud bosteza y se recuesta en el sofá. Le da sueño de lo mucho que Sephiroth demora en terminar su trabajo. Diría que hasta lo hace a propósito. Acaba dormido de tanto aguardar y Sephiroth se dedica a verlo un rato. El pequeño, manipulativo, inútil y útil novio que tiene. Frunce las cejas con molestia ante su propia necesidad por mantenerlo agarrado. Como si de alguna forma, le hace sentir más cercano a la humanidad tener a quien mejor la encarna.

Alguien capaz de morir ante el más mínimo error, pero que lucha por ser mejor y así no morir.

Cloud es la humanidad en sí misma.

Humanidad en la que Sephiroth no encuentra lugar ninguno.

~ * * * ~

Sacude la cabeza y se ve con la necesidad de pasarse la mano por el cabello. Se le quedó mucha tierra pegada. Es un fastidio. Deja la moto cerca de la entrada de Cañón Cosmo y avanza al interior. Sin problemas con ShinRa queriendo conquistar el planeta entero como un juego de video, no hay tanta repelencia a los visitantes. Lo dejan alquilar una habitación en la posada y puede dejarse descansar al menos dos días antes de retomar su rumbo. Nibelheim se siente insanamente lejano.

Angel of Darkness || SefiKuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora