CHAPTER 34.- HERIDAS

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⚔.SELENE.⚔

Suelto una profunda y a la vez ligera respiración para terminar de calmar lo poco que queda de mi frustración.

Aunque el sol no ha salido esta tarde, se nota con mayor claridad que el cielo oscuro se avecina dando paso con rapidez y ocultando la claridad. El sonido del claxon de los autos a varios kilómetros de distancia desde el centro de la ciudad ingresan con ímpetu a mi agudo oído, tomado de la mano con la brisa del viento que mueven con brusquedad las hojas de los árboles a nuestro alrededor.

En la parte inferior el angosto callejón que vigilan la entrada principal, dos de los guardias esta en completo silencio y desolado a excepción de una anciana que camina con dificultad en la esquina con dos bolsas de plásticos.

El aire es fresco y refrescante, sus suaves golpecitos abrazan por completo mi cuerpo pero este, solo eriza una pequeña parte de mi piel descubierta como manos y rostro.

La tranquilidad me adormece pero este se esfuma al escuchar la voz alarmante de Elizabeth desde la planta baja - Tengo que ir - suelta, con pasos apresurados en dirección a la puerta, y detrás a un Doruk intentando detenerla con gestos de dolor en su rostro sin dejar de tocar la herida de su abdomen.

- No puede hacerlo, señorita Elizabeth - menciona el hombre.

Beth se detiene a la mitad del patio y se devuelve hacia el- ¿ Porqué no?-.

- Es una orden de Ismail, nadie puede salir de este lugar sin su autorización. No después de lo que le sucedió - .

Me aproximo hasta la barandilla y pregunto confusa porque no tengo idea de lo que esta pasando - ¿Qué sucede?-.

Ambos pares de ojos se estrellan en los míos, sin apartar la vista de ellos no me detengo en lo absoluto mientras camino hacia las escaleras.

- Arrestaron a Ahmed, hermana - menciona Beth, con un rostro totalmente preocupado - Y necesito ir a la comisaría -.

Frunzo el ceño, a la vez que comienzo a bajar los primeros peldaños - ¿Y porqué deberías ir ?- pregunto.

Se relame los labios y observo como sus manos juegan entre sí por los nervios.

- Esta allí por mi - replica, y desvía su mirada a los pies, continúa - Él me salvó - susurra por lo bajo.

La planta de mis pies tocan el último de los peldaños y me apresuro hasta ella, quien no se ha movido igual que Doruk.

-¿ Es cierto ? - esta vez le pregunto al castaño de cabello largo.

El color negro de las bolsas debajo de sus ojos es más pronunciada de lo normal y un hilo rojo se enmarca en la parte blanda en el interior de sus ojos justo un poco encima de las diminutas pestañas inferiores. Su tez es mucho más pálida de lo normal y puedo predecir que no se encuentra para nada bien.

KILL ME, THIS LIFE ⚔ 1° Libro Mafia TurcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora