𝙩𝙝𝙚 𝙬𝙖𝙮 𝙮𝙤𝙪 𝙙𝙧𝙞𝙫𝙚 (2)

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El viaje fue incómodo para ambos, ninguno de los dos hablaba. Lo único que se escuchaba era la radio de fondo, que también funcionaba mal.

Julieta.

El cansancio que manejo es impresionante. Bostecé un par de veces, pero traté de mantenerme despierta. Por lo menos para hacerle compañía, aunque no se si era bien recibida. 

-faltan como dos horas todavía, dormí si queres- primeras palabras que cruzábamos en media hora, bien ahí.

Le hice caso, me bajé los lentes de sol para tapar la poca luz que había afuera, me puse una campera por arriba y me dormí.

_

-la concha bien de su madre, este auto de mierda- Fue lo primero que escuché cuando me desperté. 

-¿qué pasó?- pregunté, pero él seguía enfocado en lo suyo. 

No había ni una mínima chance de que estuviéramos cerca de llegar. 

-¿por qué paraste acá, en la mitad de la nada?- 

-¿pensas que fue idea mía quedarme acá parado? No, ni en pedo. Pasa que este auto de mierda se apagó acá y no hay manera de hacer que se mueva. Encima tiene re poca nafta. No se que pasa-

-Spreen, nunca agarramos por acá cuando venimos hasta el monte ¿en donde te metiste?- miraba para todos lados, tratando de ubicarme.

-puede ser que me haya metido mal, no se veía muy bien el cartel…- miró a la ventana. Creo que sabía que si me miraba, lo iba a asesinar.

-Te voy a matar- escondí la cara entre mis manos- ¿no te fijaste en el mapa?-

-Se me apagó el celu- 

-¿Y el mío?- Me miró como si hubiese descubierto América. Lo desbloqueé, no tenía señal. Bien.

-De mal en peor vamos-

-Capaz se dan cuenta de que no estamos y nos vienen a buscar-

-como queres que nos vengan a buscar, si no saben por dónde te metiste- 

Salió del auto a intentar encontrar señal con mi celular, y volvió al rato.- se apagó- 

Ahora, aparte de no tener nafta, estamos incomunicados.

-nos quedamos literalmente en la mitad de la nada- salí del auto, si me quedaba ahí adentro me iba a dar un ataque.

Pasaron un par de horas, en las que tratamos de conseguir ayuda, y nada.

_

-Vamos a tener que esperar a que pase alguien por acá, a ver si puede ayudarnos- Iván suspiró.

No le contesté, estaba pensando en nuestros amigos y lo preocupados que deben estar.

-¿estás enojada conmigo?- preguntó acercándose al auto, como si no supiera la respuesta.

-obvio que estoy enojada, pelotudo. No sé cuándo vamos a volver, pienso que deben estar todos preocupados y lo peor de todo es que estamos solos porque leíste mal el cartel.- dije, y entré al auto, haciendo que él entrara conmigo.

-¿pensas que a mí me gusta estar acá con vos? ¿Que no estoy enojado por la situación?- me miró- no era mi plan quedarme en la mitad de la nada, y menos con la pibita más insoportable del grupo. Sos la última persona con la que quisiera estar acá, y sin embargo no me ves quejándome- bufó. 

Auch.

-¿Estás llorando?-

-no- giré más más cuello, no quería que me viera llorar.

Nos quedamos en silencio, cada uno mirando hacia su ventana.

-resopló- No quise decir eso- seguía sin mirarlo. -perdón, en serio- 

Casi me desnuco por lo rápido que giré la cabeza cuando escuché esa palabra.

-¿que dijiste?-

-no lo voy a repetir, lo escuchaste bien- me reí.- límpiate la cara, tenes lágrimas todavía.-

-no puedo creer que me hayas pedido perdón, por primera vez en tu vida. ¿Te sentís bien?- le toqué la frente y los cachetes

-no puedo creer que me hayas tocado por primera vez en tu vida ¿te sentís bien?- me hizo burla.

Es verdad. Él siempre me toca la cara para molestarme, pero yo nunca lo había hecho.

-¿estás bien?- asentí- Lo mínimo que podemos hacer, si vamos a estar acá toda la noche, es no matarnos al menos.-

Algo de razón tenía. 

-Voy a ir a ver si alguien nos puede ayudar- dijo abriendo la puerta, y le agarré el brazo.

-No me dejes sola, mira si aparece algún payaso asesino, de esos que aparecían en la ruta- me asusté de solo pensarlo.- Vas de día si queres, de día no me da miedo- 

Nunca escuché una carcajada tan grande como la de Iván después de decir lo que dije.

Que hijo de puta.

Cerró la puerta y se quedó sentado mirando al volante. Yo estaba de costado mirándolo a él. 

-Te dan miedo muchas cosas raras, Juli- se rió. 

-es la primera vez que me decis Juli- 

Me miró y sonrió. 

-tenes razón

Va a ser una larga noche.



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No les puedo explicar lo que disfruto escribiendo esta historia.

Espero que les guste tanto como a mi.

Comenten que me encanta leer lo que ponen<3

-Mica :)

𝘵𝘩𝘦 𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴 𝘐 𝘩𝘢𝘵𝘦 𝘢𝘣𝘰𝘶𝘵 𝘺𝘰𝘶 | 𝘴𝘱𝘳𝘦𝘦𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora