𝙮𝙤𝙪𝙧 𝙟𝙤𝙠𝙚𝙨

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-¿Les copa si salimos a comer por ahí?- propuso Carre. Estábamos juntos hace un rato y no sabíamos qué hacer. Habíamos tirado un par de lugares pero no se decidían.

-Me copa- dije sonriendo- hay un lugar que abrió hace poco y dicen que es re lindo ¿quieren ir ahí?-

-yo fui y es una mierda- dijo Iván, tan copado como siempre.

-podrías decir algún lugar vos en vez de criticar tanto- Rodé los ojos.

-no empiecen- nos cortó Nico.- tiramos una moneda y listo, así no se pelean.-

Al final ganó el lugar que yo había dicho. 

Para ir nos teníamos que separar en dos autos, el de Carre por un lado y el de Nico por otro. 

-Yo voy con Nacho y Nico- dije cuando los dos dijeron que iban en el mismo auto. 

-Dale, viene este también- dijo Nacho señalando a Iván. 

-Voy con ustedes entonces- le dije a Guada, entrelazando nuestros brazos tipo señoras.

-Yo voy con ustedes, no sé por qué Nacho dijo eso- le dijo Spreen a mi amiga. 

-Bueno, me tomo un Uber entonces- me negaba a compartir espacio con ese ser.

-Ya dijiste que ibas con nosotros, Julieta. No podes cambiar cada dos segundos. Ahora te quedas acá- Me rezongó Guada, y yo me quejé. 

No sé por qué querían que estuviéramos juntos todo el tiempo. Encima, no es la primera vez que lo hacen. Se piensan que estar juntos va a hacer que me caiga mejor, cuando es todo lo contrario.

Me senté en el asiento de adelante, para evitar silencios incómodos y miradas con el susodicho, pero Carre me voló para atrás enseguida diciéndome "adelante solo va mi señora". Pollerudo. 

Igual los amo.

-Que bajón, tenes que compartir asiento conmigo- dijo tomándome el pelo. No contesté nada, mire para afuera para ignorarlo. Nacho y Nico se cagaban de risa desde el otro auto.

-quería ir con ustedes- les dije haciendo puchero desde la ventana. 

-a la vuelta te traemos, Ju.- dijo Nico y me guiñó el ojo. No les creía una mierda.

Rodri puso el auto en marcha y se pusieron a hablar boludeces. Guada e Ivan hablaban un montón, no entiendo como hacen para llevarse tan bien. Viniendo de mi amiga, es como una traición. Lara también se lleva bien con él. No sé cual es el problema que tiene conmigo.

Nos reíamos por cosas que decían Guada y Rodri, pero cuando yo decía algo Iván no se reía. Empecé a hacer lo mismo.

Igual me costaba un montón, me tenía que morder los cachetes para no soltar la risa.

Antes de entrar al restaurante Guada me agarró para atarse los cordones, haciendo que nos quedáramos atrás de todos. 

-boluda, qué viaje tan gracioso- le dije

-si mal, igual te vi aguantando la risa pila de veces. ¿Qué onda, por qué no te reías?- me miró.

-Porque no quiero que piense que me cae bien.- 

-Ay Juli, te vas a reír del chiste no a pedirle casamiento- rodó los ojos.- Dale vamos, amarga.- 

Entramos y en la mesa quedaban dos sillas libres, una al lado de Rodri y la otra se la pueden imaginar. 

-La próxima que llegues tarde te sentas al lado de Iván- me dijo Nacho, cambiándose de asiento y dejándome entre Rodri y Nico.

-Te amo, gracias- le di un beso en el cachete.

Comimos, tomamos, nos cagamos de risa. Un éxito todo.

La cagada fue a la vuelta.

Estaba cansada porque había madrugado, y eso me ponía de mal humor. Ivan venía atomizado hace 20 cuadras con el mismo tema y no se callaba más.

-yo se que te queres reir- dijo mirándome

-¿eh?- lo miré confundida- ni que fueras tan gracioso, nene.

Se quedó callado dos segundos y tiró -vos tampoco me pareces tan graciosa-

-Que me importa a mi si te parezco graciosa o no- suspiré y apoyé la cabeza en el respaldo, cerrando los ojos.

-qué criterio tenes para decir si soy gracioso o no, entonces- 

-uy basta- 

-no, boluda. Posta te pregunto, si decis que no soy gracioso ¿que te hace graciosa a vos? si haces los mismos chistes pelotudos que hago yo- ja, se enojaba.

-cortenla o se bajan acá- dijo Carre mirándonos por el retrovisor. 

-yo no estoy hablando, es él el que se queja- levanté las manos defendiendome

-me quejo porque me bardeaste-

-¿cuando te bardee?- dije casi gritando.

-recién.-

-que pesado que sos, flaco-

Carre frenó en seco y desbloqueó las puertas. -bajense-

-Rodri, dale- 

-no, amor. Me tienen harto. Se bajan o no arranco.- 

Iván se bajó dando un portazo, y yo me quedé quieta hasta que sentí que me abrió la puerta.

-bajá- 

hice lo que me dijo y vimos cómo se alejaban.

-podía abrir la puerta yo sola- dije y empecé a caminar hacia mi casa. 

¿A quién se le ocurre dejarnos en la calle a esta hora? Estaba re quemada con Rodrigo y tan en otra que no me di cuenta cuando estaba cerca de mi casa. 

Cuando me paré a abrir la puerta miré para atrás y vi a Ivan a unos metros.

-¿qué haces acá? ¿No vivis para el otro lado?- 

-No iba a dejar que te vinieras sola.- dijo acercándose al otro lado de la reja.

-bueno, ya entré. Ya te podes ir- dije seca. Él seguía ahí parado, como si quisiera decirme algo.

-¿qué pasa?- 

-Dejé las llaves y la billetera en el auto- 

Abrí la reja de nuevo y lo dejé pasar. 

-Me quedo hasta que se haga de día y me voy, así no molesto- dijo una vez que entró. No le respondí. Le llevé una almohada y un par de mantas.

-avísame cuando te vayas, así te abro- 

𝘵𝘩𝘦 𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴 𝘐 𝘩𝘢𝘵𝘦 𝘢𝘣𝘰𝘶𝘵 𝘺𝘰𝘶 | 𝘴𝘱𝘳𝘦𝘦𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora