Julieta
-¿decis que vaya?- le pregunté a Guada. Le había contado lo que pasó.
-si no vas después de todo lo que nos dijiste, sos una tarada- sentenció la colorada.
Tenía razón, como casi siempre.
-que suerte, porque ya estoy acá-
-¿y para qué me preguntas, boludisima?-
-necesitaba un pequeño empujoncito.- admití.
Se rio- bueno, suerte amiga. Arreglen las cosas, te amo.-
Me despedí y colgué, buscando otro contacto para llamar.
Iván
Al final no estaba seguro de que Juli viniera. Le había mandado el mensaje ayer en la tarde y me lo contesto muy al rato, diciendo que tenía que ver si podía porque estaba complicada.
En este momento de la tarde ya había perdido toda esperanza de que viniera, hasta que me vibro el celular reiteradas veces.
Juli<3.
Me tiré de cabeza a contestar.
-hola Juli- dije un poco asustado, estaba pensando en que me iba a cancelar.
-Holis, al final si voy a tu casa.-
-¿queres que te vaya a buscar?-
-no-
-Juli, no seas boluda, ya es medio tarde para que estés viniendo sola-
-no preciso que me vayas a buscar porque ya estoy abajo-
-bueno, te voy a buscar hasta ahí… esperame-
Julieta
La realidad es que en el debate interno entre venir y no venir, la lista de pros y contras que tenía en mente, y todo el sobre-pensamiento que tuve, empecé a caminar para acá.
Cuando me di cuenta estaba en la puerta, preguntándome si debía llamarlo o no.
El ascensor se abrió, dejando ver a un muchacho de remera blanca y pantalones negros, con una cara de preocupación y ansiedad tremendas.
-hola juli- se acercó, supongo que para abrazarme, pero me quedé dura. No sabía si esto que estaba pasando era real.
Este tiempo sin verlo había parecido una eternidad, todavía estaba un poco perpleja.
Al ver que yo estaba así, se alejó, sin poder llegar a concretar el abrazo.
Subimos al ascensor y las ganas de abrazarlo iban en aumento, pero me contuve, podía esperar un poco más. Por lo menos hasta que me dijera de qué quería hablar.
Fue un "viaje" incómodo porque ninguno hablaba, íbamos en un silencio sepulcral. Pocas cosas me incomodaban más que el silencio, por lo que decidí hablar.
-¿todo bien?- pregunte en una voz más aguda de la normal.
-s…si si, todo bien- dijo dudando. Estaba tan nervioso como yo.
Esas fueron las únicas 5 palabras que cruzamos hasta llegar al departamento. Si toda la noche iba a ser así, ya planeaba un fracaso rotundo.
Abrió la puerta, haciéndose a un lado para dejarme pasar, y la cerró detrás de él. Me quedé parada mirando al suelo, y lo sentí pasando por al lado mio.
-¿queres tomar algo?-
-agua está bien-
Asintió y me lo alcanzó hasta donde estaba parada. -¿Te queres sentar?- dijo palmeando el sillón, en donde ya estaba sentado.
