Julieta
-ya va- grité cuando tocaron el timbre por tercera vez en 10 segundos.- que insoportable que sos.-
-holi-
-Guadalupe no podes ser tan impertinente- me quejé, dejando pasar a Lara, quien estaba delante de ella.
-puedo si, mira- tocó de nuevo el timbre.
-Dale, pesada. Entrá- la empuje hacia adentro.
-¿Qué hacen acá?- pregunté curiosa, hace bastante no las veía pero no habíamos hablado de juntarnos.
-Nada, justo pasábamos por el barrio y pensamos en venir a verte.-
-dale ¿y la razón de verdad?-
las dos se miraron, mientras pensaban en algo.
-no te veíamos hace mucho, y nos preocupamos.- Lara formó una línea con sus labios, y guada me sonrió forzadamente.
-estoy bien-
-siempre se puede estar mejor-
-que optimismo, hermana-
-Te queda lindo el pelo así, Ju- comentó Lara, y moví mi cabeza para que lo vieran bien.
Me lo había cortado hace poco. De tenerlo un poco más abajo de la cintura, pasé a tenerlo un poco más abajo de los hombros.
-para cerrar el ciclo- me reí de mí misma- o eso dicen-
-¿como estas?- preguntó Lara, sacando mis galletitas favoritas de su mochila.
-Bien ¿ustedes?-
-¿enserio estás bien?-
-si boludas, enserio. Basta de hacer todo este pamento solo porque Iván me boludeo. Ya está, si no me quiso ya vendrá otro que me quiera- me metí una galleta adentro de la boca y me encogí de hombros.
-se nota que estás bárbara che, ni un poco a la defensiva- soltó Guada.
La miré seria- no estoy a la defensiva, solo no quiero hablar de eso y listo-
-entonces tan bien no estás, si no queres hablar del tema.-
-¿puede ser que recién llegamos y ya nos estemos peleando?- dijo Lara.
-sos la menos indicada para hablar, amiga- si ya estamos hablando como unas locas, que le va a hacer una raya más más tigre ¿no verdad?
-¿yo qué hice?- pregunto, ofendida.
-nos trataste re mal pila de tiempo-
-¿cuando?-
-Lara ¿me estás jodiendo?- saltó guada- estuviste todo el mes pasado hablándonos mal. ¿no te acordas que nos peleamos una vez antes de salir?-
-uy, si es verdad- admitió- que paja, no me acordaba de eso.- Guada y yo quedamos sorprendidas. Por lo general cuando discutimos nunca asume responsabilidad.
-¿Qué onda? ¿Qué te pasó?- pregunté.- porque yo no te iba a decir nada, pero Guada estaba a punto de darte un cachetazo- me reí, y guada se unió.
-tampoco lo digas tan brusco- me retó- igual si-
-No se, se me juntaron muchas cosas y por algún lado iba a terminar explotando. No era mi intención que justo fuera con ustedes, pero no lo pude controlar muy bien.- Le agarré la mano.
-¿está todo bien?-
-si, no dije nada porque no las quería molestar- la mire con los ojos salidos, y antes que pudiera decir algo, guada me interrumpió.