Julieta
-pasame el jugo- le pedí a Belén, haciéndome la boluda.
-¿en serio lo bloqueaste?- dijo Belén, sin pasarme el jugo, y sin creerme.
Asentí y levanté la jarra para servir.
-a ver-
-¿a ver qué?-
-mostrame, no te creo-
miré hacia arriba, pidiéndole fuerzas a dios para no matarla, y le di mi celular.
-¿viste?-
asintió con culpa por no haberme creído.
-¿ahora si me queres contar qué pasó?-
-La verdad que no. Quiero enterrar esto en un cajón a 8 metros bajo tierra, pero sé que en algún momento voy a tener que hablar del tema.-
Iba a contestarle pero el sonido del timbre me distrajo.
-¿vas vos?- pregunté
-ni en pedo, vos estas más cerca- Rodé los ojos y me levanté.
Abrí la puerta para encontrarme a Iván del otro lado, con el Uber parado en la puerta.
-¿qué haces acá?- dije fría.
-¿puedo pasar? quiero hablar contigo.-
-No. Y tampoco hay nada para hablar. Que te vaya bien, Spreen- me miró triste. Hacer esto me está costando demasiado, pero no puedo dejarlo pasar.
-¿me podes decir que pasó aunque sea? Me bloqueaste, boluda.-
-¿Sabes que paso? Pasó que te fui a buscar a las 4 de la mañana al boliche, porque te sentías mal y según todos "pedías por Juli", y cuando llegué me dijiste que no me tenía que enterar de tu apuesta con Martín- la cara se le transformó. O sea que era verdad. -¿Qué? ¿Ahora no tenes nada para decir? ¿No querías hablar?-
-Juli, juro que te lo puedo explicar-
-lo único que quiero que hagas, es que te vayas y me dejes en paz- miré hacia el costado, aguantando las lágrimas.
-Pero escúchame aunque sea-
-¿qué queres que escuché? ¿cómo te reíste de mí durante meses? ¿qué pensé que en serio te caía bien, o incluso que te podía llegar a gustar?- me reí, por ser tan ilusa.- La verdad, la culpa no la tenes vos. La culpa es mía, por haberte creído. Por haber pensado que podías cambiar, y que de un día para el otro nos íbamos a llevar bien.-
-No fueron así las cosas, Juli- murmuró.
-si fueron así, o no, no me interesa. Lo único que quiero ahora es que te vayas de mi casa y me dejes llorar tranquila- confesé. Me miró con tristeza- porque lo único que hago desde ayer cuando me enteré, es llorar. Que te vaya bien- empecé a cerrar la puerta.-ah, me olvidaba de algo, Spreen- dije, y se dio vuelta para mirarme. -Felicitaciones por ganar la apuesta. Espero que tengas un lindo premio.- Cerré la puerta y me apoyé en ella.
Lo odio con todo mi corazón.
-Es un hijo de puta. No puedo creer que haya hecho eso. Tan bueno que parecía- dijo Belén negando, estaba totalmente decepcionada.
-¿escuchaste todo?- asintió.
-mamá también escuchó, lo quiere matar.- Me reí.
Tengo un quilombo en la cabeza en este momento.
-menos mal que lo eché hoy- dijo Belén, orgullosa de sí misma.
-¿qué le dijiste?-
Me contó, haciéndome reír y apareció nuestra madre, saliendo de la cocina.
-No lo quiero ver nunca más a ese nene en esta casa- dijo con el ceño fruncido.
-como si lo fuera a invitar, mamá.-
-si lo veo lo reviento-
Belén se estalló.- me imaginé a mamá pegandole y me dio gracia.- Solté una risita y me fui a tirar en mi cama.
Planeaba pasar todo el sábado ahí.
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-¿Juli?- me movió mi mamá.
-¿qué pasó?-
-¿vas a desayunar algo?-
-ya desayune-
-si, ayer-
Abrí los ojos por primera vez, y todo estaba como cuando me fui a dormir hace un rato. Bueno, hace un día.
-¿dormí un día entero?-
-si, mamita.- se sentó en la cama y me abrazó- ¿como estas?-
-dormida- me reí, y me copió.- no sé como estoy- me levanté de hombros.
-¿por qué no salís hoy con las chicas? te despejas o hablas con ellas.- asentí por obligación. No tenía ganas de hacer nada, pero mi madre ya me había prácticamente obligado.
Le mandé un mensaje a Guada a ver si estaba en su casa, y me contestó que estaba en lo de Rodri, pero que fuera igual.
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Llegué y empecé a subir el ascensor.
Pensaba que la última vez que estuve acá fue cuando Guada se había "quedado atorada".
Todos los recuerdos de ese día me vinieron de un golpe, y cuando bajé del ascensor ya tenía toda la cara mojada.
Esto de no poder manejar las emociones ya me estaba hartando.
Toqué la puerta, pensando que me iba a dar tiempo a limpiarme la cara, pero la abrieron en un milisegundo.
-¿qué pasó, gordi?- Vino Guada preocupada a abrazarme. Le correspondí, y traté de no llorar más.
-¿POR QUÉ LLORAS JULIETA?- Salió Carre de no se donde a unirse al abrazó.
Cuando se separaron les sonreí, y pegué un vistazo al apartamento, viendo a Iván sentado en el sillón.
Me limpie las lagrimas rápidamente, y me aclaré la voz.
-perdón, no sabía qué estaban ocupados.-
-pero quédate, Juli- Guada me miró confundida.
-No, tranqui. Ya me voy, después nos vemos-
-me voy yo, quédate- dijo Iván, parándose del sillón.
-No, quédate. Ya hiciste suficiente por mi- le respondí irónica.
Guada y Rodri miraban el intercambio totalmente tensos. Se había formado un ambiente incómodo.
-¿queres ir a la plaza?- dijo Guada, rápido, haciéndonos salir del apartamento. Rodri se quedó con Iván.
Cuando llegamos a la plaza, Guada me hizo contarle que había pasado.
-¿por eso no respondiste ayer?
asentí, y ella suspiró. -cuando llegue a casa lo voy a cagar a trompadas-
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Todas queriendo cagar a piñas a Iván son ustedes jsjsjsja.
¿todo bien? yo mucho mejor por suerte. Hoy me dormí y no fui a la facu, y apeoveché para actualizar.
Espero que les guste, pipis!💗
-Mica:)