Julieta
Hace tres días que no tenía noticias de Iván. Lo llamé 300 veces y no contestó ni una. Le mandé mensajes por WhatsApp, SMS, Instagram y Twitter. Hasta le mandé un mail.
Obvio que no contestó ninguno. Es peor que yo.
Llame a Guada porque estaba a punto de colapsar.
-Hola amiga ¿podes hablar?-
-yes, espera que pongo pausa- se escuchaba YouTube de fondo- ahora si, mamichula ¿que pasa? te escucho decaída.-
Me mordí el labio
-no empieces a llorar y contame- cómo me conoce, que increíble.
-iván sigue sin hablarme-
-¿por lo de la otra vez?-
Le dije que sí. Me dio una charla motivacional de que siguiera intentando, me hizo llorar, me consoló y después me pasó con Rodri.
-¿qué pasa que escucho que Guadita te dice que no llores?-
-ya sabes, ye te conté.-
-ah ¿es por el boludo de mi amigo?- me reí.
-Si, sigue sin contestarme. No se que hacer-
-¿queres que lo cague a piñazos?-
-te agradezco, pero no creo que sea lo mejor para que se desenoje- Sonreí.
Rodri tiene esa cualidad de decir dos boludeces y hacerme sentir 10 veces mejor. Me pone feliz que Guada esté con él.
-¿probaste con ir a la casa?-
-me va a echar-
-¿y si le digo que le mande algo y justo estás vos?- no era tan mala idea.
-...bueno.- lo pensé mejor- ¿sabes que? Dame 10 minutos que me baño, salgo para ahí y cuando esté allá te llamo así le avisas-
Rodri me dio el OK y yo hice lo que tenía que hacer.
_
Estacioné cerca de lo de Iván, entré al edificio y marqué el piso en el ascensor. Estaba con los nervios de punta, las manos sudadas y la garganta hecha un nudo.
Le avisé a Rodri que ya estaba acá y esperé.
Esperé unos minutos más y seguía sin abrir. Capaz que no está.
Ya fue, me voy.
Di media vuelta y comencé a caminar al ascensor.
-¿Juli?- su voz me congeló en el lugar donde estaba.
Giré mi cara con una expresión de culpa y lo vi ahí parado, recién despierto.
-hola- murmuré- ¿todo bien?
-¿qué haces acá?-
-te…- hice un carraspeo con la garganta, tratando de buscar las palabras que quería decir- ¿te vine a ver? No me contestabas y bueno…- forme una línea con mis labios.
-¿O sea que Carre no me dejó nada?- negué- ah- empezó a cerrar la puerta.
-Pará- me acerqué más. -Iván…-
-¿qué?- otra vez me habló seco.
-quiero hablar con vos-
-hablá-
Lo miré y no sabía qué decir. ¿para qué vine? trague en seco y le dije la verdad
-perdón por lo que hice…y… esas cosas- jugué con la manga de mi campera.
-¿ya está?- Me estaba lastimando hablándome así. Lo miré dolida. -No quise preocuparte, no fue mi intención. Me puse mal y me pintó para esa. Supongo que lo que estás haciendo vos es darme una "cucharada de mi propia medicina"- hice las comillas en el aire- pero te juro que ya entendí que estuve re mal. Después lo pensé y fue una estupidez, y no tengo que reclamarte nada porque no somos nada, y…- empecé a respirar más rápido.
Él me miraba sin expresar nada -¿no somos nada? Pensé que éramos amigos-
-bueno, si-
-entonces algo somos-
miré mis manos. -mejor me voy-
El morocho cerró los ojos y bufó -vení acá- Me agarró del brazo y me apretó contra él. Adivinen que estoy haciendo ahora. Exacto, lagrimear. -no sabes cómo me costó hacerte la ley del hielo- me apretó más.- decime que no estás llorando.- me miró.
-déjame, soy de Acuario.- me limpie las lagrimas y sonrió.- ¿me perdonas?
Asintió. -¿me perdonas vos a mi?-
asentí también. -La verdad es que te re quiero cagar a piñas, pero bueno no me queda otra.- Solté todo el aire que venía conteniendo.
-estaba durmiendo tremenda siesta- ay le cague el sueño.
-Ya me voy- me separé de él.
-No te estaba echando, te estaba invitando- se sonrojó y me dejó pasar.
Entré al departamento y esperé a que cerrará la puerta para seguirlo. Avisé donde estaba, por las dudas, y deje el celular en la mesa de luz.
Nos acostamos espalda con espalda, como si siguiéramos peleados. Se ve que los dos pensamos lo mismo, porque nos dimos vuelta al mismo tiempo.
-hola-
-hola- susurré.
-¿me haces mimitos?- Me derrite el corazón, les juro. Hice lo que me pidió y poco a poco fue cerrando los ojos.
Cuando estaba a punto de dormirse dijo- ¿Juli?-
-¿que pasa?-
-Te quiero. Muchísimo.- pasó un brazo por encima de mi cintura.
Cerré los ojos y comencé el diálogo conmigo misma, otra vez.
¿Estará bien si le digo lo que me pasa? Eso de que está en mi cabeza todo el tiempo, y que yo también lo quiero muchísimo.
Capaz es demasiado pronto ¿no? Es un tema medio delicado.
A veces cuando lo veo así, durmiendo, me pregunto si sueña sobre mí. Y cuando me mira a los ojos siento que estamos los dos en la misma, pero capaz no.
Pero me encanta como para seguir dejándolo pasar.
_________________________________________
tenía un cap más en borradores y dije bueeeeeno lo subo.
Aguante poner canciones de Taylor en lo que escribo loco, la amo mucho diooooos
ahora si, no sé hasta cuándo no actualizo de nuevo así que disfrútenlo, léanlo varias veces así se entretienen<3
Espero les guste💗💗💗💗💗-Mica:)