CIRCLES | James Potter

O11

O11: Diferente; Parte I

Jared pov.
Calle Magnolia.
Agosto 30, 1972.

↺

Habían sido las vacaciones más cansadas que jamás habia tenido, miraba por la ventana del autobús el paisaje de regreso a la ciudad de Londres.

Sentía que cualquier mínimo movimiento haría que me pusiera a gritar del dolor, fue un milagro que pudiera aguantar sin quejarme todo el campamento. Aunque tenía a mis compañeros de cabaña para mi diversión personal.

Tal vez debía conseguir algunas pociones para el próximo verano. Sentí que alguien se sentaba a mi lado, mire por el reflejo de la ventana quien era. Andrew Smith.

Volteé lentamente hacia el adolescente de ahora 16 años, quien seguía mirando hacia al frente. Por lo que volví a mirar por la ventana.

—Los chicos y yo te tenemos un trato.— Eso llamó mi atención, asentí un poco en señal de que lo estaba escuchando.

»Sí dejas de hacer que nosotros lleguemos tarde, nosotros te enseñaremos a pelear y dejaremos que sigas siendo el primero en la ducha.— Enderece mi espalda interesado, mordí por dentro mi mejilla algo inseguro.

Si bien, eso podría ayudarme bastante. Ya que el entrenador Miller dijo que amenos que no cumpliera los 15, no me enseñaría defensa propia.

Supongo que era porque seguía siendo un niño y mis huesos no eran lo suficientemente duros para soportar una caída en medio de una pelea.

Asentí levemente aceptando el trato y mire como Smith se levantaba yendo a donde estaban los demás compañeros de cabaña.

Pudo mirar por el reflejo de la ventana las expresiones aliviadas de los mayores, bufé divertido y seguí mirando el paisaje que habia delante mío.

Estaba emocionado de poder volver a ver a mi familia y a Severus, supongo que mi mejor amigo se había sentido algo abandonado.

Incluso empezaba a imaginarme la escena que podría hacerme Sev una vez volviera a verme después de semanas, solté una leve risilla ante la escena.

La única manera de hacer que Severus se sintiera mejor, era prometiendole escuchar sin quejas sus nuevas investigaciones en pociones.

En algún momento del camino, empecé a cabecear con la ventana en la que estaba recargado y los escenarios imaginarios de reencontrarme con mi familia fueron lo último que llegué a recordar antes de caer totalmente dormido.

Y mientras yo dormía, los demás alumnos del campamento me miraban desde sus asientos con sonrisas orgullosas. Entonces el entrenador los obligo a bajar la voz para que durmiera tranquilo el resto de nuestro viaje.

Sentía que alguien me movía un poco y me hablaba, abrí mis ojos um poco acostumbrándome a la luz a mi alrededor.

Me senté en mi lugar mientras parpadeaba varias veces y tallaba un poco mis ojos, alcé mi mirada hacia el entrenador quien parecía decirme algo que no escuchaba por el sueño.

Asentí sin entender del todo y fue cuando senti unos brazos tomarme por debajo de mis brazos justo en mis axilas y me alzaba tomándome de su cintura.

Recargue aún medio dormido mi cabeza en el hombro de aquella extraña figura mientras volvía dormitar un poco. Sentía mis piernas flotar en el aire pero el agarre firme en espalda me decía que estaba bien.

Escuchaba murmullos a mi alrededor y alguien me separó de la calida forma en la que ya me había acomodado.

Pero pude reconocer los brazos de mi padre y como acariciaba mi cabeza seguido de un beso sobre mi cabello. Alguien movió un poco una de mis manos que colgaba a mis lados.

Confundido, abrí un poco mis ojos mirando hacia abajo encontrándome con Lily y Severus, quienes me miraban con una sonrisa.

—Te vez diferente, Haz.— Habló Severus mirandome de una extraña manera, como si no me hubiera visto jamás.

Me encogí de hombros sin saber de qué me estaba hablando Sev, por lo cual seguí buscando una manera cómoda de poder seguir durmiendo.

—Está más bronceado.— Escuché a la lejanía la voz de Petunia y como alguien acariciaba su mano derecha.

Finalmente pude sentir como volvíamos a movernos y mis pies se balanceaban por el aire.

Tal vez si deba tomar en cuenta el consejo del entrenador Miller, sobre entre semana después de mis clases seguir haciendo que rutinas para estar con mayor condición física el próximo verano que volviera al campamento.

Entre sueños frunci mis cejas, el solo recuerdo de que después de clase tenga que seguir haciendo ejercicios me daba la sensacion de que tendría pesadillas.

Aunque sé que valdría la pena cada ejercicio que me pusiera a hacer.