Querido diario:
Soy Jared Hazel Evans.
Hoy junto a mi melliza Lily, he recibido una carta para asistir a Hogwarts. ¡Severus también irá!
Creó que este día podría ser el inicio de muchas aventuras, risas y buenos momentos.
-Jared. H. Evans.
Pd: Prime...
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Jared pov. Septiembre 1, 1972. Sala Común Slytherin.
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La cena de bienvenida para un nuevo año en Hogwarts, nunca había sido tan largo como lo había sido cuando llegué.
Supongo que fue porque todavía teníamos que esperar a que llegarán los primeros años y esperar la selección de casa de cada infante.
Me sentía tan malditamente mal, sentía que cualquier mínima palabra dirigida hacia mi haría que explotará contra la gente y tal vez le diga algunas cuantas cosas al respecto.
Claramente el Universo no estaba de mi lado, porque apenas cruce hacia la Sala Común junto a Severus. Lucius y Narcissa se interpusieron en nuestro camino con dos niños tomados de los hombros y poniéndolos entre los cuatro.
—Jared y Severus, que bueno que han llegado.— Sonreía ampliamente Lucius, sosteniendo de los hombros a un niño que se parecía a Black.
Entre cerré mis ojos, creía recordar que este niño era Regulus Black, y el que sostenía Narcissa era Bartemius Crouch Jr., unos de los primeros años que habían ingresado el día de hoy.
—Algunos primeros año fueron asignados al azar a los años mayores, y adivinen a quienes deben cuidar ustedes dos, Haz y Sev.— Esta vez fue Narcissa quien habló, al menos haciendo el favor de explicar el encargarnos unos niños.
Parpadee varias veces, mire al par de niños de primer año y luego a los mayores. Muy apenas Severus podía cuidar de mí, sería implosible que ahora intentará cuidar de tres.
—¿Seremos como sus guías?— Preguntó Sev, sabía que no muy convencido de poder cuidar de tantos niños.
—¡Exacto! Entonces una vez explicada la dinámica, los dejaremos para que se conozcan.— Entonces ambos rubios se alejaron, dejándonos a dos mini sangrepuras y a dos ❝sangre sucias❞ juntos.
La mirada que nos dedicaba Regulus Black decía claramente todo lo que estaba pensando al respecto, al contrario Bartemius parecía listo para escuchar lo que teníamos que decir.
—¿Quieren un recorrido por el castillo mañana?— Ofreció Sev a ambos niños, Bartemius asintió varias veces con entusiasmo.
—No pienso ir con unos sangre sucias.— Exhale por mis adentros de manera desesperada, Sev hizo una mueca por como nos habia hablado.
Pude notar como algunos años mayores miraban de reojo hacia nuestra dirección sin decir nada y como algunos reían mientras nos señalaban.
Honestamente ya había tenido demasiado de esa maldita idea clasista de los magos.
