Querido diario:
Soy Jared Hazel Evans.
Hoy junto a mi melliza Lily, he recibido una carta para asistir a Hogwarts. ¡Severus también irá!
Creó que este día podría ser el inicio de muchas aventuras, risas y buenos momentos.
-Jared. H. Evans.
Pd: Prime...
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Junio 23, 1972. Gran Comedor. Omnisciente POV.
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Todos los alumnos por debajo de séptimo año se preparaban para dejar Hogwarts, la graduación de los séptimo sería en algunas horas.
Algunos años menores se despedían de los más grandes, en una forma de agradecer su ayuda y que hayan sido sus guías mientras estaban aquí.
Ese era el caso de un peculiar grupo de Slytherin que estaba en las puertas del Gran Comedor, debido a que los menores debían de irse en algunos momentos.
—Sigo pensando que pasaste Runas Antiguas gracias a mi.— Fue Jared quién habló, mirando tranquilamente a Lucius.
El de cabellos platinos solo soltó una risa divertido y puso una de sus manos en el hombro derecho del menor, dándole un leve apreton en advertencia.
—Lo que te haga feliz, Haz.— Intentó sacarle la vuelta al asunto el mayor, mientras sonreía ocultando una advertencia.
Fue claro que eso no intimido en lo más mínimo al chico, eso era lo divertido de ver para los tres niños de primer año que estaban con ellos, mientras que Severus solo suspiraba intentando no reír.
Finalmente Lucius se alejo de su orgullo en Runas, para acercarse al niño que lo orgullecia en Pociones. Dándole también un apretón en el hombro del menor.
—Muy bien Severus, sigue como vas y serás el mejor Pocionista en el mundo mágico.— Eso parecio inflar el ego del joven, se pudo ver como había hinchado el pecho un poco.
Las despedidas siguieron durante los siguientes minutos, hasta que el Barón Sangriento se acercó al grupo a dar un último aviso, de que los menores ya debían empezar a retirarse.
—Nos vamos yendo, buscaremos un compartimento para todos.— Hablo Reg despidiéndose de su próximamente primo.
Ambos niños de segundo asintieron dejando que los tres primeros años se fueran adelantando hacia el embarcadero que los llevaría a Homsdage.
Finalmente, los tres niños mayores se quedaron a solas. Jared miraba a los lados en total silencio, mientras que Severus tenia su mirada sobre el suelo como si fuera lo más interesante del mundo.
—¿Saben lo que más me cansa? Que aunque me gradué tendré que venir a verlos.— Ambos niños de doce años voltearon a ver a Lucius con confusión y sorpresa.
»Tendre que venir a ver como les va en Hogwarts, y todo porque no saben defenderse bien en un duelo.— Refunfuño el rubio con fingida molestia.
