Querido diario:
Soy Jared Hazel Evans.
Hoy junto a mi melliza Lily, he recibido una carta para asistir a Hogwarts. ¡Severus también irá!
Creó que este día podría ser el inicio de muchas aventuras, risas y buenos momentos.
-Jared. H. Evans.
Pd: Prime...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Omnisciente pov. Diciembre 20, 1971. Pasillos de Hogwarts.
↺
Las próximas semanas antes de las vacaciones de Navidad, habían sido demasiado ocupadas para el chico Evans.
Cada cierto tiempo, los años mayores que estudiaban Runas Antiguas se acercaban a él pidiendo su opinión respecto a una tradición o le pedían que leyera la traducción de algún texto.
Claramente todo eso se detuvo hasta que la Profesora Bashtsheda Babbling de Runas Antiguas le puso un Troll a todos los trabajos que Jared habia traducido.
Si bien la Profesora estaba encantada con que un primer año tuviera un don natural para las Runas, también estaba furiosa con aquellos chicos mayores que se habían aprovechado.
Pero ahora finalmente las vacaciones de Navidad estaban a la vuelta de la esquina, todos los alumnos de Hogwarts que estaban por irse a casa, caminaban con sus baúles camino al embarcadero y ser llevados a Homsdage a la estacion del tren que los llevaría de vuelta a Londres.
Los niños caminaban frente a los demás años mayores, como si fuera algún desfile. Claramente, un dúo especial de Gryffindor estaba empezando su primera broma.
—Fue una fantástica idea poner un muérdago en las puertas de Hogwarts junto a un hechizo paralizador, James.— Halago Sirius Black a su amigo, mientras caminaban entre la multitud de los demás niños de su edad.
El chico de cabellos alborotados inflo su pecho orgulloso y sintiéndose engreído en ese momento, mientras a los lados de ambos niños, sus compañeros de habitación los miraban no muy convencidos de esa broma.
—¿Pero qué pasa si es un Profesor y un alumnos los que quedan debajo?— La pregunta de Peter saco de su burbuja a ambos niños sangre pura.
Sirius y James se miraron y luego a la lejanía las puertas de la entrada principal de Hogwarts. Entonces supieron que hacer esa broma no había sido tan buena idea como habían pensado en un principio.
Por lo tanto empezaron a caminar a tropezones y empujes entre la multitud de los demás niños para intentar llegar a la entrada del castillo y deshacer la broma.
Mientras al principio de toda la multitud, estaban los mellizos Evans junto a su mejor amigo de la infancia, Severus.
—Me duele demasiado mi garganta.— La voz ronca de Jared delataba el deplorable estado en el que se encontraban sus cuerdas vocales.
