CIRCLES | James Potter

OO8

OO8: Runas.

Jared pov.
Biblioteca.
Noviembre 18, 1971.

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Si pudiera escoger mi lugar favorito en todo el castillo de Hogwarts, definitivamente diría que era la gran biblioteca que tenía.

Era el lugar más tranquilo y con una gran variedad de libros dispuestos a ser leídos por cualquier persona, recuerdo que cuando entre por primera vez hoy, casi me ponía a llorar.

Había terminado las tareas del día siguiente con antelación y poder disfrutar de unas buenas horas de lectura. Todo mientras le hacía una compañía silenciosa a Severus que intentaba terminar la tarea de Transfiguración.

❝La etimología de runa nos lleva al término nórdico rūn, vinculado a los misterios y los secretos. El concepto se emplea con referencia a los caracteres que utilizaban los antiguos escandinavos para escribir en lenguas germánicas.❞

Leía la introducción de un libro de Runas que había encontrado por el lugar, tenía algunos ejercicios básicos que podrían ayudarme para cuando entrará a mi tercer año.

Levante la vista de mi libro al sentir una mirada sobre mi nuca y mire a alrededor de reojo, había desaparecido la sensación.

Ignorando eso y lo que sucedía alrededor, me encerré en mi mundo de Runas durante las siguientes horas. Por la mirada que Severus le estaba dando a su pergamino y al libro a su lado, llevaríamos mucho tiempo aquí encerrados.

❝También existió la creencia de que las runas tenían el poder de materializar los hechizos, invocaciones o maldiciones escritos sobre determinados objetos. Un erilaz sería una persona experta en el conocimiento de las runas, incluidas sus aplicaciones mágicas.❞

Tampoco es como si fuera capaz de poder quejarme.

Mientras leía mi libro, tomaba uno de mis pergaminos y sacaba la pluma junto al tintero empezando a escribir el abecedario en Runas que apareció algunas páginas después de la introducción hacia el mundo de las Runas.

Entonces empecé a repasarlo después, mirando de vez en cuando el libro para saber si las estaba escribiendo como debía.

Habian pasado algunas horas desde que habia visto a a alrededor y me estaba divirtiéndome de lo máximo, llevaba después de horas cinco libros de Runas que ya había leído y completado sus ejercicios. Eso había significado alrededor de doce pergaminos normales llenos por ambos lados.

Ahora me había estancado con un problema de traducción, después de haberlo hecho bien por horas.

—Sev, iré con el Prefecto Malfoy, no tardaré.— Avise a mi mejor amigo, recibiendo un gruñido, al parecer seguía estancado donde mismo.

Tomando el pergamino donde tenia mi traducción y me acerqué tímidamente al Prefecto Malfoy quien estaba junto al Prefecto Lestrange.

—Uhm, Prefecto Malfoy.— Llamé la atención del mayor, quien alzó la mirada junto a su amigo de los libros que ambos leían.

El mayor alzó una ceja confundido ante mi repentina cercanía a él y mi necesidad de ayuda después de algunas semanas.

—¿Si, señor Evans?— Note su mirada de arriba hacia abajo encima mío, ignore ese detalle teniendole mi pergamino.

Dudoso, acepto mi pergamino mientras le daba una leída y el Prefecto Lestrage hacia lo mismo, miraba por encima del hombro de su compañero y miraba el contenido de mi pergamino.

—Escuché que usted estudia Runas Antiguas, así que me gustaría comprobar si mi traducción estaba bien.— Fue lo único que dije notando como ambos Prefectos miraban lo escrito y murmuraban para si mismos.

El Prefecto Malfoy tomó uno de los pergaminos de su mochila y empezó a comparar apuntes, lo mismo hizo el Prefecto Lestrange.

Me quedé quieto y en silencio en mi posición, miraba de vez en cuando a mi alrededor. En espera de un veredicto final, pude mirar cono Lily llegaba a la mesa donde estaba Sev y me miraba confundida.

Solo le sonreí en señal de que todo estaba bien, sabía que mi melliza no estaba del todo convencido por la mirada que dio, pero lo dejo pasar mientras tomaba asiento y ayudaba a Sev con su tarea.

—¿Cuánto tiempo te llevo hacer esto, Evans?— La voz del Prefecto Lestrange llamo mi atención, volteé a verlo rápido antes de ser regañado.

—30 minutos señor.— Respondi sincero, notando como la mandíbula de ambos niños mayores abrirse un poco por la sorpresa.

Entonces rápidamente me tendieron mi pergamino de regreso y ellos empezaron a sacar sus ultiles con Runas escritas en pergaminos junto a plumas y el tintero.

—Señor Evans, ¿qué dice aquí?— Me tendió el libro el Prefecto Malfoy abierto en una página un poco menos de la mitad del libro.

Acepté el libro, di una rápida mirada al texto en Runas que estaba escrito. Mordí mi labio repasando lo lo había leído y aprendido hace algunas horas.

—❝Dios dentro de mi, Dios afuera. ¿Cómo puedo acaso dudar? No existe lugar alguno al que vaya y no vea el rastro de Dios, [...]❞— Y durante las siguientes horas me tuvieron leyendo poesías extrañas del libro en mis manos.

Podía contar alrededor de diez poemas en Runas, mientras yo leía, los Prefectos solamente escribían a prisa en sus pergaminos en total silencio.

Hasta que llego la hora de la cena y ellos pidieron que me detuviera, fue cuando el Prefecto Malfoy se levantó de su silla y se acercó a mi abrazándome de los hombros.

—Dime Evans, ¿qué te gustaría como premio?— Alce mi mirada confundido hacia el mayor, parpadee varias veces tratando de entender.

—¿Premio? ¿Porqué?— Este solo se rió como si hubiera dicho lo más gracioso en el mundo, empezaba a dudar sobre la salud mental de los que eran mayores a mi.

—Por haber hecho unas excelentes traducciones en las runas que te dimos.— Oh, así que había traducido bien mis Runas  y las del libro que me habían dado.

Mire al mayor, al parecer estaba en espera de una respuesta por mi parte. La verdad, si había una cosa que quisiera.

—¿Puedo tener triple ración de tarta de melaza junto a Severus?— Cuestione mi propia petición mirando aun al Prefecto de mi Casa.

Por unos instantes me dio una mirada rara para luego empezar a reír y darme una leve sacudida aun abrazándome por mis hombros.

—¡Por supuesto que pueden!— Y con eso, me llevo fuera de la biblioteca aun siendo tomado por los hombros.

Agradecía que Lily y Severus no estuvieran aquí o pensarian que estaba siendo intimidado por un Prefecto.

Aunque si era un poco que Potter y sus amigos estuvieran apenas recogiendo sus cosas y hubieran soportado más de una hora ena biblioteca en total silencio.