"Tienes una sonrisa bonita, como un conejito"
"No llores más por favor, toma, te daré mi caramelo favorito pero tienes que dejar de llorar, ¿de acuerdo?"
Donde dos pequeños niños de jardín de infantes se vuelven inseparables y buscan aventuras en la...
Jungkook estaba aburrido, ¡aburridísimo!, volver a la escuela después de esas dulces vacaciones en Busan fue como un golpe de realidad, uno que el pequeño no sabía, sería el primer de muchos en su vida.
El pequeño tenía su cabecita sobre la mesa, había terminado de colorear su dibujo del rey león un rato atrás, y solo esperaba a que sus compañeritos lo terminaran también; Seokjin seguía pintando la melena de Mufasa, y Wheein y Taehyung estaban discutiendo sobre algo de unos colores, aunque el pelinegro pensaba que no estaban enojados, porque, aunque peleaban sobre los colores se estaban riendo. Que raros, fue lo que pensó el pequeño.
—Mira, Kookie, mi Mufasa se ve genial. —Seokjin levanto su dibujo, orgulloso de lo bonito que coloreo las líneas esta vez, pues antes de irse de vacaciones, Wheein le enseño a los tres amigos a pintar de una forma más homogénea, así las líneas del grafito no eran tan noticias como en dibujos anteriores que tenían.
—Está muy bonito, Jinnie.
El par de niños compartió una sonrisa, después esperaron unos cuantos minutos y la clase de arte se dio por terminada, dando paso a uno de los mejores momentos del jardín: el almuerzo y la siesta.
Todos los niños sacaron sus cajitas de almuerzo, algunos llevaban sándwiches y cajitas de jugo, otros pocos llevaban Nuggets de pollo con formas bonitas, y algo de agua, pero Jungkook tenía un osito hecho de arroz amarillo, cubierto con una mantita hecha de omelett, además de una cajita con verdura bien picada, todo por cortesía de su abuela.
—Ese se parece a Seokjin. —Comento Taehyung con una risa—. Jungkook se va a comer a Seokjin.
Wheein le dio un ligero golpe en el hombro al contrario, ya que no hizo reír a nadie, más bien hizo que Jungkook pusiera un puchero, y Seokjin simplemente ladeo el rostro, ese oso no se parecía a él, Seokjin era un niño no un oso.
—No quiero comerme a Jinnie-hyung, no quiero. —Se quejó el pequeño Jungkook— Cambiemos de almuerzo, Jinnie.
Aunque el mencionado lo considero un poco, termino negando, no era que su sándwich fuera a tener un mejor sabor que la comida de la abuela.
—No puedo, Kookie, la abuelita lo hizo especial para ti, así que debes comerlo, aunque se parezca a mí, ¿de acuerdo?
Con un diminuto puchero, el pelinegro hizo caso de lo que dijo su mayor, además, el osito sabía delicioso, debía admitirlo. Los otros tres niños también comieron sus almuerzos, y finalmente se tomaron sus cajitas de jugo. Cuando el almuerzo termino, muchos niños se acomodaron para dormir en una parte del salón, pero los cuatro niños eligieron salir a jugar al jardín, tomando prestada una pelota del aula para pasar el rato.
El juego consistió en pasarse la pelota en ciclo, de Wheein a Jungkook, de ahí a Taehyung y finalmente a Seokjin, volviendo a empezar, aunque a veces revolvían el orden para hacer enojar al siguiente o reírse un poco. Por supuesto, si alguien no atrapaba la pelota, tenía que ir por ella ahí hasta donde esta fuera a parar.
Se pasaron todo el rato del receso jugando así, luego tuvieron que volver a las clases, las cuales eran muy aburridas últimamente, pues ya no había juegos para aprender letras o palabras, ahora directamente empezaban a leer pequeños cuentos que las maestras preparaban y a escribir correctamente palabras básicas.
Los niños no habían puesto atención a la explicación que les habían dado, y es que era, que el siguiente año empezarían oficialmente la escuela primaria, por lo que debían llegar teniendo ya algunas herramientas a su favor, como escribir correctamente cosas básicas, y ser capaces de leer.
Desde el primer día de clases, desde esas vacaciones en la playa, todos los días de escuela se hicieron más y más aburridos, incluso empezaron a dejarles tareas, ¿acaso no era suficiente con hacer eso en clase?, ¿ahora también en casa?, Jungkook estaba harto de escribir diez veces la misma palabra.
Lo único bueno de todo eso, era que su abuela lo ayudaba todo el tiempo, así terminaba más rápido, pues la vuela siempre le daba un golpecito suave a su pequeña mano antes de que cometiera un error y tuviera que empezar de cero de nuevo.
Tras un par de semanas, el pequeño grupo de amigos estaba más que harto de esas nuevas clases, las anteriores eran mucho mejores, eran divertidas y podían jugar aun dentro del aula, pero ahora eso era imposible.
Los niños estaban en ese momento, disfrutando de un helado de vainilla que el señor Jung les había comprado al salir de clases, estaban en casa de Wheein, haciendo esas dichosas planas mientras comían nieve de pequeñas tacitas de plástico. Cuando por fin terminaron las planas, el sr. Jung se aseguró que todas estuvieran bien escritas, solo entonces les dejo salir al jardín a jugar con un par de pelotas, aunque quienes jugaban eran Jungkook y Seokjin, porque Wheein y Taehyung prefirieron ponerse a pintar con las acuarelas de la niña.
—Extraño a Jimin, ojalá pudiera venir a jugar. —Seokjin dejo caer la pelota cuando escucho eso, no por celos esta vez, sino porque, de hecho, él pensaba similar.
—Yo también quiero jugar con Jiminnie de nuevo.
—Si, Jimin se llevaría muy bien con Wheeinie y Tae, ¿verdad?
—Sip, tienes razón, Kookie.
Los pequeños siguieron jugando con la pelota, al menos hasta casi arruinar los dibujos de los otros niños, ya que se les fue de largo al lanzarla y casi cae sobre sus amigos.
Wheein castigo la pelota, y los puso a pintar con ellos. Al final de la cita de juegos, Seokjin había dibujo un prado con casitas, Jungkook hizo un dibujo bastante bueno de Iron Man, por supuesto, Taehyung tenía un montón de líneas y manchas, pero creaban un todo muy interesante, pues parecía haber algunos animales ocultos en las líneas, y finalmente Wheein hizo un montón de mariposas siguiendo un camino invisible en un cielo.
Después de que su madre llegará, y que se despidiera de sus amigos, Wheein se quedó viendo una caricatura en la sala, pero escucho a sus padres discutir sobre unas cosas que no entendía, siendo lo poco que pudo captar y comprender, que la mudanza era un hecho, y debían poner un día para hacer el movimiento de sus pertenencias.
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Yo creía que ya no iba a poner comentarios en ninguna de mis historias, pero tengo que super agradecerles a quienes han pasado a leer la historia, después de tanto tiempo de actualizar ;w; tanto a las personas que solo leen, como a quienes votan y comentan.
Gracias a ustedes, logramos algo que nunca pensé que fuera a pasar, ni lo imaginaba, y es que han llevado esta historia a estar en el ¡Top5 de historias Jinkook!
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No puedo creerlo, estamos en la posición número 4 al día de hoy owo
