Sonrisas y Caramelos {Jinkook-Kookjin}

Lotte World

PARTE 1

Heeyeon tenía sus manos bastante ocupadas, llevando de cada una a uno de los pequeños, con el par de niños, esperaba a que su novio comprará las entradas al parque de diversiones, habían decido que sería mejor que uno se encargará de eso mientras el otro cuidaba al par, y claro que hubo un acuerdo silencioso de que sería ella, porque ninguno de los menores conocía bien a Changbin y quizás no quisieran hacerle mucho caso a él.

—Kookie, hay que ir a las tazas que giran primero, es muy divertido, hay que hacerlas girar mucho, así bien rápido. —El pelinegro ladeo un poquito su cabecita mientras escuchaba a su amigo hablar, ¿Qué eran esas tazas de las que hablaba? —También hay que ir a la montaña rusa, tienen una que no es tan enorme así que no me da miedo subir a esa.

—Está bien, Jinnie

—Luego podemos ir por un helado o un algodón de azúcar, ¿Qué te gusta más a ti?, también hay malteadas de todos sabores y

—Seokjinnie —Lo interrumpió su hermana—. Ve más despacio, ¿sí?, es la primera vez que Jungkook viene con nosotros, no conoce todo lo que hay aquí, así que tómalo con calma.

El castañito estuvo mirando a su hermana mayor mientras ella hablaba, y prometió ir con más calma, después miro a su amigo.

—Kookie, perdón por apresurarme mucho, hagamos las cosas que tú quieras hacer hoy.

Los niños compartieron una sonrisa y se aferraron a las manos de la mayor una vez que Changbin regreso con las entradas. Juntos ingresaron al parque de atracciones, recibiendo cada quien una pequeña pulsera amarilla que les permitiría subir a cada atracción que quisieran. Como no había realmente un plan a seguir durante la estancia en el parque, se dejaron llevar por Seokjin hasta la pequeña montaña rusa de la que había hablado antes.

Como era para niños, el par pudo subirse sin necesidad de la presencia de los mayores, además, eran más altos de lo permitido para ese juego, razón por la cual esperaron en una banca cercana.

Al estar acomodados en el vagón, Seokjin sujeto la mano del menor regalándole una sonrisa.

—Será muy divertido, Kookie, te lo prometo.

—Sí, confió en tu, Jinnie

El castañito sintió su corazón calentarse por la sonrisa que recibió del pequeño, y apretó un poco más la manita de Jungkook cuando por fin empezaron a moverse los vagones, la verdad era que a Seokjin aun le daban algo de miedo las caídas en la atracción, aun si esa era la versión para pequeños, pero al escuchar la risa emocionada del pelinegro durante la primera caída, le permitió, no solo no asustarse un poco, sino de disfrutar verdaderamente la atracción.

Cuando acabo el paseo, entre risas y expresiones emocionadas del pelinegro, fueron con el par de mayores para ir a otra atracción. La segunda que visitaron fue un tobogán enorme, el más grande que Jungkook alguna vez vio en su vida, por el cual las personas se deslizaban en lo que parecían cojines con forma de llanta, como las de los automóviles. Como los dos eran pequeños, tenían que bajar junto a alguien mayor, Seokjin eligió ir con Changbin porque al menos si lo conocía y él resultaba que se caía o algo, quizás su hermana mayor lo terminara, eso estaba bien, así jugará más con él.

Así, Jungkook bajo entre los brazos de la mayor, ambos riendo al deslizarse hacia abajo, mientras que Seokjin, igual entre los brazos del más grande, se había cubierto sus ojitos con las manos. 

Al menos no grito ni un poco.

El tercer juego fue, a petición de Jungkook, las tazas giratorias, ya que en verdad se quedó pensando en cómo serían esas tazas, quedando impresionado al estar dentro de una los cuatro juntos, haciendo girar a toda velocidad la taza. Por supuesto que, al dejar esa atracción, tuvieron que descansar un momento por el mareo que tuvieron todos, pero al menos los niños se habían estado divirtiendo todo el rato, que era lo que importaba.

Algunos juegos pequeños después, se sentaron a descansar en unas mesas, y como era regla al visitar los parques de atracciones, decidieron comer algo de comida chatarra. Los niños obtuvieron un plato de papas fritas para compartir junto a una risa malteada pequeña para cada quien, los mayores optaron por unas sencillas banderillas y un par de refrescos.

Para las siguientes paradas, los pequeños iban de la mano caminando frente a los mayores, para no perderles de vista, pero lo suficientemente lejos para poder hablar entre ellos.

—¿Te estas divirtiendo mucho? —Seokjin susurro su pregunta, de antemano sabía que ciertamente ambos se estaban divirtiendo, pero quería escucharlo del propio pelinegro.

—Sip, mucho. —La sonrisa de Jungkook hasta pareció que resplandeció.

Por un pequeño momento, el castañito creyó sentir que su corazón se detuvo, pero fue solo que su estómago hizo un ruido gracioso, lo que provoco la risa de ambos.

—Me alegra mucho eso, Kookie... que te diviertas.

—¿Tu lo haces?

—Sí, siempre que estoy contigo lo hago mucho

La forma en que Seokjin hablo, y como apretó la manita del menor, hizo a este último sentirse un poquito mal, así como el otro día que le regalo las galletitas al castaño. Había algo que tenía malito a Seokjin, lo que no le gustaba para nada.

Para finalizar el día en el parque, Changbin les consiguió un pequeño regalo a todos. En los juegos del parque, aquellos que eran conocidos por ser algo "tramposos", logro conseguirle unas pegatinas a Seokjin, más bien un librito de pegatinas, un diminuto Hulk para Jungkook y un pequeño llavero para su novia. Entre que él no era bueno en ningún tipo de juego, como lo poco fiable de los juegos de feria, bueno, fue lo mejor que pudo hacer.

Al dejar el parque de diversiones, fueron a la casa de los Kim, ya que habían invitado a Jungkook a pasar el fin de semana con ellos, lo que por supuesto, había alegrado como nada al pelinegro, quien tenía pensados muchos juegos para el día siguiente.

Era una lástima que nopodrían jugar a casi ninguno