Las últimas noches había tenido tantos recuerdos por sueños, que empezaba a ser doloroso para él. De acuerdo, recordar tan bien cosas que habían pasado unos casi catorce años atrás era algo así como una bendición, ¿no?, Jungkook ya no estaba seguro de como verlo, porque hacía unos diez años que no veía a ninguno de esos chicos —a excepción de Jimin, en realidad, no recordaba muy bien los rostros de Wheein, Taehyung y Seokjin, aunque si lo bonita que fue su amistad todo el tiempo que duro.
Lo cierto era que aun guardaba un enorme cariño hacia los tres. Cada que despertaba después de soñar con ellos, tenía lágrimas en sus ojos y una calidez en su corazón que le daba paz. Jungkook aun amaba a sus viejos amigos, aun si tenía nuevos que llenaban ese vació. Como empezaba a ser costumbre, al levantarse lo primero que hizo fue a ojear el pequeño "santuario" de sus tesoros antiguos. Las piedras que sus amigos habían decorado años atrás en esas primeras vacaciones que pasaron en la playa, el muñeco de delfín, bastante viejo y gastado por Pepper, una foto y el collar de la gatita, que había fallecido un par de años atrás. Por último, la pequeña pulserita con su inicial que dejo de quedarle mucho tiempo atrás, y las cartas de pokemon que Seokjin le regalo. Aquellos siempre serian tesoros para Jungkook, guardaban muchos recuerdos que esperaba seguir manteniendo por el resto de su vida.
Cerro los ojos frente a ellos, al menos por unos tres segundos, como si pidiera un deseo silencioso, y en realidad, sí que lo estaba haciendo, aunque no en su mente ni a consciencia. Era su corazón el que gritaba a los cielos que deseaba volver a verlos, aunque fuera un día, una hora incluso, con estar una vez más con todos sus viejos amigos, podría ser plenamente feliz por el resto de su vida.
Después de eso, tomo un cambió de ropa para ir a asearse, sabía que, si tardaba más, tanto su padre como Jimin le darían un suave regaño por no estar listo a tiempo. Ese era el gran día, se iría a la universidad junto a Jimin. A Seúl. ¡Seúl!, Jungkook no cabía en su emoción, volvería a esa gran ciudad donde vivió de pequeño, esa de la que aun guardaba excelentes recuerdos, ahora, como adulto que empezaba a ser, se iría a estudiar cine en una de las mejores escuelas de arte, claro no iría solo, Jimin también se iba con él, estudiaría artes escénicas, especializado en danza, pero al final de cuentas, en la misma universidad y el misma alá del campus en general. Ya tenían también donde quedarse, un pequeño departamento muy bien conocido por parte de Jungkook, no estaba demasiado cerca de la universidad, pero era barato y serviría muy bien para ellos dos.
Su papá apenas si lo dejo desayunar tranquilo, ni que decir de su madre y su abuela. Todos estaban orgullosos de Jungkook, había mantenido excelentes notas toda su vida estudiantil, y ahora estaba por estudiar algo que, si bien ellos no entendían del todo el gusto del menor por eso, lo apoyaban y esperaban que pudiera realizar todas sus metas a largo plazo con esa carrera. El pelinegro no podía pedir nada más.
El camino a la estación de tren fue tranquilo, aunque deseo que su padre no estuviera recordándole que, si llevaba equis cosa o no en la maleta, y todas las advertencias que un buen padre —como el suyo, podía hacer para ponerlo en pena, menos mal que Jimin solo sonreía un poco, sin decir nada, ya podría reírse de Jungkook una vez que estuvieran solos en el tren. Y lo hizo, vaya que hizo. No demasiado tiempo al menos, ambos quedaron absortos en sus propios celulares por un largo rato. El plan que tenían era llegar al departamento que compartirían y dejar sus cosas, luego ir a ojear un poco la universidad y aprovechar el pequeño propedéutico del día para conocer un poco de sus carreras.
Ninguno cabía en su emoción, y una vez que pisaron el suelo de la ciudad, casi que se ponen a correr entre los andenes del tren. Lo hubieran hecho de no ser que había muchas personas, por ello decidieron ser buenos ciudadanos e ir tranquilamente hasta la salida, donde de hecho, se permitieron alocarse un poco, y corrieron hasta llegar al parque que el padre de Jungkook les indico con anterioridad. Riendo, y recuperando el aire, además, lo tomaron con más calma y fueron hasta el departamento.
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Sonrisas y Caramelos {Jinkook-Kookjin}
Fanfiction"Tienes una sonrisa bonita, como un conejito" "No llores más por favor, toma, te daré mi caramelo favorito pero tienes que dejar de llorar, ¿de acuerdo?" Donde dos pequeños niños de jardín de infantes se vuelven inseparables y buscan aventuras en la...