Parte 3/3
El par de pequeños estaba jugando en el jardín delantero de la casa. Heeyeon les mantenía el ojo encima mientras se encargaba de las plantas, pero no había mucho de qué preocuparse, pues tenían un pequeño espacio de juegos que tenía sus propias pequeñas rejas, así los nenes no saldrían corriendo del espacio sin hacer un ruido metálico por la puerta.
Jungkook estaba haciendo botar una pelota roja, mientras que Seokjin jugaba con unos carritos sobre la reja de metal, habían estado jugando juntos toda la mañana y ahora hacían cosas por separado. Cada uno estaba en su propio juego, pero aun así se aseguraban de mirarse uno al otro cada tanto, como si quisieran asegurarse de no estar solos.
—Jungkookie, ¿te gustan los helados de chocolate? —La pregunta del mayor, por si, Seokjin era unos meses mayor que Jungkook, lo tomo un poquito por sorpresa.
—Sí, si me gustan.
—¿Quieres uno?, podemos pedirle a noona que nos lleve.
Convencer a Heeyeon de llevarlos por un helado no fue tan difícil, en especial porque ella estaba encantada con los cachetes de Jungkook, los estuvo apachurrando durante todo el desayuno, a Seokjin eso le puso un poquito celoso porque normalmente su hermana solo hacia eso con él, pero luego se sintió feliz con ello porque significaba a ella también le agradaba mucho Jungkook, entonces podría volverlo a invitar muchas veces a dormir con él.
Después de pedirle algo de dinero a su mamá, la muchacha llevo a los dos pequeños a una heladería que estaba cerca. Jungkook iba sujetando la mano de Seokjin, ambos jugaban a no pisar las rayas de la acera, y por supuesto la otra mano del castaño era sujetada por la mayor.
—¿Qué color es más bonito?, ¿Verde o azul? —Seokjin pensó en la pregunta que Jungkook acababa de hacer, ¿Qué color le parecía más bonito de esos dos?, tuvo que pensarlo un poco.
—Me gusta más el azul, ¿por qué? —Replico mirando a su amiguito a pesar de seguir caminando.
—Es sorpresa. —La enorme sonrisa que recibió del pelinegro le provoco un pequeño puchero, no quería una sorpresa, quería saber porque lo preguntaba, solo que no tuvo tiempo de replicar porque recién llegaron a la heladería.
Heeyeon mantuvo al par a su lado mientras pedía los helados, y luego los acomodo en una mesa a que los comieran, ella se consiguió una paleta y estuvo revisando unas cosas en su celular sin dejar de estar pendiente de los chicos, aunque ellos estaban más interesados en sus nieves que en otra cosa.
Aunque ambos habían querido ir por una nieve chocolate al principio, al final Jungkook pidió uno de vainilla con chispitas, y Seokjin una nieve de moras con virutas de chocolate, y ahora estaban compartiéndose los helados.
No tardaron demasiado tiempo en la heladería. Al salir de esta regresaron a la casa de Seokjin para seguir jugando, ahora dentro de la casa, más en específico en el cuarto del mayor, pues ahí tenía sus muñecos y eran reglas de la casa no esparcirlos por todos lados.
Jungkook había tomado el muñeco de Yoshi para jugar, mientras que Seokjin tomo uno de Mario, y estuvieron jugando juntos con ellos durante un largo rato, en lo que la comida quedaba lista.
Pero la interrupción del juego no fue por parte de la madre de Seokjin, ni de su hermana, sino que el propio castaño detuvo el juego al recodar algo muy importante.
—Kookie, dijiste que tenías una sorpresa. —Le recordó tan pronto como él mismo hizo memoria de aquello. Toda la curiosidad que sintió en aquel momento estaba de regreso y necesitaba saber que era esa sorpresa.
El pelinegro le miro un poco confundido en un principio, pero lo recordó pronto. Dejo el muñeco acomodo en la silla, justo como había estado anoche, y luego se sentó junto a su mochila para sacar el regalo que le habían comprado a Seokjin.
—Anoche dijiste que abrazas a Yoshi para dormir, ¿verdad? —Recordó mientras sacaba la cajita, había estado enredada con su manta.
—Me da miedo la oscuridad, pero mami dice que debo ser valiente. —Aclaro el castaño inflando sus mejillas. Él era valiente todo el tiempo, solo que en la noche salían muchos monstruos, ¿por qué su mami no le creía eso?
—A mí me da miedo cuando está muy, muy oscuro también. —Confesó el menor de los dos, para luego entregarle la cajita—. Con esto ya no tendrás miedo nunca, Jinnie
La sonrisa de Jungkook era tan bonita y sincera que Seokjin le creyó de inmediato, aun cuando no había abierto el regalo. Con cuidado de no romper el papel, desenvolvió el presente y miro la caja con curiosidad, en la imagen de esta había una especie de osito extraño, pero... ¡eso era una lámpara!
—Mamá dijo que es una lámpara de noche, dijo que lo aluza tanto como una normal, pero que es muy, muy buena para dormir sin miedo.
Seokjin escucho muy bien la aclaración que hizo el contrario, pero no pudo decir nada sobre eso, todo lo que pudo hacer fue a abrazar con fuerza a su amigo. Ese regalo había sido demasiado bonito.
—Pero, Jinnie...
—Dime, Kookie
—Podemos dormir abrazados esta noche también.
ESTÁS LEYENDO
Sonrisas y Caramelos {Jinkook-Kookjin}
Fanfic"Tienes una sonrisa bonita, como un conejito" "No llores más por favor, toma, te daré mi caramelo favorito pero tienes que dejar de llorar, ¿de acuerdo?" Donde dos pequeños niños de jardín de infantes se vuelven inseparables y buscan aventuras en la...