La casa de Seokjin

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PARTE 1/?


Contener la sonrisa luego de las clases fue prácticamente imposible. Era un jueves muy bonito porque se podían ver las flores en los árboles, y a muchas personas ir de un lado a otro con regalos, Jungkook no sabía porque había tantos regalos por todos lados, pero eso no importa, la razón de su felicidad nada tenía que ver con esas cosas.

—Vamos a comprar algo para tu amiguito, ¿bien, calabacita?

El pequeño iba de la mano de su madre, y asintió energéticamente a esa pregunta. La razón por la que estaba tan contento ese día, era que iría a pasar el fin de semana en casa de Seokjin.

El castaño lo había invitado en la mañana a pasar esos tres días en su casa, claro que tenía el permiso de su madre, y ambas mujeres arreglaron los detalles a la hora de la salida. Jungkook pasaría media tarde con su madre, arreglando su mochila para llevar su manta favorita, su muñeco de ironman, y un regalo que le comprarían a Seokjin.

Luego de conseguir un detalle bonito, y hacer su mochila, el pequeño se sentó con su madre a ver una película mientras comían, lo cual era muy común de los domingos, el pelinegro pensó que lo hacían porque el domingo no habría forma de hacerlo, de todas formas, se sintió contento de pasar ese rato con su madre.

A eso de las cinco de la tarde, fueron a una parada de autobús para acercarse a la residencia de Seokjin, la familia de este vivía considerablemente lejos, lo suficiente para tener que usar el transporte público para moverse, si bien la idea de vivir lejos no le gustaba tanto, si el tener que usar el autobús, porque a Jungkook le parecía toda una aventura subirse a uno, podía contar con sus manitas las veces que lo había hecho.

Mientras esperaban sentados llegar a su destino, el pequeño escucho claramente a su madre, prometió portarse muy bien para que le volvieran a invitar, desde luego él estaba muy contento con todo ello, ¡no lo arruinaría!

Aunque el resto del camino se la paso dormido, no había dormido la siesta ese día por lo que para Jiyeon no fue ninguna sorpresa que el nene se quedara dormido. No importaba mucho de todos modos. Jungkook curiosamente, despertó cuando estaban en la puerta de los Kim, más concretamente mientras hablaba con la madre de Seokjin, y este pequeño se aferraba con una manita al pantalón de su madre, mirando al pelinegro ansioso.

Lo primero que el pelinegro vio fue a la madre de su amigo, lo cual lo dejo algo confundido, no tardo tanto en entender que pasaba y se removió un poco en los brazos de su madre para poder bajar, de esa forma podría saludar al castaño. Una vez en el suelo, ni paso ni un segundo para que los dos pequeños se abrazaran, y como si fueran dos rayos de luz, desaparecieron juntos hacia dentro de la casa.

Jiyeon aguanto una risa, sabía exactamente lo que iba a pasar en unos segundos más, por ello alargo un poco la conversación con Heesun, la madre de Seokjin. Ya a punto de despedirse, su predicción se hizo realidad.

—Mami

Su pequeño Jungkook corrió a abrazarla fuertemente, era la primera vez que dormiría en un lugar nuevo, sin su mamá, sin su abuela, no era de extrañar que estuviera tanto emocionado como asustado. Cariñosamente, estrujo al pequeño en sus brazos y le aseguro que todo estaría bien, que cuidarían muy bien de él por la noche, y a la mañana ella hablaría por teléfono para hablar con él. Con esa promesa el pequeño pareció sentirse mejor, así que despidieron con varios besitos de por medio, y miro a su mamá irse.

El par de pequeños se fue a ver caricaturas luego de la despedida, mientras que la señora Kim, y la hermana mayor de Seokjin se pusieron a hacer la cena, por supuesto a cada tanto tiempo le daban una ojeada a lo que hacían los niños, pero estos estaban muy absortos en la caricatura que veían.

—Oye, Jungkookie, ¿qué pokemon te gusta más?

Estaban viendo, por supuesto, unos capítulos de pokemon, de ahí nació la pregunta del castaño, quien era un gran fan de la serie y todas las tardes miraba los capítulos que eran emitidos.

—Hm, me gusta mucho pikachu

Replico el pelinegro, él en realidad no veía tanto esa serie, así que conocía pocos pokemon, pero le gustaba el ratoncito amarillo que iba siempre con el protagonista.

—A mí también me gusta, pero también me gusta mucho este, mira.

Jungkook giro el rostro hacia su amigo, justo para verlo levantarse e ir a buscar algo a una cajonera, el castaño regreso con una cajita de metal, la cual acomodo frente a Jungkook, luego de sentarse la abrió, dejando ver un montón de cartas de pokemon.

El pelinegro tomo unas para verlas, ¡había un montón de pokemon que no conocía!, mientras él ojeaba algunos que llamaron su atención, como un enorme dragón anaranjado, Seokjin buscaba al pokemon que le gustaba más.

—Ah, aquí, es Gengar

El pelinegro se sorprendió bastante porque nunca había visto a ese pokemon, ¿era una... una masa morada?, ¿qué era esa cosa?, lo malo es que ninguno de los dos sabía leer para poder saber que decía la carta sobre el pokemon gengar.

—Woah, luce genial

Admitió sorprendido porque... realmente lo pensaba, esa cosa daba algo de miedo, pero a la vez parecía un super pokemon. Seokjin, completamente de acuerdo asintió un par de veces

—Mamá me consiguió un pijama de gengar, también tengo uno de pikachu, vamos te lo prestaré para dormir

Jungkook se dejó tomar de la mano, y avanzo a su lado hacia la habitación de Seokjin.

El pequeño pelinegro mentiría si dijera que no se sintió impresionado. El cuarto de Seokjin era más grande que el de Jungkook, y aunque los colores de sus paredes eran unos sosos tonos de blanco y azul celeste, tenía muchas pegatinas en las paredes, y algunos posters de pokemon y el famoso supermario bros, también tenía una estantería dedicada a muñecos de ambas marcas de videojuegos. Durante el tiempo que duro impresionado, mirando alrededor de la habitación, Seokjin saco el par de pijamas que había mencionado y le dejo a su amiguito la amarilla sobre la cama, la cual también había impresionado al contrario, pues tener un techo como una casita.

—Kookie, tienes que cambiarte antes de ir a cenar

Le aviso al estar listo, pues el otro pequeño no se había movido ni un poco. No paso mucho para que Seokjin notará el pequeño sonrojo de Jungkook.

—Mami siempre me ayuda a ponerme el pijama

Admitió un poco avergonzado, aun no podía cambiarse bien solo, se le atoraba la cabeza en la camisa todo el tiempo, así que su mamá siempre le ayudaba, eso no le parecía malo en realidad, pero ahora le daba pena porque Seokjin se cambió solito.

—Ven, te ayudaré entonces

Sonrisas y Caramelos {Jinkook-Kookjin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora