Me puse tan nerviosa con la aventura de irnos de compras que decidí esperar a Jungkook en el portal de mi casa. Esperaba encontrarme a Namjoon con el Hyundai,
así que me sorprendí cuando Jungkook llegó a bordo de un Mercedes SL Roadster.Entré en el asiento del pasajero.
—Bonito buga.
Sus labios se curvaron formando una sensual sonrisa mientras arrancaba y seincorporaba al tráfico.
—Me alegra que te guste.
No sabía adónde mirar primero, si al lujoso coche deportivo o a Jungkook consus ajustados vaqueros azul oscuro y su entallada camisa granate. No le habíavisto con ropa informal y, por muy buen aspecto que tuviera con sus trajes, esenuevo estilo hacía que algo me revoloteara en el estómago. Bueno, en general, con Jungkook siempre sentía que algo me revoloteaba en elestómago.
—Así que has venido conduciendo tú.
Normalmente, no me gusta decir lo evidente, pero de alguna forma tenía quesilenciar la carga sexual que había entre los dos. Sobre todo, porque otra mañanasin parar de cuestionarme lo saludable de mi relación con Jungkook me habíallevado a la conclusión de que ese día teníamos que prescindir del sexo.
Necesitaba contrarrestar el encariñamiento con la distancia. Esperaba noecharme atrás cuando llegara el momento de decírselo.Me miró por encima del hombro antes de cambiar de carril.
—¿Por qué te sorprende que conduzca yo?
Me encogí de hombros mientras me ponía el cinturón de seguridad.
—Me imaginaba que siempre ibas con chófer.
No es que lo necesitara. Se desenvolvía bien con el tráfico de la ciudad yverle manejar el volante me excitaba.
—¿Qué tiene de divertido tener un coche chulo y no conducirlo?
—Buen argumento.
En el siguiente semáforo, Jungkook me miró por encima de sus gafas lilit 01 de aviador.
—Estás muy guapa, Hana. Como siempre.
Su voz rezumaba pura seducción y yo tiré del dobladillo de mi vestido sueltoy sin mangas preguntándome si siempre había sido tan corto como de repenteme lo parecía.
—¿Me estás dorando la píldora para que te deje elegir lo que me voy aprobar?
—Voy a elegir lo que te vas a probar de todos modos.
—Claro que sí.
Al fin y al cabo, él era el que pagaba.
Avanzamos en silencio durante unos minutos, intercambiando de vez encuando miradas cargadas con todo el peso de la atracción que sentíamosmutuamente. En otras circunstancias, ese flirteo y esa tensión habrían sidodivertidos, pero no cuando me sentía tan aturdida y tan insegura.Tenía que quitarme de encima lo que le debía decir.
—Eh… Jungkook, ¿podemos ceñirnos hoy solamente a las compras?
Esperaba con toda mi alma que entendiera a qué me refería sin tener queexplicitarlo.
Lo hizo. Un breve destello de decepción cruzó por su rostro, o puede quefuese cosa de mi imaginación. Su tono parecía tenso cuando dijo:
—Lo que tú quieras, Hana.
Me arrepentí al instante de haber dicho nada. El divertido tono del flirteodesapareció y Jungkook se volvió reservado e introvertido. Pensé en retirar lo quehabía dicho, pero ¿cómo iba a hacer eso?
—Vamos a la tienda de Jisook —dijo unos minutos después, sin mirarme.
—¿Jisook, tu hermana?
La hermana de Jungkook, Jisook, tenía una conocida tienda de ropa dediseño en el Centro de Seul. Era del tipo de establecimientos a los que solo sepuede entrar con cita previa, pero, por lo que había visto desde el escaparate, esa mujer tenía un enorme talento para la moda.
ESTÁS LEYENDO
Adiction - jjk [✔]
FanfictionElla tenía el plan perfecto hasta que apareció él... y se convirtió en su obsesión. El acoso y las órdenes de alejamiento son ya cosa del pasado para Min Hana. Con su Máster en Administración de Empresas recién terminado sabe lo que quiere para su f...