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Después de que terminara el concierto, salimos con los Kim al aparcamiento en lugar de adonde los coches recogían a los asistentes.

—He venido conduciendo yo —dijo Jungkook respondiendo a mi expresión de extrañeza.

Mantuvo su brazo alrededor de mi cuerpo mientras caminábamos. Su tacto era constante, pero todo fingido. La presión y la pasión que me había demostrado en privado ya no estaban presentes.

También habían desaparecido sus ojos. Antes, siempre que estaba con él, sus ojos no se apartaban de mi cuerpo, de mi cara. Ahora no establecía contacto visual y apenas me hablaba. En cambio, charlaba relajadamente con Jisoo, compartiendo bromas íntimas. A cada paso que dábamos, me sentía cada vez más consternada. En mi garganta empezó a aparecer la congoja y me concentré en obligarme a conseguir que volviera a bajar, manteniéndola a raya.

Nos separamos de nuestros acompañantes al llegar al Mercedes. Jisoo me dio un abrazo rápido mientras Jungkook estrechaba la mano de Sunho y daba un beso a Sooha en la mejilla. Yo saludé con la cabeza a los Kim y, a continuación, Jungkook me abrió la puerta para que subiera al asiento delantero.

Antes de entrar, Jungkook se despidió de Jisoo. Miré por la ventanilla mientras el estómago se me revolvía. La abrazó y le susurró en el oído algo que la hizo reír. Yo me sequé la única lágrima que pudo escapar a mis defensas. Además de destruirme, el hecho de verlos así me volvió loca. Loca de remate, loca de rabia. ¿No se suponía que Jungkook tenía que demostrar que él y Jisoo no debían estar juntos? Y después de haber oído lo que ella pensaba realmente de él, yo sabía que no debían estarlo. Ella era un error para él.

La envidia se extendió por mis venas como el hielo líquido. Puede ser que Jisoo no tuviera una historia de amor con Jungkook, pero yo tampoco. Y ella tenía su amistad. Por el momento, parecía que yo no tenía nada. No hablamos recorriendo la larga cola para salir del aparcamiento y Jungkook tarareó fragmentos del musical de Evan mientras conducía. ¿Era yo la única que sentía la fuerte y pesada tensión? Una tensión que parecía crecer a cada minuto. Cuando estuvimos en la calle, no pude seguir controlando mi sensación de frustración y pena.

—Así que sabías que Jisoo estaría en el concierto esta noche.

No era una pregunta. Yo ya sabía la respuesta, pero quería que él lo dijera. Abrió los ojos de par en par, como si le sorprendiera mi tono severo.

—Sabía que Jisoo iría con sus padres, sí. —Me miró de reojo—. Sus padres, que son amigos de mis padres, recuerda.

Exacto. Engañarles a ellos era tan importante como engañar a Jeon Jiwoo.

¿Cuál era mi problema? Crucé los brazos alrededor del pecho y me golpeé la cabeza contra la ventanilla una, dos y tres veces. No debía estar enfadada. Él me había dicho que iba a fingir que estaba conmigo. No debería ponerme celosa. Jisoo le tenía como amigo mucho antes de que yo apareciera. Y no tenía con él nada más que eso. Ni yo tampoco. No desde que yo misma le había puesto fin a todo cuatro días antes. Resultaba curioso haber temido que estar con Jungkook me habría hecho caer en malos hábitos. Al contrario, el no estar con él había sido lo que había dado rienda suelta a mi ansiedad esa semana y lo que hacía que me sintiera tan despreciable en ese momento.

Otra lágrima cayó por mi mejilla. Le di un toque con el nudillo.

—¿Qué pasa? —preguntó Jungkook con tono preocupado. O puede que solo fuera asombro.

Pensé qué responder. Podía mantener levantada la barrera entre los dos y evitar la pregunta. O mentir. O confesar mi envidia. O podía ser sincera.

Incapaz de soportar un minuto más la soledad que se había instalado en mi pecho, la sinceridad se impuso.

Adiction - jjk [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora