Sola con Jungkook, la tensión se volvió más sofocante. Estaba tanincreíblemente guapo como siempre con su traje gris oscuro y una corbata azul lisa que hacía que sus ojos parecieran más negros que de costumbre. No habló, no semovió. Simplemente me miraba. Miraba a través de mí.
Tragué saliva temiendo echarme a llorar. Llevaba más de un día deseando verle, había sufrido por él. Ahora que estaba allí todo iba mal.
—Jungkook… —empecé a decir sin saber muy bien cómo continuar. Entonces,recordé el artículo—. He leído lo de J-Plexis. —Levanté una mano y di un pasohacia él—. Lo siento mu…
—¿Qué está pasando entre él y tú? —me interrumpió. Su tono era tranquilo,controlado, pero su ojo derecho se movía con un tic.
—Nada —respondí con un fuerte suspiro—. Jimin estaba…, eh… —Pero¿adónde quería llegar a parar con mi explicación? ¿Que Jimin me había tiradolos tejos y yo le había rechazado, así que nos estábamos dando un último abrazo? —. Ha sido un abrazo de amigos, nada más.
Jungkook apretó la mandíbula.
—La expresión de su cara no era de simples amigos. —Avanzó un paso haciamí—. ¿Has follado con él?
—¡No!
Entrecerró los ojos, estudiándome.
—Pero casi.
—No.
Pero aquello no era del todo cierto. En el pasado habíamos estado muy cercade follar. De hecho allí mismo, en el despacho. Pero no me pareció un buenmomento para hablar de ello. Además, todo eso había sido antes de Jungkook.
—¿Por qué no te creo?
—Porque te cuesta confiar en alguien. —Sentí una punzada de culpa, puessabía que su desconfianza muy bien podría deberse a que había notado que leestaba ocultando algo. Aun así, no me gustaba que me interrogaran. Y era ciertoque a Jungkook le costaba confiar en otra persona—. De todas formas, ¿quéproblema hay?
Volvió a dar otro paso hacia mí.
—Ya te lo dije —respondió con un gruñido—. No me gusta compartir.
Una oleada de euforia me recorrió el cuerpo. Aún me consideraba suya.
Recordé que cuando me había dicho esas mismas palabras por primera vez mehabía excitado al máximo. Su crudeza, la forma tan primitiva en que mereclamaba como suya. Pero ahora, a pesar de que eso significaba que aún tenía algo por lo queluchar con Jungkook, aquella frase me había tocado un punto sensible.
—¿Y yo sí tengo que compartirte con Jisoo?
—Maldita sea, Hana. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? No hay nadaentre Jisoo y yo.
Me sentí incómoda por haber insinuado lo contrario. Había acusado muchasveces a antiguos amantes de haberme engañado, pero siempre se había tratadode una paranoia mía porque dudaba que alguien pudiese amarme de verdad.
Aquellas acusaciones mías habían puesto fin a mis relaciones y el estómago se me revolvió ante esa posibilidad con Jungkook.Aun así, él guardaba secretos en lo concerniente a Jisoo. No es que mimente me estuviera jugando malas pasadas, porque era él quien lo había confirmado. Me había pedido que confiara en que esos secretos no tenían nadaque ver con nosotros. Pero si quería mi confianza, tendría que darme la suya.
—Y no hay nada entre Jimin y yo.
—¿De verdad? —Su tono era gélido—. No es eso lo que parecía cuando heentrado.
Mis ojos se empañaron de lágrimas.
—¿Lo mismo que no era eso lo que parecía cuando te fuiste con Jisoomientras yo seguía desnuda en tu cama?
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Adiction - jjk [✔]
FanfictionElla tenía el plan perfecto hasta que apareció él... y se convirtió en su obsesión. El acoso y las órdenes de alejamiento son ya cosa del pasado para Min Hana. Con su Máster en Administración de Empresas recién terminado sabe lo que quiere para su f...