Capítulo 16

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Lisa y su arquitecta estaban en la suite del hotel examinando las breves notas que su productor había tomado en su anterior viaje para inspeccionar el terreno cuyo proceso de compra ya se había iniciado.

La semana anterior había sido muy fructífera en el trabajo.

Su equipo de búsqueda de casa había encontrado también unas cuantas casas para que ella las viera, así que todo iba exactamente como había previsto….

Pero el teléfono sonó, y el nombre de Sana apareció en la pantalla.

—Perdona –le dijo a su arquitecta, y se acercó el teléfono al oído.

—¿Señorita Manoban?

Había terror en la voz de su asistenta personal.

—¿Qué ocurre Sana?

—¡Se ha ido!

—¿Quién?

—La princesa Jennie. Se ha marchado.

—¿Cómo puede haberse marchado?

—Mina fue esta mañana a su habitación a la hora de costumbre y no estaba, y el conserje dice que apareció en el ascensor a las cinco de la mañana y le pidió que le buscara un taxi.

—¿Les ha dicho adónde iba?

—No, pero hemos localizado al taxista y dice que la llevó al aeropuerto.

Lisa consiguió que su tono de voz no se alterase.

—Sana, dime cómo Jennie ha podido burlar la vigilancia de seguridad.

Había guardias en las puertas de acceso al edificio las veinticuatro horas del día.

—El taxi la recogió en el aparcamiento del sótano, al que entró utilizando el ascensor de servicio.

Llevaba la cabeza tapada con un pañuelo, y los guardias no han tenido modo de saber que era ella –Sana bajó la voz para seguir hablando–. Eso no es todo señorita Manoban.

La mayor parte del dinero del club Manoban ha desaparecido. Ha debido de llevárselo.

Su primera reacción fue la de echarse a reír.

¿Jennie Kim le robaba y salía zumbando?

La idea era más que ridícula.

Jennie era la persona más responsable y escrupulosa que conocía.

Pero algo le contrajo el pecho, una repentina frialdad que la heló de la sangre de pies a la cabeza.

¿Jennie se habría ido voluntariamente, o la habrían obligado?

¿Sería la rehén de alguien en ese momento?

—¿Dónde ha volado?

—Las autoridades del aeropuerto no nos dan esa información.

—Voy para allá inmediatamente.

Cortó y llamó a su piloto para pedirle que el avión y la tripulación estuvieran listos en una hora.

Esforzándose por controlar el miedo y la preocupación, hizo una serie de llamadas mientras metía la ropa en una maleta.

Cuando estaba ya en el vestíbulo del hotel de camino al carro que esperaba, se había dado con suficientes muros de ladrillo como para saber que necesitaba buscar ayuda externa.

Tenía que llamar al rey al padre de Jennie y decirle que su hija modelo, recién casada y embarazada, había desaparecido...

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La Mejor Desición (Adaptación Jenlisa G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora