Unos suaves golpes en la puerta de la habitación me despertaron de la pesadilla en la que estaba sumida. Abrí los ojos mientras suspiraba de una forma cansada. Estaba enredada entre las sábanas de grueso algodón y colchas que mantenían mi pálida piel abrigada. Jamás había dormido tan bien en mi vida. Vi como la puerta se abría y una Melissa con los ojos muy abiertos me miraba. Tenía el cabello suelto, no como ayer que lo traía amarrado en una cola de caballo. Su cabello era de un castaño cobrizo rubio y sus ojos de color verde. Tenía puesta sobre los hombros una bata de color rosa, con la imagen de ''Hello Kitty'' a un lado. Caminó hacia mí de una forma lenta, como si pensara que la echaría hacía afuera. Miré la hora del reloj que estaba en una pequeña cómoda a un lado de la cama: 8:11 am.
Era temprano, pero con el cielo nublado y aun nevando lentamente, sin prisa, parecía como si aún estuviera de noche. Me senté en la cama mientras sentía como Melissa se subía al lado desocupado de la cama matrimonial y bostezaba.
—¿Qué sucede, Melissa?
—Es que... Tuve una pesadilla y quise ir con mi hermano, pero no despierta, como siempre... —hizo una pausa, su voz cansada y apagada—...y luego fui donde mis papás, pero estaban dormidos muy cómodamente y siempre los despierto a esta hora... no quise volver a molestarlos —la pequeña parecía apenada y avergonzada por el hecho de que me haya despertado solo a mi, aun que no me importaba demasiado.
Abrió su pequeña boca para continuar, pero yo la interrumpí.
—¿Quieres dormir conmigo hasta que todos estén despiertos? —le pregunté, con una sonrisa vacilante.
Asintió, mientras un leve rubor se posaba sobre sus mejillas. Sonreí más ampliamente, notando lo inocente que es uno a esa edad. Me alegré ver que ella no sufría los abusos al igual que yo; que tenía una casa acogedora y una familia que lo único que le entregaba a ella era amor y mimos.
Abrí las colchas y ella se metió dentro de la cama a mi lado. La cubrí como mi madre solía hacerlo conmigo para luego acurrucarme yo. Ella acercó su pequeño cuerpo para abrazarme y de inmediato me tensé un poco. ''¿Me golpearía?'' Me reí yo misma por esa pregunta tan tonta. Era muy pequeña y solo necesitaba compañía.
La abracé también y acomodé mi cabeza en la almohada de plumas para luego cerrar los ojos y dormirme, al igual que Melissa.
|PDV de Zachary|
—Zachary... Despierta cariño.
Me desperté con un salto, adormilado y atontado. Alcé la vista perezosa hacia mi madre, quien tenía una leve sonrisa en su rostro. Me instó a levantarme, sin decirme porqué lo hacía. Me estiré y giré el cuello, sintiendo los huesos acomodarse.
—¿Qué sucede, mamá? —pregunté, rascándome la cabeza y bostezando.
—Ven conmigo, cariño. Quiero que veas algo —sonrió. Se levantó y caminó por el pasillo.
Suspiré, sabiendo que tendría que dormir por la tarde para recuperarme de la falta de sueño de esta noche.
Tomé una camiseta blanca que estaba sobre la silla a un lado de la cama y cubrí mi torso desnudo. Acostumbraba a dormir así sin importarme cómo estuviera el clima, junto a unos pantalones de franela gris. Seguí a mi madre por el pasillo y me extrañé cuando se detuvo frente a la puerta en donde dormía Claire.
La puerta estaba abierta, lo que dejaba a la vista la habitación por completo. Entré junto a mi madre y lo que vi hizo que una sonrisa escapara de mí. Claire estaba durmiendo, con sus facciones relajadas y Melissa estaba frente a ella, apoyada en su pecho mientras ambas dormían plácidamente.
—De seguro que Melissa tuvo una pesadilla y vino con Claire. ¿No es tierno? —dijo con una leve y silenciosa risa mi madre.
Me quedé en silencio viendo la escena que hacía que mi corazón revoloteara. Claire y mi hermana durmiendo juntas, ¿quién lo diría?
—Creo que deberíamos despertarlas, ¿no? —mencioné, viendo que pronto deberíamos ir a la escuela.
—Sí, iba a despertar a Claire y me encontré a Melissa aquí.
Miré como mi madre se acercaba al lado de Melissa y se sentaba allí. Le acarició el hombro y comenzó a susurrar su nombre hasta que la pequeña de mi hermana despertó con pereza. Miró a su madre y se separó de los brazos de Claire, provocando así que ésta se despertara. Ella se sentó en la cama mientras miraba como la madre de Zachary cargaba a Melissa y salía de la habitación, sin antes decir un ''Buenos días'' dirigido a Claire.
Me acerqué a Claire y me senté donde antes había estado acostada su hermana.
—¿Cómo amaneciste? —le pregunté.
—Bien, supongo... —murmuró, desviando la mirada de manera tímida. Iba a decir algo más cuando Claire habló apresuradamente—No importa que yo haya dormido con... Melissa, ¿cierto? —preguntó.
La miré, extrañado y sin entender y negué con la cabeza, mientras que una suave risa escapaba de mis labios.
—No, claro que no, Claire. ¿Por qué me preguntas eso?
—Umm... Yo... Curiosidad —murmuró. La vi temblar antes de cruzarse de brazos, sin decir nada más. Escuché la mentira en su voz y me pregunté por qué lo hacía; por qué no era honesta, pero no mencioné nada.
Inspeccionando su rostro y viendo el leve moretón en su pómulo, recordé algunas cosas que me hicieron enfadar cuando la vi en la cafetería, en la hora del almuerzo, con Aaron.
—¿Te puedo preguntar algo, Claire? —le dije, luego de unos segundos.
—Umm... Sí, claro.
—¿Porqué Aaron, ayer en el almuerzo, te tocó así? —pregunté, sin preámbulos.
Simplemente recordando cómo Aaron la había tocado sin su permiso, mientras ella, con miedo, intentaba apartarse de él, me daban ganas de matarlo. Él me daba asco por cómo trataba a una chica que no sabía defenderse y que era llevada por todo el mundo.
—Y-yo... Umm... Él... —calló. Bajó la cabeza para así evitar mirar mi rostro.
La miré, sin saber qué decir o hacer. Necesitaba respuestas, y por alguna razón sentía una extraña necesidad de cuidar a esta chica que, por casualidad, llegó a su casa cuando más lo necesitaba. Agarré con delicadeza el mentón de Claire para así obligarla a mirarle. Sonreí cálidamente mientras negaba con la cabeza.
—No importa, Claire. Déjame preguntarte algo más fácil, ¿alguien más te hace eso en la escuela?
Me miró, avergonzada. Sabía que había otras personas que se burlaban de ella, pero necesitaba corroborarlo. Claire desvió la mirada muy luego y se mordió el labio suavemente, mientras un escalofrío recorrió su espalda.
Débilmente, asintió.
Mierda.
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Sálvame ©
Teen FictionClaire Deveraux sólo desea escapar del mundo en el que vive: de la escuela en donde es víctima de crueles burlas y de su casa, que es cuando Seth, su padre, descarga su rabia y frustración en ella. No tiene el valor para irse, por lo que cada día in...