Sálvame | Capítulo 29

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Lo siento. Tuve problemas y no pude subir el capítulo el domingo :( Pero aquí está :D Disfruten.

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PDV de Zachary

Me bajé de mi coche luego de recibir una llamada de Michael avisando que había podido localizar por última vez el móvil de Claire antes de que éste desapareciera de la faz de la tierra. Mamá había intentado tranquilizarme todas estas horas de espera –creo que sólo había pasado una hora, pero yo sentía que era un año-, pero nada funcionaba. Cuando Michael me llamó y me dijo que era urgente, un atisbo de esperanza se filtró por mis venas y me sentí conmocionado al saber que teníamos una pista, de donde podíamos comenzar.

Entré y me senté en una silla frente a Michael, quien trabajaba en su computadora tecleando con rapidez. Él, luego de unos segundos, giró la pantalla y me dejó ver una ubicación no muy lejos de donde estábamos, pero era complicado llegar hasta allí. Rodeado de montañas, era un lugar abandonado de la mano de Dios.

—Aquí recibí la última señal del móvil de Claire, antes de que éste se desconectara —apuntó con el dedo a una zona desierta, cubierta de plantas—. Aquí es donde debemos investigar.

(...)

El lugar estaba completamente desierto cuando llegamos, ya entrada la noche. No había ninguna luz que nos indicara la presencia de personas, y eso hacía que mi esperanza se fuera desvaneciendo de a poco.

Michael y yo buscamos en los alrededores con binoculares, pero no logramos encontrar nada. Ni si quiera una pequeña pista para descubrir el paradero de Claire.

La incertidumbre y la culpa me carcomían por dentro, y con cada minuto era peor la sensación. Michael intentaba darme ánimos, pero sólo con el hecho de pensar en lo que esos malditos le deberían estar haciendo a Claire en estos momentos hacía que mi estómago se revolviese.

Mientras volvíamos al auto, el celular de Michael sonó. Luego de ver el identificador de llamadas y modular ''Alexander'' contestó.

—Alexander. —Michael dijo, completamente serio. Lo puso en altavoz para que yo pudiese escuchar.

—Michael. Hace mucho que no te escuchaba. —Alexander rió irónico.

—Alexander, dime dónde mierda la tienes. Ella es inocente en este asunto.

—Ahí te equivocas. Ella me ayudará para poder conocer sus puntos débiles.

—¡No sabe nada, maldita sea! —grité, enfurecido.

—¿Zachary? —escuché su voz de fondo. Estaba allí, con él hijo de puta— ¡Zachary, hay un m-molino abandonado cerca! ¡Ayúdame! —gritó y sollozó. Escucharla me partió el alma.

Escuché el gruñido de Alexander.

—¡Cállenla!

Luego se escucharon sólo tres golpes en la línea. El primero hizo que un grito agudo escapara de ella, colocándome la piel de gallina. El segundo sólo le sacó un quejido y, luego del tercero, no pude oírla.

—Así está mejor —murmuró Alexander. Podía sentir la sonrisa en su voz—. Nos volveremos a ver, Michael —y colgó.

Coloqué mis manos sobre mi cabeza, jalando mi cabello hacía atrás. La desesperación llenaba cada parte de mi ser. Respiré, intentando calmarme. Sabía que la habían golpeado para hacerla callar, la dejaron inconsciente. Debía ser fuerte por ella, debía encontrarla. Debía salvarla.

—Zachary, escúchame. Sé dónde está ese molino. Debemos ser rápidos, partir ahora ya. Llamaré a los chicos para que nos busquen armas e iremos antes del amanecer.

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