Los chicos resultaron ser muy agradables conmigo, menos Kyle, quien se mostraba algo distante. Sabía que Zachary les había contado lo que me hacían en la escuela y lo que me hacía mi padre. También lo que sabía de mí.
Zachary me sentó junto a él en uno se los sofá de la casa, mientras me explicaba junto con los demás todo lo que debía saber. También Zachary me hizo prometer que no les contaría nada a nadie, sobre todo menos a sus padres, quienes no sabían nada.
A los pocos minutos de haber llegado, habían comenzado a sonar truenos y relámpagos nuevamente, prometiendo una nueva y fuerte tormenta. Zachary me había dicho que lo más probable era que sus padres no llegarían esa noche por Melissa, para que no salga al frío para llegar aquí.
—Lo mejor será que nos vayamos ahora. —dijo Michael.
—¿Ir a dónde? —pregunté, con un temblor.
Todos dirigieron su mirada hacia mi y Zachary, luego de un suspiro, me comenzó a relatar el problema que habían tenido con otra banda: The Red Hand. Me contó acerca de la persecución que los chicos tuvieron antes de venir hasta aquí, y la promesa que ellos les habían dicho mientras escapaban: ''Los mataremos, uno a uno.''
—Es por eso que nos iremos a nuestra base para planear algunas cosas. Venimos para llevar a Zachary.
—Pero yo no pienso dejarte sola. Tú vienes conmigo —espetó Zachary.
—¿Qué? —pregunté, algo nerviosa. ¿Ir con ellos a su ''base''? No, no quería ir... pero luego de pensar en quedarme sola, sólo supe decir que sí.
—Ya es hora de irnos —señaló Michael otra vez, mientras se levantaba y comenzaba a caminar a la salida. Kyle salió tras él, al igual que Jason y Marcus. Jared me sonrió mientras se levantaba y estiraba perezosamente.
—¿No querrás abrigarte primero, linda? —me preguntó él.
Miré mi atuendo. Llevaba unos jeans, la blusa de antes y una bata sobre los hombros. Asentí, mientras miraba a Zachary.
—Espérame un momento, ¿vale?
—Está bien, pero apresúrate.
Asentí, mientras me apresuraba hasta llegar a la habitación donde me quedaría. Me quité la bata y la blusa, remplazándolas por una camiseta manga larga y un abrigo que era de Loraine. Me calcé con unas botas y salí de allí para bajar por las escaleras.
Hace mucho tiempo que no usaba algo tan cómodo en los pies. Lo único que tenía eran aquellas viejas deportivas que me apretaban por todos lados. Estas botas que Loraine me había regalado luego de unos minutos de haber llegado aquí después del hospital eran perfectas. Tibias, suaves y ligeras sobre mis pies. También se sentía bien poder estar abrigada.
Zachary se había puesto una chaqueta de cuero negra, y me esperaba en la sala. Estaba solo y tenía las llaves de su Camaro y las llaves de la casa.
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Sálvame ©
Teen FictionClaire Deveraux sólo desea escapar del mundo en el que vive: de la escuela en donde es víctima de crueles burlas y de su casa, que es cuando Seth, su padre, descarga su rabia y frustración en ella. No tiene el valor para irse, por lo que cada día in...