Eran las 2 de la mañana y Claire se había quedado dormida en una de las habitaciones. Mi madre me había llamado avisando que por la tormenta no irían a casa, tal y como sospechaba. Luego de que la junta terminara, me levanté y fui a buscar a Claire, quien seguía dormida enrollada entre las colchas y sábanas. Tenía una expresión de completa paz en ese momento... la expresión que debería llevar todo el maldito día.
Me acerqué a ella y la cargué, pasando sus piernas por encima de uno de mis brazos y con el otro aferrándola a mi por los hombros. La saqué con cuidado por la puerta hasta la salida.
Allí estaban aún Michael y Jared, quienes hablaban animadamente. Ambos miraron en mi dirección cuando aparecí por la puerta. Jared miró fijamente a Claire, antes de apartar la mirada.
—¿Desde cuando se quedó dormida?
Me encogí de hombros ante la pregunta de Jared.
—Luego de que comenzara a cabecear, bostezar y después de que la enviara a la habitación.
Él volvió a mirarla.
—Es tan bonita cuando duerme.
Lo miré furiosamente, mientras intentaba no ir y darle una patada. Michael –que supuestamente entendió mi mirada- golpeó con la mano abierta la nuca de Jared, haciendo que éste se sobresaltase.
—¿Qué? ¿Qué dije?
—Cállate Jared. No tienes oportunidad. Ella te tiene miedo.
—Me tiene miedo incluso a mi —susurré, mientras miraba sus párpados cerrados y recordando el día en que la conocí, sabiendo que lo primero que vi de ella fue su ojo morado e hinchado.
Jared carraspeó.
—¿Alguno de los dos notó que Kyle fue muy distante con ella? —preguntó éste, intentando cambiar de tema.
—Kyle jamás actúa así ante otras personas. Es solo que él, antes de que escapara de México, tenía una hermana menor. Ahora debería tener tu edad, Zachary. Murió en una explosión junto a su madre. Cuando llegó y me lo contó, me mostró una fotografía de ella. Claire podría ser perfectamente la réplica exacta de ella. Quizás Kyle se sintió mal en cuanto la vio.
Miré a Michael, completamente mudo. Jamás me había enterado de aquello. Claire se revolvió en mis brazos antes de suspirar dormida y volver a acurrucarse entre ellos.
—Será mejor que me vaya.
—Recuerda que si ves un auto fuera de tu casa, son los guardias que contraté para ti. Se irán en la mañana.
Asentí, y despidiéndome de ellos, salí fuera, cubriendo el rostro expuesto de Claire lo más que podía haciendo que ella se apegara a mi pecho. Abrí el coche y la subí en el asiento del copiloto, tirando de éste hacía atrás para que ella quedara más o menos recostada. Subí luego yo, encendí en auto y me dispuse a manejar a nuestra casa.
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Sálvame ©
Teen FictionClaire Deveraux sólo desea escapar del mundo en el que vive: de la escuela en donde es víctima de crueles burlas y de su casa, que es cuando Seth, su padre, descarga su rabia y frustración en ella. No tiene el valor para irse, por lo que cada día in...