-Entonces huérfana..-
-Lo dices como si fuera algo malo.- Alice frunció el ceño.
-No, para nada.- Marc sonrió.- No tienes la pinta, es eso.-
-Eso me puede ofender.-
-Agh, vamos. Sabes que no lo digo en mala manera.- A pesar que los relámpagos cesaron, Marc y Alice seguían abrazados dentro del auto.- Es que.. A través de los ojos de Steven, pensé que serías diferente. Una buena familia, incluso millonaria.. Nadie trabaja en un museo por amor a la pésima paga.-
-No. Mi sueño era ser fotógrafa, tomar las mejores imágenes de cada ángulo de ese museo. Que por cierto es precioso.. Su estructura, el acabado en cada esquina.. hermoso.- suspiró.
-No lo había notado. Yo sabía lo aburrido que era, aunque Steven no lo viera así..-
-Steven puede ver la belleza en todo.- sonrió.
-Si, supongo que tienes razón.- Marc bajó su mano hasta el pecho de Alice cerca de su cuello, Alice naturalmente se ruborizó.
-¿Qué haces?-
-Nada, quería comprobar que tu respiración estuviera tranquila.- Marc sonrió como si nada pasara, a pesar de que el contacto de su piel fría con la de ella cálida hizo que el corazón de Alice latiera más rápido.- ¿Todavía tienes miedo?-
-No.-
-De repente estás muy callada. ¿Quieres dormir?- Ella asintió. Marc al parecer encontraba gracioso ponerla nerviosa. Era muy evidente que lo estaba.-Vamos a dormir.-
Marc hizo el asiento del piloto hacia atrás con una mano, sin soltarla de la otra.
De todas las cosas que Alice sentía en ese momento, dormir no estaba en la lista de prioridades. La adrenalina corría por cada fibra de su ser y ella juraba que podía sentirla.
Pasó muchas noches pensando en dormir así con el tierno Steven, pero esto era diferente: Marc lo era. Incluso en estrecharla contra sus brazos era distinto al tacto con Steven.
Con Steven, las pocas veces que él la abrazó; la sensación de cariño era inmensa. La ternura de su tacto y su timidez. Alice quiso sostenerlo cerca de ella.
Y con Marc.. bueno, él no temía en tocarla. Y sin ella querer, casi por accidente, se encontró deseándolo más de lo que se permitía hacer con Steven. Como se sentiría su piel contra la de ella sin nada que estorbara de por medio.
-¿Qué tanto piensas?- Marc atrajó la cabeza de Alice a su pecho. A diferencia de ella, su corazón latía con normalidad.
-En...- las palabras se evaporaron de su mente, cuando la mano de Marc dibujo círculos con la punta de sus dedos en su cintura.
-¿En?-
-En que debemos ver lo del mapa.- Mordió su labio.
-¿Segura? Yo estoy muy cómodo.- sonrió.- Puede esperar un poco más.-
-Yo.. creo que no.- Se levantó y acomodó su cabello. Si una cosa o dos comprendía del deseo, es que ella se dejaba llevar. No quería perder el control y menos en un automóvil, con su esposa o ex esposa de Marc enfrente.- Vamos a despertar a Layla.- Amarró sus mechones rebeldes, deseando que él no notara el color en su rostro. Pero claro, Marc lo notó.
-¿Es por eso? ¿O tienes otra razón?- sonrió.- Steven no está feliz..-
-No lo menciones así.- Abrió la puerta del auto y se bajó. Sin mirar atrás se acercó a Layla. La sacudió.- Hey, despierta.. Tenemos que ver lo del mapa..-
Después de muchos intentos, Layla despertó.
Los tres reunieron las piezas de formas diferentes. ninguna encajaba o tenía sentido. Alice no entendía cómo sabían eso. Los minutos pasaron y seguían igual de perdidos que en un principio.
-Nunca acabaremos.- dijo Marc
-Marc, necesito a Steven. Él entiende todo esto, creo que vale la pena que lo intente.-
-Es cierto, lo necesitamos.- Alice dijo, reprimiendo la sonrisa que amenazaba con aparecer.
-Marc no podemos esperar. Esta bien dejar el control... ¡No tenemos tiempo!- Layla advirtió, Marc desesperado arrancó con sus manos el retrovisor y se alejó con los pedazos del mapa.- Que genio.-
-Y que lo digas, al menos dejará que Steven lo haga..-
-Es lo menos.-Suspiró.- Estoy exhausta. ¿Dormiste bien?-
-Como un tronco.- mordió su labio. Alice estaba muy a gusto con esa mentira, al menos por ahora.
-Al menos uno de nosotros descansó..- Layla miró a Marc, quien yacía en la arena resolviendo el enigma.- ¿Será que ya..?-
-Es Steven.- sonrió.- Reconozco sus movimientos.- Las dos se acercaron a él.
-¿Steven?- preguntó Layla
-Los egipcios eran expertos en la navegación moderna.. No hay puntos de referencia ¿Cierto? Así que inventaron un modo de viajar usando el sol y las estrellas. Es brillante ¿No creen?- Explicó Steven con una sonrisa en el rostro.- Et voila.- Mostró el mapa conformado con las partes perdidas.
-Wow.-
-Eso fue.. genial..- Dijo Alice sonriendo.
-Es francés.- Miró a la castaña. Layla tomó el mapa.
-¿Y qué hacemos con esto?-
-Bueno.. la verdad no sé pero ¿Ven eso de allí? Esas perforaciones son constelaciones.- Se puso de pie.
-Creo que podemos triangular las estrellas y sacar coordenadas ¿No creen?- Layla dijo animada, tomó su tableta y apuntó al mapa.
-Amm bueno.. Es que de hecho, temo que no será tan fácil... Senfu marcó esa tumba hace como unos dos mil años y las estrellas se mueven con el tiempo, no mucho relativamente pero esa puede ser la diferencia entre buscar a muchos kilómetros donde deberíamos estar buscando... A no ser que sepamos exactamente cómo se veía el cielo en esa fecha..-
-Estamos fritos.- Terminó Alice de decir
Steven mantuvo su mirada perdida en el horizonte y caminó alejándose. Layla y Alice lo siguieron.
-¿Khonshu?.. ¿Cómo?- Dijo Steven hablando con algo o alguien, que ninguna podía ver. Pronto hizo aparecer un traje distinto al que usaba para pelear. Era un smoking blanco junto con su máscara del mismo color.
Steven levantó las manos, provocando un viento fuerte. Movió un brazo y el cielo se movió con él.
La noche estrellada giró en su eje, era una escena increíble. Layla y Alice miraban sin dar credibilidad a lo que sus ojos apreciaban.
-¡Inesperadamente doloroso!- Chilló Steven.
-Ya funciona.- Dijo Layla apuntando al cielo.
-¡Resiste!- Gritó Alice.
-No se cuanto tiempo podré seguir con esto.- Su máscara despareció. Steven perdía su poder.
-¡Lo tengo!-
El traje de Steven desapareció por completo y él perdió el conocimiento, cayendo en la arena.
-¡STEVEN!- gritó Alice
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MoonSpell || Steven Grant/Marc Spector
FanfictionDesde que Alice puede recordar, siempre ha estado enamorada del tímido y a veces raro Steven Grant. No es una sorpresa, ni siquiera es buena ocultándolo. Todos en el museo lo saben. Incluida otra persona, alguien que comparte muchas cosas con su ama...