Mi chica

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Cuando Ammit desapareció, Alice supo que Marc y Layla lo lograron. Por un momento miró al cielo aliviada, después de tanto tiempo regresó su paz. Aunque todo cambió al pensar que todo eso no había terminado, seguía la situación entre el matrimonio y ella.

Caminó al lugar donde pensó que estaría la pareja.  En la entrada los vio hablando, se veían cómodos con la compañía del otro. La culpabilidad removió sus entrañas, técnicamente era la otra mujer y lo peor era que Layla en realidad le agradaba.

Si a alguien debía culpar era a ella misma, llegó hasta los límites inimaginables por alguien que ya tenía a otra persona.

Respiró profundo y dio la vuelta. Agradeció que ninguno la hubiera visto, eso le hubiera dolido y su decisión de retirarse era para evitar que Steven le dijera que no podían estar juntos.




...





El camino de regreso a casa fue, por decirlo menos; terrible. Alice recurrió a sus amigos criminales que conoció en su adolescencia. Ellos por suerte todavía mantenían un cariño por ella y no dudaron en ofrecer su ayuda.

Tras muchos intentos y días frustrantes, por fin terminó en su ciudad.

Tomó un taxi y se dirigió a una estación de gasolina. Al bajarse se reencontró con su viejo amigo.

-¡Trevor!- El hombre la estrechó entre sus brazos.

-Ally- Ally.. Me alegro de verte, veo que no has cambiado en nada.-

-No podría decir lo mismo de ti.- Trevor sonrió. A pesar de estar metido en un negocio ilegal, era igual que Alice en el aspecto físico. Su profesión no concordaba con el exterior dulce del joven. Alto, mejillas coloradas, pecas y cabello rubio.

-Me alegra que hablaras. No sabía que estabas tan lejos de casa. -sonrió.- ¿Qué más puedo hacer por ti? Porque me imagino que el apoyo de mi equipo para tenerte aquí no es lo único que necesitas.-

-No es cierto.- mordió su labio.

-Mentirosa.- Picó su nariz.- Además mi boda con Isaac no es hasta en un mes, entonces no es por ver a tu viejo amigo.-

-Me atrapaste... -Suspiró.- Descubrí un poco de la identidad de mis padres si es que es verdad, porque la fuente no era confiable..-

-¿Qué descubriste?-

-Sus nombres y un poco de lo que hacían. Eran aventureros y básicamente, eran parte de un culto. La persona que me lo dijo ya no está dispuesto..- "Si tiene a Ammit, dudo que pueda hablar coherentemente" pensó Alice.

-Alice lo intentamos hace muchos años, buscamos rastros de ti.. En registros, en libros y no encontramos nada..-Acarició su cabeza.- No deseo lastimarte pero piensalo dos veces. Si el rastro que te dieron termina en un punto muerto te dolerá.. o peor, si eran escoria en el mundo como tu servidor; no será bueno para ti..-suspiró.- ¿Por qué no te concentras en ese chico tan hermoso que me decías? ¿Cuál era su nombre?-

-Steven.. Si bueno, ese es otro punto muerto.-

-¿Por qué?-

-No importa. Lo que si necesito es saberlo, antes éramos niños y no teníamos nada con que empezar y ahora si. Podríamos hacerlo..-

-Alice..-

-Por favor. Están muertos lo sé y nunca tendré una familia.. no es eso por lo que quiero saberlo. Terminé "algo" con una persona que amé, ni siquiera sé si debería decir terminar porque no hubo nada.. pero si ya estoy sufriendo, quiero acabar con el dolor de una vez por todas.-

-No puedo resistirme a los ojos de Bambi y lo sabes. Esta bien te ayudaré.-

-¡Yey! Vamos a mi departamento.-


Tras un corto viaje, llegaron al viejo hogar de Alice. Seguía con la calidez de costumbre y con el aroma del pan recién horneado.

En sus años de orfanato, Trevor era el niño más violento. Atacaba a quien sea que se la acercara hasta que llegó Alice. Él por supuesto, enloqueció al ver que no le producía ni el más mínimo rasguño, con el tiempo ambos entablaron una bella amistad. 

Juntos tuvieron un pasado criminal, Alice se alejó de ese mundo pero Trevor nunca lo hizo. Era la única manera que conocía para vivir, aunque ahora no era tan violento y siempre actuaba en las sombras. Logró forjarse un apodo de renombre entre criminales.

-¿Por dónde empezamos?-

-Por tomar una ducha, tu puedes esperar aquí.-Alice se estiró.- Estuve muy estresada y necesito esto..-Sin esperar respuesta entró al baño.

Su vida nunca fue normal, pero en definitiva los últimos días fueron caóticos. 



En la ducha sintió cada músculo regresar a la posición normal.  Estar desnuda en una habitación a metros de su invitado no era incómodo, Trevor y ella conocían cada aspecto del otro que la vergüenza quedó en el barco de la adolescencia.

Cuando más estaba relajada escuchó ajetreo afuera. Al principio pensó que Trevor estaría moviendo algo en el departamento.

Pero después lo escuchó gritar. Fue un grito ahogado como si alguien lo estuviera estrangulando o cubriendo su boca con la mano.

-Los seguidores..- pensó Alice. Tal vez uno de ellos la siguió hasta acá en venganza.

A tropezones salió de la regadera, cubrió su cuerpo con una toalla y abrió la puerta. Su mente pensaba lo peor.

Sin embargo nada la preparó para lo que presenció.

-¡¿Qué rayos le haces?!- Gritó ella.

-Alice..- Marc Spector, el hombre del que huyó junto a su otra personalidad estaba en su departamento con una de sus manos alrededor del cuello de su mejor amigo.- ¡Alice!- El cambio de voz y actitud no la sorprendió, en cambio; que el hombre corriera para estrecharla entre sus brazos sí.  Más en la situación en la que se encontraban.

-¿Steven? ¿Marc? ¿Qué hacen aquí?-

MoonSpell || Steven Grant/Marc SpectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora