Matilda

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-¡Rosie!- Gritó Michael.- Pasa..- 

-Ve..- susurró Marc.- Iré a dar una vuelta por la mansión.- Alice asintió. Se acercó al patio junto al hombre. Michael se encontraba rodeado de trozos enormes de madera, tenía una bocina a su lado y la música retumbaba en todo el lugar.

-Pareces estar ocupado.- 

-Ah, tonterías. Hacía ejercicio, que la super fuerza no te engañe.- Guiñó su ojo.- Además me gusta mantenerme en forma y esto me distrae.-

-Interesante..- Levantó los hombros y tomó asiento en el borde del escalón. De mala gana acomodó su vestido, eran su prenda favorita pero odiaba cuidar cada movimiento. Su torpeza podría hacer que mostrara más de lo que deseaba.- Cuando era adolescente quise hacer un deporte y fue un asco, la super fuerza no ayuda a la coordinación mano- ojo que se necesita para la mayoría de ellos.- Alice rio.

-¡Intenta esto! Siempre quise un compañero y tu padre era debilucho para hacerlo.-

-No no.. Terminaré rompiendo algo o lastimando a alguien que trabaje aquí.-

-Todos los empleados se mantienen lejos de las ventanas cuando hago eso y no tienes la idea de los muebles y objetos de valor que yo he roto. ¡Vamos!- Alice miró dudosa. Pensó en las miles de cosas que saldrían mal y aún así, se dio cuenta que avanzaba con Michael. - ¡Eso!-

-¿Qué tengo que hacer?-

-Toma un tronco y lánzalo lo más lejos que puedas. Veremos quién gana.-

-Debo advertir que soy muy competitiva.- Alice sonrió.

-¿De quién crees que lo heredaste?- Michael soltó una carcajada.- Empieza..- Le subió el volumen a la música y ambos comenzaron.

Al principio, Alice estaba nerviosa y sus lanzamientos eran torpes y descuidados. Y con el paso de los minutos la nube de estrés y presión se disipó de sus hombros.

-¡Perfecto! Tienes más fuerza que yo..- Dijo Michael con una sonrisa.- ¿Quieres intentar algo? Se me ocurrió que te lance los troncos y tu romperlos con las manos y luego tu a mí.-

-Me preocupa mi falta de coordinación.-

-¡Bah! ¿Ves esa piedra allí?- Señaló una pequeña roca en el suelo, Alice asintió.- Arrójala hacia mi- Sin meditarlo dos segundos lo hizo, para su sorpresa Michael no pudo atraparla.- La falta de coordinación es de familia.- Ambos rieron.- ¡Vamos!- Gritó emocionado, corrió lejos de ella y la siguió animando.

Desde una lejana distancia, Michael le lanzó un pedazo de madera y Alice lo pudo romper. Era un alivio que fuese grande, era imposible perderlo de vista.

Minutos pasaron y los dos se divertían como nunca. Ambos tenían el mismo sentido del humor, compartían los mismos gustos y en esencia parecían una calca del otro.

Alice dejó de estar tensa cerca de él, aún le disgustaba que la llamara Rosie pues no lo sentía correcto. Pero fuera de eso, era la primera vez en meses que estaba relajada. Nunca lo dijo por temor a lastimarlos, sin embargo; el asunto con los dioses y las múltiples personalidades la estresaba. Y jugando con Michael se pudo olvidar del asunto. 

-¡En tu cara!- Gritó Alice entre risas después de derribarlo.- ¡Yo gané! ¡Gané!- Señaló su rostro riendo, se levantó del cesped y procedió a hacer un baile extraño.- Te gané en tu casa ¡Gané!-

-¡Con trampa!-

-¡Mentiras! Viejo perdedor.-

-¡Hey! No estoy tan viejo.-

-¡Si perdedor!- 

-Te acusaré con tu esposo.- Dijo Michael mientras se ponía de pie. Alice en automático se tensó.

MoonSpell || Steven Grant/Marc SpectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora