Desde que Alice puede recordar, siempre ha estado enamorada del tímido y a veces raro Steven Grant. No es una sorpresa, ni siquiera es buena ocultándolo. Todos en el museo lo saben.
Incluida otra persona, alguien que comparte muchas cosas con su ama...
Alice abrió los ojos, la habitación daba vueltas alrededor suyo y las imágenes no eran claras. Era como seguir en un trance o un sueño.
Marc y Steven la miraban preocupados.
-¡Gracias al cielo!- Chilló Steven.- Pensamos que te ibas.- Algo húmedo cayó de su nariz. Al limpiarse, descubrió su propia sangre.
-¿Qué? ¿Qué pasó?-
-Te desmayaste cariño.- Dijo Marc.- Llevas inconsciente un par de horas, no sabíamos que hacer. Menos mal tu corazón no se detuvo.- Checó su muñeca en busca de su pulso, estaba débil. Eso era un alivio por el momento.
-Eso.. no tiene sentido.- La cabeza le daba vueltas. Las palabras salían de su boca lentas y torpes.
-No sabemos que sucedió.- Steven limpió el rostro de Alice con sus mangas.- Es exagerada esta reacción por un intoxicación.-
-Supongo que es normal ..-Expresó sin estar convencida de su propio discurso.
Alice sabía que algo ocurría, aún si no pudiera formular palabras coherentes que explicaran su comportamiento.
-No Alice, no lo es.- Marc frunció el ceño.- ¡Caíste! No despertabas y no soy un doctor, pero no es normal. Apenas sentíamos tu pulso. Algo no anda bien.-
-Tal vez sea porque estamos contigo...-
-Steven..-
-No Marc, estamos causando esto. Su cuerpo no esta acostumbrado al dolor o una agresión.-Suspiró.- Deberíamos llevarla a ver a un médico.-
-¿Y qué le dirás exactamente?- Marc dijo molesto, no poder hacer algo por Alice era mucho que soportar. - "Hey, nuestra novia es super fuerte y es la primera vez que se enferma con comida podrida, no sabemos que hacer".-
-No, pero si estamos con ella podrá revisarla como a una persona normal.-
Mientras Marc y Steven peleaban, Alice miraba de un lado a otro de la habitación. La sensación de ser vigilada, no la dejaba en paz.
El pánico invadió su cuerpo y empezó a sudar, con cada segundo que pasaba empeoraba. Con la cordura que le quedaba intentó hablar. Sin embargo, los chicos no prestaban atención.
Sus manos temblorosas tomaron una de sus manos.
-¿Princesa?- Preguntó Steven.- Marc, esto no es normal.-
-¿Puedes oírnos Alice?- Ella asintió.- Mierda, esto no se ve bien. Steven, no se que hacer.. Toma el control, sálvala.. Te lo ruego.-
-Yo tampoco se qué hacer.-
-¡Piensa! Maldita sea.-
-Vamos al hospital Alice ¿Si? Todo estará bien, no temas.- Steven fingió sonreír. Si Marc era la tormenta, él debía ser la calma de los tres.
Pero era inútil, sentía que poco a poco se derrumbaba al verla en ese estado. Sus ojos hundidos, su piel pálida.
Sin dudarlo cambiaría de lugares con Alice para evitarle ese sufrimiento, no podía perderla.
-Marc..- Lagrimas brotaron de sus ojos.- No sé que hacer, ayúdame por favor.-
-Yo la cargo.- Y justo cuando Marc posó sus brazos en el cuerpo de la chica, él y Steven sintieron que se desvanecían en la oscuridad.
Cuando su consciencia regresó, tenían un bolígrafo en la mano y estaban frente a un trozo de papel. En él, había algo escrito.
-¿Qué es?- Cuestionó Steven. Alguien desconocido para ellos escribió en grande. "A solas".- No fui yo...-
La letra era errática, era como si quién quiera que lo escribió estuviera tan nervioso y estresado como ellos.
De pronto, Marc lo comprendió. Aquellas palabras que Alice mencionó cuando probó su inmunidad con ellos.
Por más que le doliera, debían alejarse por su bienestar.
No se trataba de lo mucho que sufrieran Steven y él con el estado de Alice, se trataba de un asunto de vida o muerte.
-Yo tampoco.- Marc giró su vista y Alice ahora estaba en el piso, su cuerpo estaba de lado y una tenía una almohada en su cabeza.- Steven, debemos salir.-
-¡Enloqueciste! No la dejaré sola, no me importa lo que..-
-No Steven. La única manera de salvarla es dejando que recupere su fuerza. Eso no pasará si estamos aquí ¡Largo!- Marc corrió a la salida con desesperación.
Steven los regresó a la habitación y llamó al teléfono de Alice.
-Necesitaremos saber cuando se encuentre bien..- Contestó su propia llamada y los dos hombres salieron.
Una batalla interna se libraba entre ambos, la lógica y el corazón. Uno de ellos quería permanecer a su lado y encontrar una solución sin abandonarla.
Y el otro, desesperado; corrió lo más lejos que pudo. Tanto que el viejo departamento de Alice ya no era visible.
-¿Alice? ¡Alice!- Gritó Steven. Del otro lado de la llamada se escuchaba a la joven ahogarse, el aire le faltaba, si continuaba así moriría.- ¡No sirve tu teoría!-
-No debe escucharnos.- Silenció el teléfono.- Seguimos siendo una amenaza si escucha nuestras voces Steven.-
-No quiero perderla.. por favor.. Haz algo.-Steven no dejaba de llorar.- Por favor.. por favor.-
-¡Yo tampoco quiero perderla!- Se dejó caer al piso.- La amo, no quiero perderla. Es todo lo que tenemos.. -
-No se que será de mi, si la pierdo Marc. Si la perdemos, no creo poder continuar sin mi Alice..-
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OFF:
Holiii, ya les prometo actualizar más seguido. Lo juro.
Los quiero..
Y por fi, si les gusta Stranger Things.. Hice una novela con Eddie Munson.
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