Los Hermanos Min

Capítulo 18

Aria

Después de la intensa sesión de sexo de reconciliación (aunque no peleamos, pero vamos a llamarla así) me dejo totalmente exhausta, cumplió su palabra de hacerme suya en cada rincón y superficie de este departamento, este hombre realmente es insaciable y me ha dado el mejor sexo de mi vida. Puedo decir que cada vez se supera así mismo, claro que jamás sabrá de ello porque si de por sí es un egocéntrico, no le quiero dar más razones.

Terminamos de ducharnos y me dejo caer en la cama con cansancio, me pasa una de sus playeras negras y me la pongo, él solo se queda en bóxer. Le pido su secadora y el amablemente no solo me la presta, me ayuda a secar mi cabello y después yo seco el suyo. Cuando terminamos me recuesto en la cama y él se acurruca en mi pecho, algo que de verdad me toma por sorpresa, pero no rechazo, es lindo que también pueda ser esta persona tierna. Demonios cada vez es más difícil no sentir algo por este hombre. Siento como sus respiraciones son más lentas y no puedo creer que se haya quedado dormido tan rápido, pero no le tomo mucha importancia ya que yo también me dejo vencer por el sueño.

El hambre me despierta del precioso sueño que estaba teniendo, aunque el calor también es otra de las causas. Tengo a un Yoongi muy cálido, pegado aún a mi cuerpo. Trato de pararme sin despertarlo y luego de muchos intentos lo logro. Salgo del cuarto y me dirijo a la cocina. Busco mi móvil, llamo a mi restaurante de bulgogi favorito y al de Ramen también, me dicen que en media hora llega mi pedido y cuelgo.

Antes de entrar a la habitación, escucho a Yoongi murmurar cosas sin sentido, cuando entro se revuelve inquieto en la cama y otra vez habla entre sueños.

Yg: Mamá... Min Eunji...

Despierta de golpe, haciendo que me sobresalte y le cuesta trabajo respirar, rápidamente me coloco a su lado y trato de tranquilizarlo.

Ar: Tranquilo cariño, respira... Eso respira lento y profundo - su mirada es oscura y poco a poco se tranquiliza.

Yg: Lo siento Aria, pero necesito estar solo.

Ar: Yo... Yo no quiero dejarte solo, se que aún no confías en mi, pero quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que sea. No me voy a ir, estaré en la cocina por si me necesitas.

Salgo dándole un poco de privacidad y espero pacientemente en la cocina. Ya ha pasado mas de media hora y tocan a la puerta. Se que es la comida que pedí, le pago al repartidor y le doy las gracias.

Cuando regreso a la cocina, ahí esta parado mirándome fijamente, se ve más pálido de lo que ya es. Me hace señas para que me acerque y sin más me abraza. Nos deslizamos poco a poco hasta quedar sentados en el piso y él comienza a llorar, es un llanto silencioso, pero lo suficientemente triste, que sin notarlo también me hace llorar a mi. Logra tranquilizarse y me da un beso.

Yg: Siento haber sido grosero contigo y no vuelvas a decir que no confío en ti, lo hago, créeme - se limpia las lagrimas que aún salen y yo hago lo mismo - es solo que durante años he tenido estas pesadillas y el dolor que me provocan es inmenso, pero ahora no fue como tal una pesadilla, creo que fue un recuerdo.

Ar: ¿De tu mamá?

Yg: Si de mi mamá... mi papá... al parecer de mis hermanos también. Aria no se lo que pasó para que hayamos estado separados, aunque con mis pesadillas creo tener una pista, pero maldita sea, no me puedo acordar.

En cuanto me dijo eso me congele y solo se me vino a la mente Suga y Agust, no se si decirle lo que pasó ayer.

Ar: Tranquilo, yo.... Yo te voy a ayudar ok.

Yg: Gracias nena, no sabes lo que significa para mi. Por ahora tengo que hablar con Jin, ya tengo el apellido de mis padres biológicos, él me ayudara a investigar.