Capítulo 19

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Yoongi

Hoy fue un día revelador por fin logré recordar el apellido de mis padres biológicos y recuerdo a mis hermanos, pero no sus nombres. Mi sueño fue tan agradable, mis padres me amaban, a mi y a mis hermanos, recuerdo que en el sueño estábamos de picnic y nuestros padres nos estaban enseñando a decir sus nombres completos y los nuestros también, aunque en el sueño solo podía escuchar el mío y el de mi madre. Se por mis padres que desde que me adoptaron mi nombre es Yoongi y decidieron no cambiarlo. Demonios ahora que lo pienso me llamo Min Yoongi, suena un poco raro. Ya solo falta que Jin logre por fin averiguar algo sobre ellos.

También es increíble lo bien que me siento con Aria, cada día que pasa, me muestra un poco más de ella y la admiro. Es una mujer inteligente, fuerte y valiente, aún no le preguntó por su cicatriz, pero se que tarde o temprano ella me lo dirá.

Después de un día tan ajetreado y con muchas emociones decidimos ir a dormir, mañana la llevare a desayunar a su restaurante favorito y quiere que vayamos al super, para hacer algunas compras y por la tarde regreso a Shanghái a terminar con mis pendientes. Obviamente voy también por mi ropa y mi linda Jia. Mamá quería que la dejara con ellos, pero papá es alérgico a los gatos y además creo no se caen tan bien.

Lentamente el sueño nos va venciendo. Creo que podría vivir eternamente feliz durmiendo así con ella. Esta vez la pego a mi cuerpo y su cabeza descansa plácidamente en mi pecho.

Por primera vez en mucho tiempo, puedo decir que realmente descanse, no tuve ningún sueño y no desperté a media noche. Abro mis ojos y Aria aún descansa en mi pecho, tengo un poco dormido mi brazo, pero la verdad es que no me importa. Se ve tan preciosa durmiendo.

Ar: Deja de verme de esa manera, pareces un acosador.

Yg: Podría ser, pero sabes bien que no lo soy, además yo que culpa de que seas tan linda.

Ar: Ya se... soy irresistible.

Yg: Jajaja me encanta tu sentido del humor, pero no vamos a negar lo que a simple vista se ve. Además de que yo también soy guapo.

Siento algo en mi cara y empezamos nuestra mañana con una guerra de almohadas. La tiro en la cama y comienzo hacerle cosquillas por todo el cuerpo, su risa es tan contagiosa y creo que se escucha en todo el edificio.

Ar: Para ya! A caso quieres morir?

Yg: Latina no te tengo miedo - de un movimiento quedó debajo de ella

Ar: Pues deberías

Sin oponer mucha resistencia dejo que funda sus labios con los míos y empieza otra batalla por ver quien es el que manda. Creo que nunca me cansaré del sabor de sus dulces labios. Ambos nos separamos con las respiraciones entrecortadas y nos miramos con deseo. Esta mujer provoca que quiera estar dentro de ella todo el tiempo, de verdad que me desconozco, pero no me arrepiento me esta empezando a gustar esto que siento.

Con un movimiento ágil cambio de posición y ahora yo estoy encima de ella, aún lleva mi camiseta negra y debajo de eso está desnuda, lo que me enciende. Poso mis manos en sus senos y los pellizco, haciendo que arque su espalda. Llevo mi boca a uno de ellos, lo chupo y muerdo a mi antojo, haciendo que suelte un gemido y eso hace que mi entrepierna se endurezca. Quito la camiseta con cuidado y voy dejando besos húmedos en el lóbulo de su oreja y detrás de ella, bajo por su cuello y no puedo evitar dar un pequeño mordizco ahí y en sus clavículas. Sigo bajando y cuando llega a su cicatriz, me detiene y se tensa un poco, yo solo la miro, como para darle un poco de confianza, la beso y sigo bajando, hasta encontrarme con el paraíso. La comienzo a torturar con mi lengua en su punto más sensible. Cierra por instinto sus piernas y con toda la cautela del mundo se las abro y le digo que no las cierre. Continúo con mi trabajo y llevo uno de mis dedos a su entrada.

Los Hermanos MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora