Capítulo 43

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Habría un festival esa tarde, de esos donde un carterista puede tomarte como presa

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Habría un festival esa tarde, de esos donde un carterista puede tomarte como presa.

Pero no dejaría que pase algo así de nuevo.

Le agradaba ir, le traía recuerdos y, además, los dulces de los festivales eran especiales.

Recordó lo que había sucedido la última vez, pero aún así iría, esa vez no pudo comer algo en paz y tenía la esperanza de que está vez si podría.

El clima era bastante frío, así que tomó una bufanda y un abrigo, aunque no los necesitara, y salió de casa.

Caminó hasta llegar a dicho lugar, el sol acababa de ocultarse y las bonitas luces de los puestos iluminaban el panorama. Antes de perderse entre toda la gente, se concentró en escuchar los pensamientos de los que estaban allí, buscaba si podía reconocer algún pensamiento que lo alertara, pero no encontró ninguno. Quizá esa vez sería diferente. Quizá esa vez podría comer algo en paz.

Caminó entre toda la gente, mientras recordaba la vez anterior. Era algo humillante. Aunque esa vez se sentía un poco extraño, más de lo normal, pues no había localizado a ninguno de sus amigos cerca, y eso era algo inusual.

Tal vez, solo tal vez, podría realizar algo sin su interrupción.

Siguió caminando y pudo divisar una figura familiar, una que lo estaba volviendo loco desde hace tiempo.

El puesto de manzanas acarameladas.

Al fin, podría comprar una deliciosa y dulce manzana con caramelo.

Sus pasos se hicieron rápidos, y por fin pudo llegar al puesto, tenía en mente su cartera para no perderla. Pidió una manzana, y cuando estaba a punto de pagarla, escuchó que alguien lo saludaba.

—¿Saiki? Qué alegría verte.

Él se sorprendió, Koemi estaba ahí. ¿Cómo no la escuchó acercarse? Identificarla no hubiera sido difícil, ella tenía un algo que Kusuo hacia que la recordara, aunque no supiera qué.

Santo Cielo.

Ella también pidió una manzana acaramelada.

Kusuo solo la observó, ahí a su lado, sus pensamientos eran calmos, quizá por eso no pudo escucharla antes.

—Los dulces de los festivales tienen un sabor único, ¿No crees?

Él asintió.

Ambos recibieron su manzana, emocionados, Koemi camino en dirección a la salida más cercana, Kusuo la siguió.

𝐶𝑎𝑓𝑒í𝑛𝑎〈𝑆𝑎𝑖𝑘𝑖 𝐾𝑢𝑠𝑢𝑜〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora