𝐶𝑎𝑓𝑒í𝑛𝑎〈𝑆𝑎𝑖𝑘𝑖 𝐾𝑢𝑠𝑢𝑜〉

Capítulo 11

Gracias por sus lecturas y votos ♡
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—¿Dejaste sola a mi hija con un chico? —mamá reía por el drama que hacía mi padre.

—cariño, solo es amigo de Koemi —papá seguía con su rostro molesto.

—Tiene razón, no te molestes, además cumplí mi promesa y te traje tu postre —le extendí la porción que era para él, mi padre lo tomó mientras apartaba su mirada.

—eres muy protector cariño —las dos observamos como su molestia se disipó al probar el postre.

«esto es tan cómico»

Mamá me apresuró para que fuera a la academia. Cuando bajé de mi habitación ya arreglada, mamá me dió algunos vasos que la señora Saiki le había prestado.

—¿Podrías devolverlos por mi?

—Claro, no te preocupes mamá —metí los vasos a mi mochila con mucho cuidado —listo, ya me voy, hasta pronto.

Salí de casa y busqué a Chisato en la suya, cuando llegué toqué la puerta.

—Buenos días Koemi —saludó cuando salió de casa.

—Buenos días Chisato —comenzamos a caminar hacia la Academia, en el camino hacíamos comentarios o chistes que hacían que riéramos a media calle.

Cuando llegamos, cada una fue a clase. Coloqué cuidadosamente mi mochila, no quería que algo le pasará al encargo de mi madre, luego me senté en mi escritorio.

—Buenos días Hirai.

—Buenos días Yoriko —ella era una chica con la que me había relacionado.

—No creerás lo que me pasó  —puse atención, ella me habló sobre que Toritsuka trató de besarla, entre otras cosas.

—¿Todo eso hizo?

—Es un pervertido.

Miré a Toritsuka, parecía que hablaba solo, aunque supongo que tal vez hablaba con un fantasma, era un médium después de todo.

«Entonces es un pervertido, ¿Por eso me miró así mi primer día?»

Éll no me había vuelto a hablarme desde aquella vez en que le dije que comería sola, ¿Lo ofendí demasiado?

Un pensamiento cruzó mi mente, ¿Habrá pensado que soy fea al acercarse? No lo sabía, no podría definir que fue lo que hice para que no quisiera acercarse a mí.

Cuando el maestro llegó, Yoriko fue a su asiento. El comenzó la clase, hasta que empezó a decir la tarea. Era un proyecto en pareja, pero había una condición, el elegiría las parejas.
Comenzó a decirlas, hasta que llegó mi turno, esperaba que fuera con Satou o Yoriko, pero no fue así.

—Hirai Koemi y Toritsuka Reita.

Las demás chicas parecían aliviadas, pero él parecía tenso.

«¿En verdad se decepcionó tanto?»

Cuando el maestro se fue, Yoriko se acercó a mí.
—Lo siento por ti, Hirai —ella y otras chicas trataban de darme ánimo.

Cuando el receso llegó, fui con Chisato, tenía algo para ella.

—aquí está lo que te prometí —extendí una porción del flan que había preparado.

—¡Gracias! lo había estado esperando —ella probó un bocado —¡Está delicioso! ¿Y dices que los postres no son lo tuyo? —nos la pasamos conversando y riendo hasta que el timbre volvió a sonar. Cuando regresé a clase traté de hablar con Toritsuka pero el lograba ignorarme.

Dejé de intentar, quizá mañana esté mejor.

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El último timbre sonó, Chisato ya me esperaba para ir a casa.
Caminamos alegremente hasta llegar a la suya.

—¡Hasta mañana! —gritó mientras yo me alejaba de ella.

—¡Hasta mañana! —tomé un desvío hacia la casa de Saiki, tenía que cumplir mi mandado.

Cuando llegué, toqué la puerta y la madre de Saiki salió.

—Hirai, qué bueno verte de nuevo —ella era una mujer tan amable.

—Buenas tardes señora Saiki, mi madre me mandó a devolver los vasos que nos prestó —saqué los vasos de mi mochila e hice una reverencia —muchas gracias.

—no fue nada —ella me sonrió.

Sonreí hasta que sentí que algo pasaba por mi pierna, era un gato.

—¿Este gato es suyo? —el felino maullaba clamando mi atención.

—no lo es, soy alérgica a los gatos —ella miraba apenada al pequeño.

—es muy lindo —intenté acariciarlo pero él se alejó de mí.

¡Te equivocas humana! Primero tienes que suplicarme y tal vez te deje acariciarme.

—¿Te gustan mucho los gatos, Hirai?

—son lindos, pero no es mi animal favorito.

¿Qué? ¡Seguro debe preferir a los perros!

—¿Cuál es tu animal favorito?

—los elefantes.

¡Debes estar bromeando!

Saiki, quien estaba observando la escena, sonreía en su interior, le pareció bastante interesante la escena. La chica había podido herir el orgullo de aquel minino.

La chica había terminado su mandado así que se dirigió a casa.

Esa humana, ¿Cómo puede preferir a un animal sin un pelaje tan suave como el mío? Ya verás, ¡Haré que olvides a los elefantes!

Saiki supo que Amp no se daría por vencido, pero no quiso interceder, sabía que si el gato intentaba algo, al final, sería él quien quedara encantado con la chica.

No sé ustedes, pero a mí me gustan los elefantes uwu

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